Heavenletter # 5097 Publicada el 08 de noviembre 2014
Dios dijo:
Cariño, la vida en el
mundo es sólo una experiencia que te distrae de la verdadera realidad.
¡Qué
gran contradicción es el mundo!
Esto te predispone a los
opuestos y a una relación confusa con la vida en el mundo.
Te hace fluctuar con
reacciones y acciones polarizadas y contraproducentes, a tu favor o en contra.
Mientras juzgas al mundo
sin piedad, te mantienes apegado a él de la misma forma.
Tú naciste en la Tierra
y te intriga saber con qué propósito.
Tampoco es inusual que
te resulte misterioso que estás haciendo aquí y que se supone debas hacer
mientras continúes en la Tierra.
Sin embargo, hay a tu
alcance infinidad de posibilidades con una ventana
a la Elevación.
Amados, les gustan los
misterios, pero estos pueden coexistir con muchas realidades y varios dilemas, la
mayoría del tiempo, ninguna les reporta seguridad.
Existencia del Ser
Corazón, varias veces les
he dicho a todos, que no necesitan saberlo todo, porque igual van a llegar a
destino.
Hay quienes reconocen y
aceptan Mis Palabras, mientras que otros no lo hacen.
Sin embargo, pese al
enigma sobre porque estás acá, igual puedes cumplir con lo que te propusiste
hacer y lograr la meta que te ayude a elevar la existencia del Ser.
Aunque te encanten las
incógnitas, la vida te presenta más de un dilema y por momentos sientes que
eres detenido por una gran mano que te traslada a lugares arbitrarios, donde
otros parecen tener la última palabra por encima tuyo.
Quieres crecer para
disponer y tomar más decisiones responsables, pero aún no te sientes confiado y
con derechos sobre ti mismo.
El hecho de tener que
ganarte la vida, disponer de un lugar donde cobijarte y enfrentar todos los
avatares del proceso material de tu mundo, te hace sentir que
caminas siempre sobre obstáculos, en una permanente espera que surjan más.
Aquí es donde adquieres un
sentido sobre la vida distorsionado.
Esto es porque se basa en el ansia de tener e incita en ese sentido, pero el fundamento básico está en el acto de dar, para pagar gastos, facturas, impuestos, etc.
Querido, visto desde
este punto de vista, encuentran en sus vidas más sufrimiento que Alegría.
Apego a la vida
Hijo Mío, no es raro que
receles de la vida.
Estas percepciones te
generan interrogantes tales como:
“¿Qué es la vida?
¿Cuál es el sentido de mi vida?
¿Por qué yo?
¿Por qué estoy aquí?
¿Por qué en este tiempo?
¿Qué estoy haciendo aquí?
¿Cuánto tiempo tengo que quedarme aquí?”
Pero pese a todos tus
cuestionamientos, estás apegado a la vida y no quieres que termine.
Se podría decir que la
dualidad te mantiene en una actitud ambivalente, entre querer y no querer que
concluya tu vida, te hace vacilar sobre tu propósito en ella.
Aunque en este presente
seas un Ser Humano, la buena noticia es que tu Ser es eterno.
Corazón, tu Espíritu es
viejo sólo que no lo recuerdas y, con cada encarnación, lo único que muere es
tu cuerpo, mientras que tu Alma se mantiene intacta.
Amados, todos son una
estrella resplandeciente, brillan en la Eternidad e Infinito junto a Mí,
busquen la Luz de Dios en Uds. y se abrirán una ventana a la Elevación.
Ventana a la Elevación
Querido, tú eres la Alegría
de Mis Ojos, te miro a ti y me veo a Mí Mismo.
¿Por
qué no te ejercitas para verme a Mí así te veas ti mismo?
Hijo Mío, busca en tu
interior Mi Luz para que expandas la visión interior y te sirva para mirar con claridad lo que omites
ver.
Este pequeño cambio en
la visión te permitirá hacer la diferencia en el mundo, te ahorrará sufrimiento
y saldrás de las abstinencia de Alegría.
Con frecuencia caminas
con los ojos cerrados, como si estuvieras en un sueño que te impide ver que
tienes un futuro frente a ti.
Permítete conocer que tu
vida vale la pena vivir, por supuesto que sí.
Esto es de suma importancia para
que te desprendas del lastre que te hace considerar a tu existencia vacía y sin
un propósito.
Cariño, tienes que revitalizar
tu Espíritu cambiando tus estados de ánimo.
Sal del declive en tu
vida e inclínate a ti mismo en un ángulo diferente.
Una pequeña inclinación puede
hacerte dar un giro de 360º en la posición del mundo, mejor dicho, elevarte y
situarte a Mi Derecha.
Llévame contigo
conscientemente y mientras lo haces, murmúrate a ti mismo:
“Ven Dios conmigo, para que caminemos Juntos en Unidad con grandes progresos para mi Evolución.
No quiero permanecer más en la quietud del confinamiento, quiero emerger con la Luz de mí Ser.
Ven conmigo para que me enseñes todos los tesoros de tu Legado Divino.
Ven a mí así cambie de ropaje y pueda lucirlo en mi nuevo Camino.
En tu nombre Dios, he levantado el ánimo y por Ti tengo Amor Incondicional por este y todos los días en mi existencia.
Hoy levanté mis ojos para existir en la dignidad de Ser amado y amar desde una Esencia Superior.
Hoy atravesé la ventana a la elevación, porque Tú Dios, estás conmigo.
Hoy comprendí que todo lo que debo hacer es estar Contigo.”
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