Heavenletter # 5111 Publicada el 22 de noviembre 2014
Dios dijo:
Querido, a la única persona que te debes es a ti mismo, tienes obligación
para contigo mismo, tú eres Oro Verdadero de
la Fuente.
De lo que te estoy hablando no es de egoísmo, en absoluto.
Cuando estás a entera disposición de cualquier persona, ésta se considera con
derechos a reclamarte si no lo haces.
Cuando te digo que la única deuda que tienes es contigo mismo, es para recordarte
que debes hacer el bien a la persona que eres tú mismo.
No puedes pasarte por alto a ti mismo, siempre debes obsequiarte hasta el
final, sin relegarte a un segundo o último plano en la existencia.
Ciertamente en la Tierra, tu vida cuenta tanto como la de cualquier otro
Ser, tienes y tienen derechos y privilegios individuales.
Sin embargo, en ninguna parte, dije que el servicio a Dios significa anteponer
las necesidades de los demás por encima de las propias.
Amados, a nivel personal, pueden haber comprobado que no pueden ocuparse de
las necesidades de todos los demás.
Libre Albedrío
Corazón, ya sabes que te es imposible velar por las penurias de todos los
demás, aunque en cierto sentido tú estés al servicio de todos en el mundo.
Sin embargo, ¿qué servicio le prestarías al mundo si antepones a todos por
encima tuyo?
El libre albedrío te permite optar con la renuncia a tu vida para salvar
otra, pero al mismo tiempo, no tienes que hacerlo.
Esta es tu elección y no estás obligado a dar a cada cual lo que posiblemente
quiera, sacrificándote a ti mismo, ya que también tienes una vida por vivir.
Recuerda que estás a Mi Servicio y lo que hagas, lo haces en Mi Nombre,
entonces reserva un poco de respeto para ti mismo.
No por considerarte desinteresado, debes olvidarte de tu propia persona, ya
que si lo das todo, ¿que quedará para ti?
Tampoco seas egoísta, puedes dar desde la Energía del Amor, que te elevará
sin que esto signifique un sacrificio.
Cuando das desde el corazón no es un sacrificio, a la vez que evitas
transformarte en un aprendiz del desinterés.
Cuando hagas una buena obra, siempre que sea con gloria y el mayor bien
para los demás.
Evita alimentar tu ego para probar que vales a ti mismo y a los demás.
Siempre busca ser humilde, que la modestia no significa que te degradas,
sino que valoras al Oro Verdadero con que está dotado tu Ser.
No te hagas picadillo a ti mismo en el afán de complacer a todos los demás.
Hijos Míos, tengan en cuenta que las necesidades de los demás no son más o
menos dignas, sino iguales a las suyas.
Oro Verdadero
Cariño, de forma natural tú ocupas un lugar muy alto junto a Mí y que siempre te perteneció.
En el mundo haz lo que tengas que hacer, sin pretender complacer a todos
los demás, porque la abnegación es el engrandecimiento del ego.
No necesitas ser la persona que más dé en el mundo, sólo un Ser hermoso y
sabio.
No tienes que probarte a ti mismo que vales, tampoco demostrárselo a los
demás.
Sobre la honestidad puede decirte mucho, pero lo importante es que la
ejerzas contigo mismo.
Cuando tengas la sensación que te estás sacrificando, renuncia a ello.
El sacrificio puede responder a un requerimiento del ego, para hacerte sentir noble y esto es algo que no necesitas hacer.
No antepongas los dioses del ego a Mí Esencia, no olvides que al ego le
gusta presentarse a sí mismo de una manera sublime, para sentirse bien.
No estoy a disfavor de sentirse bien y, sin dudas, una buena acción provoca
ese efecto.
Pero ten presente que das para glorificar a tu Ser y el de los demás, no para
engrandecerte a ti mismo o como un pase para entrar al Cielo, ya que siempre
has contado con este boleto.
No necesitas vender tu Ser para ingresar en el Cielo, que ni tú, ni tus
hermanos, encarnaron en la Tierra para sumar puntos y ganar un trofeo, sino
para prestar un servicio al Universo y es el de dar Amor Incondicional.
El Amor no es una mercancía que se da o se quita, edúcate en ese sentido,
para que aumentes la autoestima desde el corazón y no a través de lo
que das.
Tal vez te preguntes ¿Dios por qué me dices esto?
Lo hago para que no te apegues a
dar lo que no tienes o puedes, sólo para complacer a una necesidad del ego.
Puedas dar sin apego, de lo contrario, puedes dar un tesoro a quienes no lo
aprecien o necesiten.
Querido, el oro mal dado es
oropel para quienes no lo valoran, tienen la facultad de transformarlo en un
metal parecido y sin ningún valor.
Amados, siempre tengan presente que Uds. son Oro Verdadero de la Fuente y tienen un gran valor para el Universo.
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