Heavenletter # 5030 Publicada el 02 de septiembre 2014
Dios dijo:
Querido, de una cosa
puedes estar absolutamente seguro y es que Yo no tengo un ego al cual consultar.
Sería ridículo si
tuviera uno, ya que significaría que tengo que justificar algo de lo que siento.
En ese caso, tendría que
tener pensamientos de protección, defensa o preservación.
Sin embargo, estas ideas
germinan en ti respecto a Mí.
Amados, sus egos les
permiten escuchar a los falsos profetas.
Pequeñez del ego
Querido, la compañía del
ego te susurra en los oídos una amenaza permanente, animándote a buscarla en
todas las circunstancias.
Tu ego, por las dudas, está siempre en
permanente alerta, así estés preparado y a la defensiva.
El ego desde su visión
ínfima, encuentra un delito acechando en cada esquina.
La atención del Ego está
en la pequeñez, lo que lo hace carecer de una gran visión.
¿El ego es lo contrario de Dios?
¿El ego es un opresor con Poder y la fuerza de un ratón asimilado en el papel de defensor?
¿Qué es el ego en realidad?
El ego es el buscador de
la culpa, divisor y separatista, con la creación de la furia para que te pellizque el
corazón.
El ego desde su puesto
de observación, entreteje pensamientos retorcidos, adjudicándose el rol de censor
y crítico, siempre insatisfecho y descontento, porque no se le concede la
suficiente deferencia.
El ego inflama, angustia
y ataca el bajo vientre, robotiza el paso del Ser, conserva la espada en la mano,
siempre listo para deslizarla a quien no le preste la debida condescendencia.
Amados, el ego es un
guerrero de gruesa armadura que cabalga desde su posición sobredimensionada,
siendo que es inferior a la liendre de un piojo.
Dios Verdadero
Querido, ¿sería Dios si tuviera ego? ¿Podría Ser en el
Cielo y la Tierra?
Si fuera así Yo no sería
Dios, sería un llorón que no podría reinar.
Mis lamentos rebotarían en
todo el mundo y me sería imposible evitar los dardos.
Me convertiría en un Guardián
de las puntuaciones.
Esta sería una imagen
muy lejana de un Dios Verdadero.
Estaría reducido a Mí
propio ego, renunciando al Ser Yo Soy de la Existencia.
El ego tiene un pequeño
dominio en el mundo, mientras que en el Cielo no posee ninguno.
El ego no tiene cabida
en el Cielo, le sería imposible ingresar porque tendría miedo, ya que aquí
desaparecería.
Amados, el ego sabe que
no hay lugar para él en el Cielo, aquí no podría elevar la cabeza, por lo
minúsculo de su tamaño, sería imposible verlo.
Ser Yo Soy
Querido, cuando el ego es
diminuto, no se lo puede ver, se marchita y desintegra a sí mismo.
El ego depende para su
subsistencia de ti, así puedas nutrirlo.
El ego perecería, si no
fuera una estrella tan henchida en su propia importancia.
Cariño, Mi Ser y el tuyo
no requieren de tanta importancia para poder existir.
Al estar instalado en la
Tierra se siente soberano y, con gran aplomo, te induce a verlo,
autoproclamándose “tu salvador”.
Me resta importancia a Mí,
tu Dios, mientras en algún lugar de tu mente, fuma la pipa de la paz contigo.
Yo Soy el Único que te
reverencia con complacencia, por maravillarse con sólo verte.
Yo me pongo de pie ante
ti, sirviéndote de escudo para atajar los dardos y flechas que el ego te lanza.
Yo te cubro con mis
brazos, protejo la integridad de tu Ser, para que tu ego o el de los demás no
te dañen.
Amados, no escuchen las
pretensiones del ego cuando actúa en Mi Nombre, su respuesta no es tan rápida
como la Mía.
Arraigo del ego
Querido, el ego es un estafador
y vendedor de falsas ilusiones.
Con seguridad te ha
engañado y timado muchas veces.
¿Reflexiona, crees que necesitas al ego?
El ego en todo tiempo y
lugar, siempre ha sido un fraude, un incitador que inicia los incendios, empieza
las conflagraciones y activa las bombas.
Bien podrías decirme, Dios,
si el ego es menos que nada:
¿Por qué insistes que no existe, sin embargo está presente en mí?
¿Por qué me alertas de la mezquindad del ego?
¿Por qué me hablas del ego como si fuera un enemigo mortal?
¿Por qué no simplemente lo ignoro?
¿Eso es lo que Tú quieres que hagamos, no es así?
¿Por qué no actúas y lo alejas de mí?
Amados, el ego no
existe, sin embargo está tan arraigado en Uds. que es duro, estridente y
violento.
El ego carece de una gran visión
Querido, el ego toma falsamente
la delantera, Yo quisiera sacarlo de tu cabeza para qué avances más allá de su
influencia, sin embargo, no puedo porque es tu creación.
El ego es un personaje inventado
por ti, recibe tu aclamación y atención.
En las buenas exalta tu
grandeza y en las malas te aprisiona con el pesar, la tristeza y el demérito.
Siempre he tratado de
abrirte los ojos, para que pueda desaparecer de tu vida y la faz de la Tierra.
Las picaduras de las
hormigas duelen, aunque sean muy pequeñas provocan dolor, siendo el ego tan ínfimo, sin
embargo, se interpone en tu camino a lo grande.
El ego realmente no
existe, pero se interpone en tu camino porque no lo dejas atrás.
Cariño, el ego existe porque
tú le otorgas un derecho inmerecido y él es muy rápido para posicionarse e incitarte
a la lucha.
Cuando trasciendas las
contiendas del ego y la influencia que ejerce en ti, entonces conocerás la
Libertad y la Paz en el Ser.
Amados, permítanse
percibir que el ego carece de una gran visión, así dejen de vivir bajo el
influjo de sus alfilerazos y puedan aunar sus mentes con el corazón.
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