MENSAJE ESPIRITUAL del MAESTRO SANHIA : ¿COMO AFRONTO el MIEDO a la MUERTE?

 

MENSAJE ESPIRITUAL del MAESTRO SANHIA
 
¿Cómo Afronto El Miedo A La Muerte?

 

Hay un dicho popular que dice: no hay nada más seguro que la muerte y los impuestos.

Dentro de la ilusión, estaríamos de acuerdo en que la muerte es segura.

Impuestos, bueno, tal vez también lo sean, a menos que pueda averiguar cómo evitarlos.

Es broma.

Hoy veremos a la muerte, de una manera un poco diferente.

La mayoría de ustedes, tiene miedo a la muerte.

Quiero cuestionar, la forma en que miras la muerte, y te pido que consideres la posibilidad de que realmente sientes más atracción por la muerte que terror por ella.

Es posible que se estén devanando la cabeza en este momento, y se les ocurra la idea de que al menos aquellos que se suicidan, deben sentir cierta atracción por la muerte, ya que han tomado esa decisión.

Quizás te estés preguntando, dónde está la atracción, para quienes parecen morir por accidentes, enfermedad, vejez, violencia, guerra, etc.

Quiero dejar bien en claro, que toda muerte, es suicidio.

Todo está elegido.

Nunca hay víctimas.

Entonces: ¿por qué la gente, querría suicidarse?

Ahora, estamos empezando a llegar a alguna parte.

Volveremos, como hemos hecho varias veces en los últimos mensajes, a lo que podríamos llamar la historia del origen.

Aquí es donde tuviste la loca, loca idea, de que sería divertido crear una identidad, una individualidad que estuviera separada de Dios.

Esto, por supuesto, no fue posible, fue solo una idea, nunca sucedió realmente; es solo un sueño en el que te encuentras, creyendo que es real.

No tienes memoria consciente de esta creación, pero lo que pensabas en ese momento, era que mataste a Dios y tomaste Su lugar.

En lugar de que Dios sea tu Creador, se consideró a sí mismo como su propio Creador de tu nuevo individuo, y como el Creador de tu experiencia.

Ahora bien, esto significa, que llegaste a esta experiencia ilusoria con sangre en tus manos.

Creías que habías matado a Dios.

El Espíritu se ríe mucho de esta idea; es un concepto divertido.

Sin embargo, Dios, es Todo Lo Que Hay.

Dios es el Creador y el Ser de todo, y no puede ser destruido, ni nada puede ser creado fuera de Él.

Pero, te convenciste de que realmente, habías llevado a cabo esta revolución violenta.

Luego creaste estos cuerpos, y este Universo físico, para desaparecer.

Cubriste tu rastro con una rama figurativa de hojas, para ocultar tus huellas, y las de Dios.

Así que ahora, crees plenamente, que son solo estos cuerpos, y que este sueño es real.

Además, sigues negando que mataste a Dios.

Esa culpa es demasiado aterradora

Al mismo tiempo, muy dentro de ti, en tu mente, sabes que este asesinato, no sucedió.

Tu mente verdadera, sabe que eres UNO con Dios, que eres Divino, y esa parte de tu mente, a la que llamaremos Espíritu, te guía, y eventualmente, te llevará de regreso a casa, fuera del sueño.

Sin embargo, la parte más ruidosa de tu mente, a la que inicialmente se le ocurrió esta loca idea y que llamaremos ego, alienta la culpa por este parricidio.

Sólo existes, dice la mente del ego, porque mataste a Dios con éxito.

Tu mente verdadera, sabe que este asesinato, simplemente, no fue posible.

La mente del ego, proporciona el miedo adicional, de que solo trataste de matar a Dios.

Pero aún está VIVO.

Y viene tras de ti.

 A partir de esta culpa y miedo, has creado un cuerpo.

Este cuerpo creaste.

Diseñado para romperse, y morir.

Los cuerpos, están programados para enfermarse, envejecer, y finalmente dejar de funcionar por completo.

Y todavía no hablamos del mundo que configuraste para que ese cuerpo viva.

La mala noticia desde el punto de vista del ego, es que la muerte es segura.

Pero esa mente egoica, también te ha convencido de que la muerte, es necesaria para que Dios te perdone.

Quizás al perder esta vida, robada a Dios, Él te perdonará.

En un giro más perverso, tu muerte, prueba que estás vivo, y tienes una existencia separada.

Para la mente del ego, sin muerte, no tienes vida individual.

De todos modos, el temor profundo, es que Dios se vengará, porque es más poderoso.

Y así los locos guían a los locos.

Dios ya te ha perdonado, y siempre lo hará.

Para empezar, nunca hubo ningún juicio, nada que perdonar.

No es posible que hayas matado a Dios.

Él no participa en esta pesadilla tuya, y solo ve tu presencia divina.

La parte de ti, que está en el sueño, realmente quiere despertar.

La atracción por la muerte, es parte de la esperanza por el perdón de Dios.

Pero estos en su mayoría, no son pensamientos conscientes.

También es una parte del deseo de salir, del infierno que has creado.

La muerte puede parecer un escape del dolor y sufrimiento.

La verdad es que el cuerpo no es real.

No hay tal cosa como la muerte.

La vida y la muerte no son opuestos.

La muerte no existe; es solo parte de la ilusión.

Solo existe la vida.

Cualquier cosa que pueda morir, terminar, o cambiar, no es real.

No tiene vida.

Una vez más, el cuerpo no es real, por lo que no tiene vida.

