Heavenletter # 4855 Publicada el: 11 de marzo 2014
Dios dijo:
A veces la tristeza te
embarga.
A veces el dolor que
sientes viene del pasado y, en ocasiones, te llega no sabes desde donde, como
si saliera de la nada.
Puede venir de un
evento o realización reciente en tu vida, de lo que Uds. llaman pérdida.
En estos momentos, supones
lo que la vida significa, pero ni siquiera lo sabes.
Podrías, incluso, llegar a verla por lo
que es realmente, una ficción.
¿Quieres aferrarte a la vida en un mundo que es inestable?
Puedes sentirte
abandonado, pero dejar ir no es abandono.
A veces, sin embargo,
puedes abandonar tu alegría en la vida.
Ni siquiera sabes lo que
existe o simplemente no crees en la vida nunca más.
Tú te inclinas a ver
esto como pérdida, tal vez como la mayor pérdida de todas.
Hasta el momento, en
toda tu vida, participaste creyendo en ella, pero ahora puedes sentirte
desconectado.
La vida relativa puede
mantener sus tentáculos alrededor tuyo y cavar muy profundamente dentro de ti.
Entonces, en vez de
sentirte liberado, puedes sentirte despojado, perdido en ti mismo.
Existe la posibilidad
que hayas alcanzado un mayor nivel de conciencia y estás teniendo dificultades
para ubicarte en este nuevo estado.
Puedes sentir que estabas
en un país, pero ahora estás en otro y no sabes cómo llegaste allí.
Amado, la vida te trajo
hasta aquí, tú Intención te condujo hasta aquí.
Durante un tiempo te
sentirás fuera de lugar.
Querido, tus barreras han
desaparecido y las echas de menos.
Estoy hablando sobre tu percepción de la pérdida de límites, que es lo que has estado pidiendo, simplemente no sabías que sería así.
Quizás sientas una gran ausencia de todo lo que conocías.
Impulso fuera de la zona de confort
Dios te hace girar a
través del Universo y te resulta inquietante.
Fuiste impulsado fuera
de tu zona de confort y sientes el contraste.
No sabes muy bien cómo
manejar esto:
¿Dónde está la paz y el amor que pensabas iba a colmarte?
¿Dónde estás?
¿Quién eres tú?
¿Adónde se ha ido tu identidad?
Estabas tan identificado
con los límites que ahora te sientes perdido.
Puede tomarte un tiempo sentir la comodidad en tus zapatos nuevos.
Tú puedes sentirte
perdido, sin embargo, te has encontrado.
Te sientes aligerado,
sin presión, al principio puede sentirse así, cuando los límites desaparecen.
Se paciente contigo
mismo hasta que puedas caminar con más equilibrio en lo que podríamos llamar,
una “tierra de nadie”.
No puedes creer que estés
en el Cielo.
De hecho, tal vez sientas
que fuiste expulsado del Paraíso y aterrizaste quien sabe dónde.
Vas a recobrarte, lo
harás, aunque no te sientas en este momento estabilizado.
Bríndate la oportunidad
de habituarte, por más que te parezca que el Fervor y la Emoción te han abandonado.
No puedes creer que la
calma se trate esto, que esta sea la paz.
Suponías que la paz iba a ser espléndida, brillante y no plana.
Puedes sentir que algo está mal contigo, mientras haces el intento de entender que está pasando.
Dejar de luchar
Antes vivías con una
falsa sensación de seguridad, ahora acampaste en el Paraíso.
Ahora puedes dejar de
luchar, ya lo hiciste toda tu vida.
La lucha junto a la
vaguedad e inquietud han terminado, junto a los puntales que las sostenían.
Ahora eres libre, tienes
alas y temes caerte, porque te sientes como un pájaro joven recién expulsado
del nido que aterrizó en medio del aire.
Todavía sigues
comprometido con la idea que las barreras son imprescindibles para ti.
Esos límites que durante
mucho tiempo gobernaron tu vida, pero ahora no tienes más límites, ni barandas
alrededor donde agarrarte.
¿Pensaste que entrar en la Inmensidad sería un juego de niños?
Serás como un ave que ha dejado su jaula y no se sabe qué hacer con su reciente libertad.
Pronto encontrarás una ventana por donde
salir.
Vas a volar hacia la Inmensidad.
Recuperarás el tiempo perdido.
¡Te doy la bienvenida!
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