Perdón a uno mismo

Heavenletter # 4936 Publicada el 31 de mayo 2014

Dios dijo:

Ya es tiempo que te perdones, tanto de las malas acciones del pasado, cómo de aquellas que estás arrepentido por no haberlas hecho.

¿Por qué te pesa lo que no hiciste?

Ahora, es demasiado tarde.

Lo pasado, pasado es y es absolutamente necesario que lo dejes ir.

Querido, tienes que dejar de llevarlo a cuestas.

Desandar el camino

Nadie en la Tierra puede rehacer el camino que ya transitó.

Oh, sí, seguramente me dirás que sientes dolor porque fuiste lento para ejecutar lo que quedó inconcluso.

Y por tu inconsciencia en ese momento, te consideras inhibido y ahora quieres remediarlo.

Debes dejar ir a todas las cuestiones que te atormenten, debes desengancharte de ellas.

Que beneficios te reporta revivir continuamente a estas autoacusaciones.

Si se trata de una persona, tal vez no sepas dónde está, si vive o no.

Y si tu arrepentimiento profundo responde a algo material que no hiciste, el camino que te gustaría volver a transitar es relativo.

Cualquiera sea la circunstancia, de nada te sirve atormentarte en el presente, porque la culpa te traerá un dolor en el corazón que no te dará tregua.

Amados, perdónense a sí mismos y a quienes les hicieron daño, para que dejen de revolcarse en el remordimiento, el enojo, la culpa y el dolor.

Esclavitud de la culpa

Amados, no pueden seguir sintiendo dolor o sufrimiento por un ser que ya no está, sea vivo o muerto, lo mismo vale para las circunstancias que hayan hecho o dejado de hacer.

Porque tienes que hacerte esto, dejándote llevar por remordimientos, dolor y culpabilidad atroz.

Con la culpa, lo único que haces es esclavizarte y azotarte a ti mismo.

Cuando te remontas al pasado, te flagelas a ti mismo cien veces, porque cuando lo haces con enojo hacia los demás, se llama resentimiento y rencor.

Queridos, no guarden rencor hacia sí mismos o los demás, porque con cada día que transcurra, irán restándole consciencia y encasillándolos en esta forma de pensar.

Ejercer gratitud

Piensen ¿Se fustigarían a sí mismos, una y otra vez, porque no saben cómo se escribe una palabra?

Aunque esta incorrección les haya significado perder un concurso de ortografía, ¿igual se autocastigarían?

Yo te suplico que dejes de lado cualquier cosa que te cause una pizca de dolor.

Vive cada día desde el hoy y deja pasar el ayer, no prestes atención al día anterior, ni a los años que pasaron.

La gratitud sustituye al dolor, pesar, tristeza, ansiedad, culpa y a cualquier negatividad.

Ahora que lo sabes mejor, ejercita el agradecimiento.

Reconoce y complácete cada vez que veas algo diferente en ti y los demás.

Ser agradecido te capacitará para expulsar los sentimientos limitantes que albergas y saldrás adelante sin dejar rastros en ti.

Perdón al pasado

Queridos, nadie los liberará o ayudará a limpiar lo que les ha causado esta confusión tormentosa que los martiriza y aplasta.

Nadie, que alguna vez haya sido herido o descuidado por Uds., querría quedar vinculado a un pasado mancomunado con dolor y pesar.

Entonces liberen a los que los ofendieron, sea irreflexiva o deliberadamente.

Amados, perdonen su pasado, déjenlo ir, limpien sus pensamientos dolorosos.

Renuncien a todas las cosas que han dicho o dejado de decir, libérense de los sentimientos que pudieron tener o no. 

El tema de hoy es dejar ir para liberar al arrepentimiento y la culpa que te detienen.

Si en el presente surgen nuevos problemas, siéntelos en el momento y luego déjalos partir, no los retengas, ni acumules.

Perdónate, di que lo sientes, para que experimentes un gran alivio, así hoy mismo cierres el capítulo.

Perdón a uno mismo

Amados, tienen demasiados libros abiertos en sus mentes, tal que se podría decir que se han convertido en contadores de sus propios débitos.

Olvídense del déficit, para que recuerden los créditos y los sumen al activo de sus existencias.

Si mantienen las ofensas en sus cuentas y no las descargan con el perdón, acumularán un pasivo de lamentos.

Salden sus cuentas pasadas, no esperen más.

No puedes volver atrás para remediar la parte que te tocó.

Sin embargo, hoy tienes la oportunidad de avanzar, para sentirte bien contigo mismo.

Cada día puedes ser más reflexivo para no herir a otras personas o permitir que los demás te afecten con su proceder.

Perdónate a ti mismo tanto por el viejo pasado, el día de ayer y los errores del presente.

No te transformes en tu propio juez, jurado, oficial de libertad condicional y  verdugo.

Ayúdate escribiendo tú mismo la eximición que te libere permanentemente de toda culpa.

Queridos, libérense del pasado, perdonándose a sí mismos y los demás, “Esta es Mi Voluntad”.