Este evento que ustedes llaman muerte, es algo que nunca ha sucedido, y nunca podría suceder.

Sólo la forma cambia, y la forma no es real.

Toda forma es ilusoria.

Por eso, llamamos ilusiones al cuerpo, y la muerte.

Has creado esta ilusión, para que sea necesario morir.

En la ilusión, puede parecer que obtienes otro cuerpo y juegas este juego una y otra y otra vez.

Mientras tanto, la verdad de ti, simplemente es.

El tú humano, tiene dos opciones: puedes escuchar al Espíritu sobre la muerte, o puedes escuchar al ego sobre la muerte.

El ego te dice, que la muerte es algo que temer, o dar la bienvenida, que es necesaria, e inevitable.

Acompañando la imagen del ego, está el terror de la inexistencia absoluta, el miedo a que no haya continuación de ti, después de que el cuerpo muera.

Para muchos humanos, esa es la creencia.

Eso es todo, fin de la historia.

El ego te dice que quien eres es tu cuerpo.

Desde ese punto de vista, comienzas al nacer, y luego, estás ocupado muriendo.

Estás en una trayectoria, y el blanco es la muerte.

Esto es lo que sucede, en la ilusión de creer, que tienes una identidad separada de Dios.

Tarde o temprano, la identidad separada, tiene que morir.

Toda la idea de tener un cuerpo, se centra en la muerte.

La muerte, le da sentido al cuerpo.

Por eso te atrae la muerte.

Sin muerte, el cuerpo no tiene sentido.

El espíritu, por otro lado, te recuerda que no eres tu cuerpo, y más allá de eso, no eres una identidad separada.

Eres Uno con Dios.

Ustedes son Uno, con los demás.

Eres Uno, con el Espíritu.

Todo lo que puede morir, es la identidad separada, el sueño.

No puedes morir porque estás vivo.

Eres creado por Dios, a imagen de Dios.

Simplemente eres.

No hay tiempo, no hay espacio, no hay fisicalidad.

Simplemente eres.

Tu único trabajo, mientras tienes la experiencia de estar en un cuerpo separado, es despertar a la verdad de Quién eres.

Cuando despiertas por completo, ya no tiene ninguna función, tener la ilusión de un cuerpo.

Ante el mundo, puede parecer que has muerto, pero tu consciencia sigue siendo, ascendiendo.

Deja atrás la ilusión y la identidad personal, y acepta conscientemente, ser Uno con Dios.

Parte de las buenas noticias, es que no hay absolutamente ninguna diferencia si mueres, porque la muerte no es real, tu cuerpo no es real.

La verdad de ti siempre existe.

Quizás parte de la ilusión parece ser la creación de otro cuerpo, pero eso no será más real que el que soltaste.

Lo único seguro, es que, en algún momento de la ilusión, tus ojos se abrirán y dirás: nada de esto es real.

Y lo sabrás absolutamente.

Sabrás quién eres: inocente, perdonado y amado incondicionalmente.

No hay miedo; no hay dolor.

No hay muerte.

Cuando llegas a la paz absoluta con la muerte, sin sentir miedo ni atracción, eres libre.

Ya no importa.

No importa lo que te pase.

Mientras tanto, mira a tu alrededor, observa a la victimización relacionada con la muerte: víctimas de contaminación, víctimas de abuso de sustancias, víctimas de violencia física y guerra, víctimas de enfermedades.

Dondequiera que veas, reconoce lo que es: la elección de la muerte.

Si algo de esto te preocupa, entonces también tienes dudas similares.

Reconociéndolo, las traes a tu espíritu.

Las sigues trayendo de vuelta, cada vez que aparece.

Pides ver la muerte, a través de los ojos del Espíritu, en lugar de los del ego.

Por otro lado, a medida que seas capaz de soltar esta relación del ego, encontrarás que tu tiempo en un cuerpo, será cada vez más pacífico, amoroso y seguro.

Si el significado de la vida para los humanos es la muerte eventual y no le tienes miedo a la muerte, entonces la vida, como la has conocido, no tiene significado.

Si seguir con vida, ya no importa: ¿cómo puede cualquier otra cosa, ser de verdadero valor?

Qué gran paso hacia el despertar, es el darte cuenta, de que la única razón para cualquier cosa, en tu llamada vida, es ayudarte a despertar.

En conclusión, tu trabajo, es curar tus problemas con la muerte.

Tu trabajo, es recordar que la vida y la muerte no son opuestos; son mutuamente excluyentes.

 No puedes tenerlos a los dos juntos.

La vida es eterna y verdadera.

La muerte es una ilusión, no tiene realidad.

No pierdes la vida cuando mueres, porque tu cuerpo no está vivo.

Puedes permanecer en un cuerpo por un período indefinido, con la consciencia de que nada de él es real.

Esto nunca significa, que pida apoyo al Espíritu, para guiar a otros.

Tal solicitud solo puede provenir del ego.

Sanar a otros no es tu tarea.

Reconoce que tu deseo de ayudar a otros es siempre, un clamor a tu espíritu.

En un estado despierto, es el Espíritu quien te toma completamente y te guía.

Los terceros, no son de tu incumbencia.

Si te quedas en la ilusión al despertar, o te vas, tampoco es tu decisión.

Tu única parte, como individuo aparentemente separado, es despertar.

Despierta, no puedes tener ningún pensamiento separado del Espíritu.

 

Dios te bendiga

 

Sanhia

 

Ulla Lindgren