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martes, 22 de julio de 2014

Sigan avanzando

Heavenletter # 4982 Publicada el 16 de julio 2014


Dios dijo:



¿Porque cuando te sientes ofendido se te disparan sentimientos contradictorios?
¿Podrías admitir que hay muchas cosas que no entiendes y descrees, pero igual las consideras como Verdad?

¿Cuál es la razón o necesidad para qué hagas esto?

En este momento me estoy refiriendo al tipo de cosas que te disparan sentimientos contradictorios, cuando consideras que encierran una afrenta.

Querido, el tipo de preguntas que deberías hacerte cuando hablas a los Cielos Todopoderosos, son:

“¿Por qué que hablan de mí de esa forma? 

¿Por qué lo hacen con tanta crueldad? 

¿De dónde les salió tanta ferocidad? 

¿Por qué simplemente no me aleje? 

¿Por qué me quedé a avivar más el fuego? 

¿Por qué me deje llevar por mi orgullo?”

Y así sucesivamente, podría proseguir indefinidamente.

Amados, estas y otras preguntas más, giran en círculos y son difíciles de evitar.




Vivir desde el corazón



Acepta por un momento que, a veces, te irritan las palabras o acciones de otro.

Aunque no siempre sea el caso, sólo por un instante, acepta que este es el punto de partida.

Sin embargo, en este momento, vamos a decir que eres bueno en eso de estar enojado e irritado.

Partiendo de esta base, tal vez, te podrías hablar a ti mismo de esta manera:

“No importa qué tan irritado pueda estar con una persona. 

No importa cuán justificada sea la ofensa, no voy a mantener inquina contra de ella. 

Aunque me haya insultado, tengo cosas mejor que hacer que guardar rencor. 

La próxima vez que la vea no me pondré rígido, ni trataré de evitarla. 

Tampoco le ocultaré mis ojos o 
la miraré fríamente . 

Si me saluda, le responderé cordialmente. 

No sostendré rencor hacia ella, ni cualquier vestigio de resentimiento. 

Si actúo de forma contraria es porque conservo la ofensa con una negatividad indeleble. 

Me propongo borrar de mi corazón esta mancha para siempre”.




Dejar ir



Supongamos que organizaste una fiesta al aire libre y empezó a llover arruinando el festejo:

¿Conservarás un resentimiento eterno hacia la lluvia? 

¿Te sentirás ofendido con la lluvia para siempre? 

¿Se te agitará el corazón cada vez que llueva? 

¿Personalizarás a los días de lluvia por ese incidente?


Querido, entiéndeme, no te estoy pidiendo que olvides y perdones.

Sólo te estoy pidiendo que lo dejes ir, para que no mantengas al pasado siempre en tiempo presente.

Amados, cuando la escena ha terminado, sigan avanzando.




Sigan avanzando



Tal vez, puedas decirte a ti mismo algo como esto:

“Sin dudas lo que dijo e hizo esta persona fue arrogante y cruel, incluso encierra mucha ignorancia. 

¿Voy a ser mejor si me permito reaccionar de igual forma, con arrogancia, crueldad e ignorancia? 

A partir de ahora quiero dejar ir el incidente, alejaré este pensamiento como lo haría con un mosquito que me ha picado.

En retrospectiva y pensándolo con más detenimiento, no teníamos una gran relación. 

Demostró no ser leal, en la primera de cambio me dejó en la estacada, ofendió y defraudó. 

Demostró que yo no le importaba y que lo que nos unía no era verdadero. 

De ahora en más me concentraré en la clase de persona que soy. 

¿Qué tipo de persona soy? 

¿Por qué me ofendo tan rápidamente? 

Si me hago eco del insulto me inferiorizo. 

El que no me subordine o responda al ataque, no significa que huyo o tenga miedo. 

Si me permite, puedo sostener una buena relación con esa persona y, si no lo consigo, al menos, mantendré un trato agradable cada vez que la encuentre. 

No me sirve conservar un perenne sentido de peligro o rigidez en mi espalda cada vez que la vea. 

Tampoco me sirve agrandarla o empoderarla por sobre mí, como no me es útil hacerlo con mi persona. 

Yo no tengo que hacer nada, para ser algo que no soy”.

Amados, sólo sean Uds. mismos para que sigan avanzando.



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