miércoles, 11 de marzo de 2015

Tsunami de Amor


Jesús - John Smallman



Todos están ahora envueltos y supra-irradiados, a cada momento, por el Tsunami de Amor.
Todos están ahora envueltos y supra-irradiados, a cada momento, por el Tsunami de Amor.

¡Nadie es indigno del Amor de Dios, por lo tanto nadie es indigno de amarse y amar!

La única razón por la que Uds. retienen el Amor, es porque se creen a sí mismos indignos de ser amados.

Cuando retienen el Amor se obstruyen a sí mismos.

Sin embargo, para alguien que se juzga indigno de ser amado, reconocer y ser consciente de esta creencia, le resulta extremadamente doloroso.

Con frecuencia, le parece demasiado pavorosa la idea de favorecer, de su parte, una proyección amorosa hacia el exterior.

El juicio es un aspecto de la ilusión a la que muchos están unidos con entusiasmo, con la sensación subyacente de indignidad que tantos sienten y niegan:

Esto puede hacerles parecer muy satisfactorio cuando ven el comportamiento de otros como malo, pecaminoso, criminal, engañoso e indigno de confianza.
De hecho, según la percepción individual, ser diferentes en su comportamiento personal, les otorga un sentido de “normal”, según los parámetros sociales.
Pero, juzgar de acuerdo con algunas reglas arbitrarias de creación propia, para luego condenar basados en una falsa justicia social, los entusiasma y convence para establecer el castigo merecido.
En el intento por proyectar este auto-odio insoportable, les puede resultar muy fácil encontrar un objetivo.
Sin dudas, este auto-odio es la forma que muchos se sienten respecto de sí mismos.
Por supuesto, que la búsqueda constante de alguien indigno con un comportamiento anormal les permite imponer una sentencia negativa, totalmente justificable, por estar basada en un sentido de justicia propia.
Esta actitud los ayuda a sentirse mejor acerca de sí mismos, les posibilita compararse a con otros Seres inaceptables.
Tal vez, puedan decirse a sí mismos:
  • “Yo no soy tan malo como él”, 
  • E, incluso “Soy realmente muy bueno”.

Dentro del miedo colectivo, son muy pocos a quienes les reconocen ciertas acciones como “llamadas desesperadas de Amor”, generalmente son percibidas como delitos.

La manera de salir de este aprieto o bucle de reproducción, aparentemente infinita, para liberar todo juicio de indignidad sobre sí mismos, es mirar y reconocerse por lo que son verdaderamente, de manera que les permita auto-proyectarse Amor.




¡Para los ojos de Dios nadie es indigno!



Si se descubren juzgando a los demás o a sí mismos, aunque sólo sea a nivel privado e íntimo:

Esto es indicativo que están inmersos en el proceso de auto-negación de su propio sentido de indignidad y amabilidad para consigo mismos.
Aprovechen esta detección para profundizar con una mirada interior y reconocer con plenitud, a este estado extremadamente doloroso.
Esta creencia y sensación de miedo de no ser lo suficientemente buenos, pueden ser liberadas y anuladas completamente, cuando perciben el trastorno que lo envuelve.
Permítanse en estos momentos de autoconciencia, soltar suavemente las limitaciones.
Aunque hayan sido creencias equivocadas, no olviden agradecerles la protección que les estuvo ofreciendo.
Luego revístanlas con una intención pura, permitiéndose sentir como el Tsunami de Amor los envuelve.


La condición humana de observarse a sí mismos como algo separado de Dios y de su propio Ser les provoca una enorme tensión:

Su verdadera naturaleza es el Amor. 
Las creencias equivocadas les hacen parecer que están separados de esta Energía.
Les impide disfrutar de sus vidas y los embarca en una búsqueda de Amor constante, en los lugares equivocados.
Estas fallas en la autoestima comienzan con sus padres, cómo figuras de autoridad, continúa con el grupo de pares, para luego, probablemente, hacerlo con otro individuo a quien admiran y anhelan.
En este último caso, esperan de ese alguien, desesperadamente, una devolución de sus sentimientos.
La falta de creencia en a sí mismos, los auto-mantiene separados en experiencias muy dolorosas.

