Heavenletter # 5358 Publicada el 26 de julio 2015
Dios dijo:
Querido,
las ideas te llegan sin que las pidas, son pensamientos diminutos, algunos pueden ser nuevos y otros recurrentes.
Muchas ideas te llegan fácilmente, algunas de
ellas no son deseadas, otras son anheladas.
Muchos de estos
diminutos pensamientos son
revolucionarios, de construcción reciente o duplicadas, e incluso insistentes.
Se podría decir que los
nuevos pensamientos y sus hermanas
mayores las ideas, te rodean y, a
veces, se encuentran con algunos afines y otros poco relacionados.
Tanto las ideas como los pensamientos pueden diferenciarse, agruparse, intercambiarse
entre ellos e incluso hermanarse como si fueran sinónimos el uno de la otra.
Muchos pensamientos te llegan sin invitación y
desearías tirarlos a la basura, como en algunas ocasiones haces con ciertas ideas brillantes que inundan tu mente,
que después de un momento no puedes recordarlas.
Con recuerdo o no, cada pensamiento es un impulso eléctrico en
tu cerebro que contribuye con la sinapsis.
Los pensamientos pueden ser desequilibrantes o brillantes y hacerte
caer en el borde o el centro del mundo.
El mundo entero, en toda
su Belleza evidente, es una imagen o
una idea milagrosa.
Por supuesto, que
mientras te surjan ideas mantente positivo y considéralas reales, ya que te aseguran la conexión a Tierra.
Porque cuando no las
tienes, en cierto sentido, te desconectas de ti mismo, no obstante no olvides, que aunque
permanezcan latentes, siempre estarán revoloteando en tu mente, hasta que te
decidas a buscarlas.
Las ideas y los pensamientos
pueden ser pesados o ligeros.
Los pensamientos son de libre elección, otros por más que busques sus
descargas eléctricas, parpadean pero igual se apagan.
Los pensamientos pueden ser nuevos o recargados, ya que según tus
estados mentales podrán florecer o no.
Los pensamientos vienen y van, se crean a sí mismos y se
encadenan a otros, su flujo es continuo, por eso siempre te surgen nuevos en
reemplazo de los viejos o se sedimentan con éstos.
Por lo tanto, los pensamientos pueden hacerte sentir de
muchas maneras.
Sí cariño, tus pensamientos tienen la facultad de hacerte sentir, algunos te levantan la temperatura y otros te la hacen descender de forma increíble.
Aquí es cuando crees que están fuera de tu alcance, sin embargo, la trayectoria de los pensamientos, nunca está fuera de tu dominio, ya que estallan en tu cabeza.
Amados
Hijos, los pensamientos son iguales a un conglomerado disponible para todos, en
la conciencia colectiva, sólo que aún son muy pocos los que comprenden la
necesidad de desprenderse de la influencia de la masa.
¿Qué son las ideas y los pensamientos?
Querido,
algunos pensamientos son como burbujas parecidas a boyas y otros son calculados, similares
a piñatas que pueden inundarte de claridad o sombras.
Algunos pensamientos son grandes y otros insignificantes, vagos e indefinidos.
Incluso te surgen pensamientos que ni siquiera sabías que tenías, mientras que otros te son muy conocidos porque los has tenido desde siempre.
Hay pensamientos que son tuyos y te atraviesan el corazón, pero hay otros que son ajenos o pertenecen a todos y cuando traspasan tu mente, te desvían del Camino.
Muchos pensamientos pequeños que no se te
ocurrieron antes, los interpretas como ideas.
Las ideas son las bombillas y los pequeños pensamientos son la chispa que las enciende.
No obstante, algunas ideas y pensamientos pueden hacerte destrozos internos.
Los pensamientos y las ideas vienen en color, con tonos frescos como blanco, rosa, o dorado, también los hay grises, e incluso, con mezcla de matices que no sabes
cómo interpretarlos y aplicarlos.
Dentro de la variedad y
tamaño de los pensamientos e ideas, a
través del Libre Albedrío y la Buena
Voluntad, puedes elegir que hacer en mayor o menor grado, de acuerdo a tu
conveniencia.
Los pensamientos e ideas
pueden ser amistosos o extraños, estables o volátiles, tácitos o explícitos,
impetuosos o pacíficos, impetuosos o suaves, profundos o apagados.
Inclusive, pueden ser
iguales a flores, cebollas, mala hierba, abono, forraje, nutritivos,
vigorizantes o desanimantes.
Las ideas pueden encender tu mente, pero tus pensamientos pueden apagarte el corazón.
Puedes intentar negar tus
pensamientos, sin embargo, corres el
riesgo de caer en lo que no deseas, ya que pueden ser díscolos y acumularse, o
marcharse para reaparecer como un batallón.
Ciertas ideas pueden manifestarse de forma
palpable, pero los pensamientos
pueden cuestionar con firmeza su autenticidad.
No obstante, los pensamientos por más evidentes que sean,
son sólo eso, pensamientos, que
pueden incluir reflexiones razonables o sentencias de la mente-ego.
Por eso, a veces se te
dificulta alejar o eliminar sus manifestaciones.
El surgimiento de las ideas, según la nutrición que reciban de los pensamientos, pueden significarte una eyección al Cielo, una pérdida de tiempo, una reconfiguración de viejos paradigmas, una proyección a la Divinidad y la Unidad o un afianzamiento en la ilusión y la Mátrix.
Amados
Hijos, de una u otra forma, entre las ideas y los pensamientos, siempre está de
por medio el lenguaje y, según las palabras que utilicen, los proyectarán con
utilidad o no.
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