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sábado, 28 de marzo de 2015

Temor a rendirse

Heavenletter # 5231 Publicada el 22 de marzo 2015



Dios dijo:



Querido, oigo tu corazón, donde me hablas de tus anhelos más profundos y tu temor a rendirte.
Querido, oigo tu corazón, donde me hablas de tus anhelos más profundos y tu temor a rendirte.

Te escucho decirme:

“Tú eres mi Dios, eres mío y lo sostengo con fuerza, pese que sé que no hay propiedad y Eres de todos.
Sé que no te poseo, aunque me encuentre en la Palma de tu mano.
Cuando pienso en ello y lo pienso mucho, porque Tú me creaste y me hiciste tuyo, me entrego a Ti, soy tu esclavo en el Amor.
Tú eres el Impulso que me invita a seguir y a Ser Uno con los demás todo el tiempo, sosteniéndolos en el Pedestal del Corazón que compartimos.
Sin embargo, los antepuse a tu Presencia, llegaron a asemejarse a ídolos, ¿cómo puede hacerlo?
Pero lo hice en el pasado y por más que el ayer no regrese yo me mantengo en él, considero que seguiré allí aunque no quede nada ni nadie en el mundo.
Durante cierto tiempo gocé de bellos sueños, pero me apegué y quedé atrapado sin poder avanzar.
En este momento entiendo que lo que consideraba maravilloso era una ilusión, aprendí que las fantasías no perduran.
Desconocí que todo el tiempo Tú estuviste cerca de mí y que lo único que importa es el aquí y ahora, que el pasado ya fue y que el futuro aún no se manifestó.
En este presente, Tu Presencia está creciendo en mi vida, haces que el mundo y todo sea real, que vea a mis viejas creencias por lo que son, una irrealidad de la ilusión.
Estoy reconociendo a tu Permanencia y que Eres un Dios de la Verdad en mis sueños.
Yo soñaba todo el tiempo Contigo, que no podía acercarme, verte, oírte o tocarte y lo hacía desconociendo que yo estaba en Tu Sueño, donde me deseas y buscas para que acepte y adore Nuestra Proximidad.
Te agradezco que seas Mi Dios, me veas, escuches y deleites con el Reconocimiento y privilegio de Ser uno de tus Hijos muy Amados.
Reconozco la Grandeza y el Don en el Servicio que me has brindado.
Dios, estoy a tu entera disposición, en este ahora mi vida carecería de sentido si Tú  no estás en ella, sin tu Conocimiento y cercanía, mi existencia sería huérfana.
A través de Tu Bondad, Tú me Elevas la Energía, aumenta mi visión, me permites saber quién soy y adónde voy.
Te agradezco Señor la invitación y acogimiento en tu Mesa Divina.
 Ahora me toca a mí disponer de más sitios para que los demás puedan sentarse también a tu mesa, a disfrutar de la Luz de Tu Amor en la Fuente.
Estoy sorprendido porque, por primera vez, estoy desprovisto de propósitos, salvo el de invitar a los demás a Tu Mesa a disfrutar de la Luz de tu Amor.
Por fin entiendo que es lo que siempre quisiste de mí y todos nosotros.”



Temor a rendirse



Ahora Yo, Dios, respondo a tus pensamientos persistentes:

“Sí, este es el propósito de todo el mundo, “sentarse a mi mesa para disfrutar de Mi Luz y hacerla brillar en todo el mundo y más allá”.
Sin embargo, en el cumplimiento de este propósito, cada uno de Mis Hijos tiene una manera única de servirme con su Expresión del Ser.
Quiero decir que todos en el mundo tienen su propio Camino de Regreso a Mí. 
Resulta inevitable que todos vengan a tomar Mi Mano, algunos antes, otros después.
El tiempo que emplean o necesitan, con frecuencia, los hace temer a rendirse.
Sin embargo olvidan, que en la búsqueda individual de acercamiento a Mí, no está incluida la rendición.

El miedo es la causa principal de todos sus alejamientos y sentido de separación.
En él residen los motivos de los conflictos, luchas y guerras pequeñas o grandes, externas e internas.
Son los disfraces del ego que llevan y los hace rendirse con el apego, la ignorancia, siendo que la Sabiduría es un Don innato de su Ser.
En este presente, estás limpiando, despegándote y aprendiendo con gusto, como recuperar a los viejos Conocimientos y Entendimientos de la Sabiduría del Amor.
Puedo decirte que eres un Aprendiz del Maestro Interior que desterrará a la pequeñez del temor que te inclina ante el ego.
El ego es sólo una parte ínfima de tu Verdadero Ser que se las arregla para magnificarse con fantasías en la ilusión.”

Cariño, entre tú y Yo nunca hubo una guerra, incluso ni el intento, aunque lo hayas sentido así.

Tampoco existió ninguna separación entre Nosotros Dos.

Lo que puedas sentir dentro de la ilusión son las falsedades del ego, para mantenerte en la ignorancia.

Amados Hijos, fundamenten su Ser con cimientos desprovistos del temor a rendirse, desapéguense del falso sentido de propiedad, incluyendo a la posesión del Conocimiento y Entendimiento de la Sabiduría Divina innata e interior.


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