Este Proceso comienza con el nacimiento cuando son expulsados desde una Matriz de Amor Superior:

A medida que crecen y se desarrollan, las reglas paternas, sociales, culturales, raciales y religiosas que les son impuestas, les confirman y afianzan, aún más, esa sensación de separación.
Cada vez que rompen uno de estos cánones, se mal auto-juzgan, tal vez avergüencen por hacerlo, construyendo dentro de sí mismos un intenso sentimiento de indignidad.
Acto seguido se separan emocionalmente de la “gente buena”, que son los mismos que los juzgan y encuentran en falta, respecto a la conciencia social.
Por lo tanto, necesitan enterrar y esconder este dolor profundamente en sus inconscientes, porque no pueden expresarlo.

Cómo podrán ver en la descripción, queda bastante claro que la única manera de salir de este estado de infelicidad permanente es mediante el Amor Universal.




Tsunami de Amor



Todos Uds. y cada Ser humano, lo único que quiere es ser amado.

Sin embargo, ni un solo instante dejan de ser amados infinitamente.

La condición humana les crea la necesidad de sentirse amados, porque en su Naturaleza se encuentra inscripto el Amor.

Si no se sienten amados les equivale a morir, por lo cual se impulsan a buscar en el exterior lo que no pueden encontrar a nivel interior.

El Amor es la Fuerza de la Vida y sin ella dejarían de existir, lo que es imposible porque todos son Seres Eternos en Unidad y como UNO con la Fuente.

Pese a esta Condición Divina de su Ser, muchos han aprendido, a lo largo de eones, a identificarse exclusivamente con sus cuerpos físicos, experimentando “una vida útil pero más bien muy limitada”.

La ciencia médica ha logrado recientemente, extender la esperanza de vida a nivel orgánico, alentándoles también la falsa creencia de esta es la única vida a su disposición.

A través de los eones, un Estado del Ser basado en el Amor Incondicional y la aceptación, muy pocos lo han experimentado.

Pero en los últimos cien años, más o menos, especialmente por el crecimiento de la práctica psicológica como curación paliativa aprobada, les permitió reconocer la necesidad de Amor y la elaboración de los medios que les posibiliten remediarla.

Esto permitió que, en la actualidad, muchos jóvenes sean considerados como normales en sus conductas, ¡de hecho lo son!

Los comportamientos amables y amorosos del uno al otro, son un enorme cambio en la percepción que impulsó el arribo del Tsunami de Amor.

En épocas anteriores no habría sido bien recibido, por la actitud humana generalizada, animada por el juicio y el castigo severo a los infractores, incluso por delitos muy pequeños.

Se les inculcó que el Amor es deseable pero inalcanzable, incluso, se tildó de locura soñar experimentarlo.

En este momento les “sobran expresiones” de aquellos tiempos, cómo:

“Con los crueles no hay que ser amables”;
“Hay que aplicar mano dura”;
“¡Por qué muchos todavía creen en ellos!”, y mucho más.

Sin embargo, la humanidad en su conjunto, se está moviendo muy rápidamente fuera de este sistema de creencias locas y verdaderamente inconcebibles.

“El Amor no condena ni castiga, ofrece Libertad permanentemente a todos.
El paso por eones de ilusión, jugando en la separación, les ofreció experiencias concomitantes con el temor, el juicio y la vergüenza.
Los instruyó en el “aprendizaje” de verse a sí mismos como indignos de Amor, incapacitándolos para aceptarlo y darlo.
Los impulsó a cerrarse al Amor, para no experimentar dolor.
Entonces, no es extraño que se sorprendan cuando un desconocido, inesperadamente, los trate con Amor y amabilidad”.

En este momento están aumentando sus frecuencias, todos son envueltos y supra-irradiados, a cada instante, por el Tsunami de Amor.

Lo único que requieren hacer es experimentarlo, abrir sus corazones y permitir que los inunde.

La mayoría de Uds., a nivel intelectual, reconocen que Dios los ama a todos.

Pero este Saber sólo lo encontrarán en lo profundo de sí mismos, donde podrán sentir a la Verdad del Amor que los envuelve y abraza.

Abran sus corazones así aprendan como acceder a este Profundo Conocimiento Interno, para que luego lo saboreen en cada experiencia que elijan.

Este es un Derecho que Dios les otorgó, esta es su Herencia Divina, por lo tanto reclámenla a diario.
Para disfrutar y experimentar el Amor Infinito de Dios en sí mismos, libérense de todas las dudas sobre su capacidad para dar y recibir a esta Energía.

Jesús, su hermano que los quiere.


John Smallman


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