" Velero en un Océano Azul - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS-INFORMAMOS SOBRE ESPIRITUALIDAD Y ASCENSIÓN

viernes, 28 de agosto de 2015

Velero en un Océano Azul


Heavenletter # 5385 Publicada el 22 de agosto 2015




Dios dijo:



Querido, puedes tener lo que quieras en tu vida y si quieres ser un velero que navegue en un Océano Azul calmo, lo harás, si quieres hacerlo en un mar tormentoso, también lo conseguirás.
Querido, puedes tener lo que quieras en tu vida y si quieres ser un velero que navegue en un Océano Azul calmo, lo harás, si quieres hacerlo en un mar tormentoso, también lo conseguirás.

Cuando quieres sentir Mi Presencia en tu corazón lo consigues, incluso mucho antes de pensarlo o expresarlo con palabras, porque eres Mi Propio Ser.

Ya sabes que una palabra tan simple como Paz o una más larga como ecuanimidad significan uniformidad de la Paz.

Con esto quiero decirte que puedes atraer hacia ti lo que quieras, sin importar si es largo o corto.

Tal vez, más que pedir, sólo necesites decidirte que quieres algo, para recibirlo sin siquiera pensarlo mucho.

Si realmente quieres ecuanimidad la conseguirás, lo mismo si eliges tener Paz por sobre las emociones y el drama, lo más probable es que la obtengas espontáneamente.

Se trata de querer tener equilibrio en tu vida, para que lo manifiestes y salgas de las subidas y bajadas en tu existencia.

Esto se aplica a lo que te molesta por estar por fuera de la tranquilidad.

Cuando realmente te propones hacer gravitar tu vida alrededor de un balance en completa calma, todo lo perturbador del drama queda al margen de tu existencia.

Cariño, piensa con detenimiento que es lo que quieres para tu vida, si el drama de la ilusión o la Paz de la Conciencia, ya que lo que llames es lo que conseguirás.

Imagina a la vida como un gran Océano Azul, en el cual estás navegando impulsado por los vientos de los éteres, mientras sostienes el timón, mensuras en cual dirección virarás para impulsar las velas y llegar a destino.

Si entras en un frente tormentoso, sabes que debes maniobrar e inclinarte de tal manera, para evitar zozobrar.

Si navegas en aguas tranquilas, también sabes que debes llevar una velocidad que te permita disfrutar del viaje y la calma del Camino que sigues.

Para seguir navegando con pericia en la vida, sólo necesitas saber que tanto la calma, como el drama, se instalan a través de tus pensamientos.

Voy a ir más allá y te diré ,que tu vida se manifiesta según las percepciones y creencias que pones en la hoja de ruta, se trate de tormentas, descontento, aburrimiento, carencia o cualquier otra limitación, lo mismo vale para lo que la vivifica con emociones energizadas por el Amor.

Amados Hijos, las grandes maravillas de una vida saludable y emocionante, vienen de la mano de los pensamientos y forma de sentir con los que carguen el velero que surcan el Océano Azul en sus existencias.







Velero en un Océano Azul



Querido, pregúntate que quieres realmente para tu vida, puede ser que desees tener todo, e inclusive muy poca cosa, pero no dudo que la Paz y el Amor integren las prioridades en tu lista.

Ya sabes que diagramas tu vida a través de las decisiones que tomas, mediante el ejercicio de tu Libre Albedrío.

Entonces las manifestaciones que se plasman en ella son producto de tu libre voluntad.

Por favor no me malinterpretes, que no te estoy culpando, sólo instándote a reflexionar sobre las sensaciones que experimentas de acuerdo a la Energía de la intención con la que revistes tus deseos.

Por supuesto que estás pensando que siempre tienes buenas intenciones, no obstante se manifiestan eventos que te hacen sufrir, por fuera de lo que esperas.

Vuelve a preguntarte si la intención parte de tu corazón apoyada por la Conciencia o de la mente sostenida en los anhelos afines a la ilusión.

Cuando pendes del acantilado es inevitable que te muerdas las uñas porque no sabes cómo hiciste para llegar allí, igualmente cuando navegas en aguas calmas y suaves vientos te alegras de tener equilibrio.

Con este ejemplo me estoy refiriendo a la ecuanimidad con la que encaras a tus decisiones para manifestar tus deseos.

A veces van revestidos de la influencia del ego y la fisicalidad de tu realidad, más que con la Energía de tu Verdad interior presente en tu corazón.

El equilibrio interior te va a traer Alegría, porque la Energía que reviste la intención parte de lo más profundo de tu Ser y se expande hacia aquello afín con esta vibración.

La ecuanimidad no es estéril, no es vacía, está equipada de exquisito asombro cuando te hace pasear por los milagros de la manifestación.

Ten plena seguridad, ya lo experimentaste, que no te va a llevar por un paseo salvaje en una montaña rusa, sino a través con un suave flujo por escenarios apacibles.

No dudo que añores la ecuanimidad de la Paz, pero tal vez, de forma inconsciente, trazas un ritmo salvaje en la manifestación de tus deseos por rodearlos de miedo y duda al desconfiar de ti mismo.

Tú sabes sobre qué estoy hablando, puede que no quieras cambiar y salir de la zona de confort, porque te consterna el sólo pensar que debes modificar viejas creencias limitantes arraigadas con firmeza en lo profundo de tu subconsciente.

La Paz no está constituida de colores apagados, ni monotonía, sino de una gama afín con el Arcoíris de la Luz Blanca del Amor.

Carece del ruido mental habitual, es la música del Alma que refleja las octavas de Mi Energía vital que te estimulan a realizar un viaje salvaje, pero sin estridencias.

Me refiero que mires dentro de ti, para que veas el brillo de Mi Luz y bailes Conmigo libre de timidez y enojo.

Cariño, la Armonía de la Unidad es refrescante y para alcanzarla no necesitas ser un Maestro, Chamán o Ser de Luz Ascendido, porque ya eres un Ángel que ha olvidado como usar el motor del Amor interior para acelerarse a sí mismo.

Cuando te hablo de coraje, me refiero que te apoyes en la fuerza de tu propia Energía interior para que lo hagas apoyado en la tranquilidad natural del Ser, no que subas con intrepidez en las olas de la vida o montes en sus rápidos porque decidiste jugar todas las cartas de una sola vez.

Amados Niños, en sus existencias no requieren temblar, agitarse o empaparse en la realidad de la ilusión del tiempo para navegar en el Océano Azul de la vida con tranquilidad, sino refugiarse en la Paz y Luz del Amor de sus corazones.



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