Heavenletter # 4921 Publicada el 16 de mayo 2014
Dios dijo:
Ahora te diré algo sin
precedentes, posiblemente desconocido para ti y me encantaría que aceptaras este
concepto:
“Tú no has hecho nada malo”. ¿Esto te parece absurdo?
Lo absurdo es que sigas
corriendo alrededor de la idea que hiciste algo malo, permitiendo que las cosas
vengan a ti en forma de deuda.
Si no te convences que estabas equivocado, ¿Por qué debes seguir cercándote con el
concepto que hiciste algo malo?
Yo no estoy de
acuerdo con conceptos cómo correcto, derecho, mal o bien.
Queridos, no hay
absolutos y les repito que “son buenos, tal como con, sin importar lo puedan
haber hecho ayer”.
¿Han cometido errores?
Ciertamente, tal vez
demasiados para contarlos.
Piensen, si no se
hubieran equivocado, entonces porqué de niños:
¿Los regañaban,
dieron nalgadas o pusieron de pie en una esquina?
¿Acaso no se
sonrojaron de vergüenza?
Quizás, derramaron
tinta y los reprendieron de tal forma que los hicieron sonrojar.
En la actualidad,
puede parecerles que no fue tan terrible el haber volcado tinta
accidentalmente.
Aunque haya sido deliberado,
desde sus actuales puntos de vistas, no justifican de ninguna forma haber
experimentado una reprimenda y vergüenza.
Ahora, déjenme
ponerlo de esta manera: “Sólo pueden actuar a
nivel de sus conciencias, porque hoy no están, donde estaban ayer”.
No se etiqueten a sí
mismos y una vez más les digo que dejen ir el pasado.
Ya no se acusen inútilmente
a sí mismos, por lo que ocurrió en el pasado.
Errores y equivocaciones
Ahora hay otro punto
que me gustaría aclarar.
Algunos errores que
les pueden parecer cómo tales, no lo son.
Bien pueden estar
equivocados, si consideran que no conocen toda la historia de lo que cometieron
mal.
Desconocen si algo
bueno pudo haber salido de todo lo que consideran que no es correcto.
Si no pueden ver el bien
en todo, entonces, al menos, reconozcan que lo bueno puede emanar de cualquier
cosa.
Los héroes no nacen,
se hacen e igual que las Cenicientas, salen de las cenizas, a esto no lo
pueden ver, sin embargo reconocen la
posibilidad.
Respecto de extraer
lo bueno de las equivocaciones, aunque no lo puedan ver, al menos acepten la
probabilidad.
Empezar de nuevo
Oh, sí, te estoy escuchando
decir:
“Tal vez robar una galletita no fue algo realmente malo,
pero matar a mi hermano:
“¿Es una intención equivocada?” “¿Qué hay del “No matarás?”
Yo no les estoy
aconsejando que salgan a matar, robar, codiciar u otras cosas por el estilo, sólo
estoy diciéndoles que no hay ningún acto imperdonable.
Sé que Uds. a ciertos
actos los consideran imperdonables.
Uds. se lamentan y
arrepienten de muchos actos, los hayan ejecutado o no.
Yo ahora les digo, basta, es suficiente, déjenlos en paz y empiecen de nuevo.
Apego
Hijos Míos, por una
razón u otra, siempre están pensando que se equivocaron, al punto que un acto
de bondad pueden verlo cómo una mala acción o una tontería.
Entonces, no creo que
se autoaprecien o autovaloren lo suficiente y no lo digo como excusas para sí
mismos u otros.
Simplemente, lo estoy
diciendo para que vayan más allá del aferramiento y el apego de lo que sólo
puede ser el pasado.
Hijos Míos, muchos se
han autoproclamado culpables, incluso sin importar la causa.
Algunos se condenan con
culpabilidad, incluso a futuro.
Quitar la culpa
Les pido que quiten la
culpa de la faz de la Tierra.
La culpa no es su
amiga, aunque pueda ser leal, la culpa no es amiga suya.
No los beneficia
aliarse a la culpa, tampoco lo hace con el mundo, porque mientras la mantengan con
Uds., hacen al mundo culpable.
Desháganse de la
esclavitud de la culpa, tal como hacen con un pesado chal en verano.
Uds. tienen libre
albedrío para autoproclamarse inocentes y no condenarse a sí mismos o a los demás
con un sentimiento de culpa.
La expresión: “Deja ir a mi pueblo”, tiene muchas
capas de significados y el concepto aquí es “Deja
ir a mi pueblo de la culpa”.
Ni un instante más, continúen imponiendo sentencias de culpabilidad para sí mismos u otros, .
No se condenen con culpabilidad, de ahora en adelante, libérense y “Empiecen de nuevo”.
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