Heavenletter # 5385 Publicada el 22 de agosto 2015
Dios dijo:
Querido,
puedes tener lo que quieras en tu vida y si quieres ser un velero que navegue
en un Océano Azul calmo, lo harás, si quieres hacerlo en un mar tormentoso, también lo conseguirás.
Cuando quieres sentir Mi
Presencia en tu corazón lo consigues, incluso mucho antes de pensarlo o
expresarlo con palabras, porque eres Mi Propio Ser.
Ya sabes que una palabra
tan simple como Paz o una más larga
como ecuanimidad significan uniformidad
de la Paz.
Con esto quiero decirte
que puedes atraer hacia ti lo que quieras, sin importar si es largo o corto.
Tal vez, más que pedir,
sólo necesites decidirte que quieres algo, para recibirlo sin siquiera pensarlo
mucho.
Si realmente quieres
ecuanimidad la conseguirás, lo mismo si eliges tener Paz por sobre las emociones y
el drama, lo más probable es que la obtengas espontáneamente.
Se trata de querer tener
equilibrio en tu vida, para que lo manifiestes y salgas de las subidas y bajadas
en tu existencia.
Esto se aplica a lo que
te molesta por estar por fuera de la tranquilidad.
Cuando realmente te
propones hacer gravitar tu vida alrededor de un balance en completa calma, todo
lo perturbador del drama queda al margen de tu existencia.
Cariño, piensa con detenimiento que es lo que quieres para tu vida, si el drama de la ilusión o la Paz de la Conciencia, ya que lo que llames es lo que conseguirás.
Imagina a la vida como
un gran Océano Azul, en el cual estás
navegando impulsado por los vientos de los éteres, mientras sostienes el timón,
mensuras en cual dirección virarás para impulsar las velas y llegar a destino.
Si entras en un frente
tormentoso, sabes que debes maniobrar e inclinarte de tal manera, para evitar
zozobrar.
Si navegas en aguas
tranquilas, también sabes que debes llevar una velocidad que te permita disfrutar del
viaje y la calma del Camino que sigues.
Para seguir navegando
con pericia en la vida, sólo necesitas saber que tanto la calma, como el drama, se instalan a través de tus pensamientos.
Voy a ir más allá y te
diré ,que tu vida se manifiesta según las percepciones y creencias que pones en
la hoja de ruta, se trate de tormentas, descontento, aburrimiento, carencia o
cualquier otra limitación, lo mismo vale para lo que la vivifica con emociones energizadas por el Amor.
Amados Hijos, las
grandes maravillas de una vida saludable y emocionante, vienen de la mano de los
pensamientos y forma de sentir con los que carguen el velero que surcan el
Océano Azul en sus existencias.
Velero en un Océano Azul
Querido, pregúntate que
quieres realmente para tu vida, puede ser que desees tener todo, e inclusive muy
poca cosa, pero no dudo que la Paz y el Amor integren las prioridades en tu
lista.
Ya sabes que diagramas
tu vida a través de las decisiones que tomas, mediante el ejercicio de tu Libre
Albedrío.
Entonces las
manifestaciones que se plasman en ella son producto de tu libre voluntad.
Por favor no me
malinterpretes, que no te estoy culpando, sólo instándote a reflexionar sobre las
sensaciones que experimentas de acuerdo a la Energía de la intención con la que revistes tus deseos.
Por supuesto que estás
pensando que siempre tienes buenas intenciones, no obstante se manifiestan
eventos que te hacen sufrir, por fuera de lo que esperas.
Vuelve a preguntarte si
la intención parte de tu corazón apoyada por la Conciencia o de la mente
sostenida en los anhelos afines a la ilusión.
Cuando pendes del
acantilado es inevitable que te muerdas las uñas porque no sabes cómo hiciste
para llegar allí, igualmente cuando navegas en aguas calmas y suaves vientos te alegras de tener equilibrio.
Con este ejemplo me
estoy refiriendo a la ecuanimidad con la que encaras a tus decisiones para
manifestar tus deseos.
A veces van revestidos
de la influencia del ego y la fisicalidad de tu realidad, más que con la
Energía de tu Verdad interior presente en tu corazón.
El equilibrio interior
te va a traer Alegría, porque la Energía que reviste la intención parte
de lo más profundo de tu Ser y se expande hacia aquello afín con esta
vibración.
La ecuanimidad no es
estéril, no es vacía, está equipada de exquisito asombro cuando te hace pasear
por los milagros de la manifestación.
Ten plena seguridad, ya
lo experimentaste, que no te va a llevar por un paseo salvaje en una montaña rusa,
sino a través con un suave flujo por escenarios apacibles.
No dudo que añores la
ecuanimidad de la Paz, pero tal vez, de forma inconsciente, trazas un ritmo
salvaje en la manifestación de tus deseos por rodearlos de miedo y duda al
desconfiar de ti mismo.
Tú sabes sobre qué estoy
hablando, puede que no quieras cambiar y salir de la zona de confort, porque te
consterna el sólo pensar que debes modificar viejas creencias limitantes
arraigadas con firmeza en lo profundo de tu subconsciente.
La Paz no está
constituida de colores apagados, ni monotonía, sino de una gama afín con el
Arcoíris de la Luz Blanca del Amor.
Carece del ruido mental habitual,
es la música del Alma que refleja las octavas de Mi Energía vital que te
estimulan a realizar un viaje salvaje, pero sin estridencias.
Me refiero que mires
dentro de ti, para que veas el brillo de Mi Luz y bailes Conmigo libre de
timidez y enojo.
Cariño, la Armonía de la Unidad es refrescante y para alcanzarla no necesitas ser un Maestro, Chamán o Ser de Luz Ascendido, porque ya eres un Ángel que ha olvidado como usar el motor del Amor interior para acelerarse a sí mismo.
Cuando te hablo de
coraje, me refiero que te apoyes en la fuerza de tu propia Energía interior para
que lo hagas apoyado en la tranquilidad natural del Ser, no que subas con intrepidez en
las olas de la vida o montes en sus rápidos porque decidiste jugar todas las
cartas de una sola vez.
Amados Niños, en sus
existencias no requieren temblar, agitarse o empaparse en la realidad de la
ilusión del tiempo para navegar en el Océano Azul de la vida con tranquilidad,
sino refugiarse en la Paz y Luz del Amor de sus corazones.
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