Heavenletter # 5063 Publicada el 05 de octubre 2014
Dios dijo:
Yo Soy el Esplendor, la
culminación de tu vida.
En este momento, ambos
estamos abrazados en el regalo que te di, la vida.
Yo te impulsé, te
protejo y continúo apoyándote.
Corazón, Soy consciente de los asuntos que procesas, una y otra vez, en tu mente y te desgastan.
Corazón, Soy consciente de los asuntos que procesas, una y otra vez, en tu mente y te desgastan.
Quizás atesores los
dones que te di, pero no lo aplicas en la vida misma y eso significa que los
mantienes ocultos.
Tal vez sea, porque temes
permanecer muy cerca de la vida y no deseas involucrarte en ella, por eso
subes y bajas igual que un ascensor.
Amados, están muy atrapados
por los asuntos de menor importancia en la corriente de la vida, que eso los hace
agravarlos y caer en los extremos, una y otra vez, ¿no es cierto?
Suplica a Dios
Querido, Yo te escucho llorar y suplicarme:
“Querido Dios, permíteme saber que es lo correcto, para no equivocarme y no molestarte con mis pesares.
Me encantaría estar libre de importunarte pero, al parecer, siempre estoy montado en el carro del fastidio.
Sabes que, con frecuencia, pienso si otros reflexionan como evitar el sufrimiento a futuro.
Querido Dios, si sólo pudiera pensarlo antes, si sólo tuviera esa posibilidad, me sentiría menos culpable.
Me gustaría saber si otros lo hacen de esta forma, para que les vaya mejor.
Aunque también reconozco, que sin los “hubiera de esto o aquello”, estaría mejor.
No vería tanta gravedad y no me sentiría tan irritado en el presente.
Así si atravieso por un periodo de mala racha, podría erguir la espalda y hacerme espacio en la vida.
Dios, quiero erguirme frente a la vida, quiero dejar de sentirme una hormiga que sube y baja por las pequeñas colinas del malestar y que considero tan importante.
Sé que estoy dotado con tu Sabiduría, para apreciar todo lo bueno y dejar de lado lo que no me sirve en todos los aspectos de la vida.
También conozco la simpleza de tu mensaje “conservar sólo lo que me da Felicidad”, dejando ir a lo que no me funciona.
¿Entonces porqué prosigo alimentándome de pensamientos insignificantes?
¿Por qué los tomo sobre mis hombros y arrastro conmigo?
¿Por qué los atesoro y con frecuencia abro la caja del ego, donde los guardo para examinarlos cual joya preciosa?
¿Por qué derramo lágrimas sobre ellos, una y otra vez?
¡Oh Dios! Me siento cómo un avaro que atesora resentimientos en lugar del Oro de tu Amor.
Amado Dios quiere dejar de guardar lo que no vale la pena, sin ningún sentido y valor para la Elevación de Mi Ser Interior.
Si tan sólo pudiera tirar toda la letanía que se atraviesa en mi mente y que, como un rosario, se repite una y otra vez.
Quiero dejar de brindarle lealtad a todo lo que no vale la pena mantener.
Deseo simplemente centrarme en la Verdad más preciada para mí.
Dios, quiero saborear los hermosos dones que me has dado, ahora sé que eso es todo lo realmente importante y lo que debo hacer en este momento.
Quiero saborear lo fino y valioso para mí existencia, sin importar lo demás.
Dios, me has dotado de cosas muy buenas en las que pensar.
Si yo pudiera evitar aquellas que me desvían del Sendero de la Felicidad, sería un Ser pleno de Alegría y Amor”.
Erguirse frente a la vida
Querido y Amado Hijo de Mi Corazón, entiendo lo que dices en tus suplicas.
Las acciones concretas
para despejar tu camino, la mayoría de las veces, se ven postergadas, como
cuando dilatas los quehaceres domésticos para no ordenar y limpiar tu casa.
Esta limpieza a la que
me refiero, no es solo lavar y volver a guardar, para retener en la mente lo
supuestamente saneado e imaginar que ya no están ahí.
La falta de libertad de
pensamiento que te aqueja, es porque creíste haberlos purificados.
Sin embargo, en lugar de desecharlos los volviste a guardar en el cofre mental.
Sin embargo, en lugar de desecharlos los volviste a guardar en el cofre mental.
La matemática mental es
algo muy simple, si restas lo que no te sirve, debes eliminarlo, no guardarlo
para después buscarle una utilidad por sí algún resultado te falla.
Corazón, permítete
disfrutar de la Belleza de las culminaciones.
De esa forma lo harás también con Alegría y el Amor, dejarás de asimilarte en reflexiones negativas.
De esa forma lo harás también con Alegría y el Amor, dejarás de asimilarte en reflexiones negativas.
Cambia tus parámetros
mentales, para que le hagas lugar a los Diamantes Cristalinos del Saber Divino
en ti.
Podrás ingresa a la
Pureza de tus pensamientos y ver, con una mirada limpia, todo lo que te plazca observar.
Amados, ¿Por qué no pueden alcanzar el efecto
embriagador del Poder del Amor Incondicional en Uds., para mantenerse erguidos frente
a la vida?
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