Heavenletter # 5203 Publicada el 22 de febrero 2015
Dios dijo:
Querido, mantén tu
presencia en el aquí y ahora todos los días, para que tu experiencia te resulte
una bendición.
De esta forma cada día
va a ser bendito, sentirás Felicidad y
Alegría en tiempo presente.
Dejará de ser una
cuestión atribuible a la suerte.
A través de tu Presencia en el aquí y ahora te transformarás
en el creador de tu destino.
¿Qué cómo harás para sentirte alegre, si estás triste o temeroso?
¿Qué desconoces qué debes aportar para ganar la carrera?
¿Qué no sabes cómo desuncirte del yugo del ego para viajar sin equipaje?
¿Que desconoces a lo que está por venir?
¿Qué sientes que giras en círculos?
¿Qué no puedes sacar la mirada de atrás?
¿Qué te gustaría observar lo lejos que has llegado?
¿Qué quieres salir de los cuestionamientos que te hacen dudar y perder la dirección?
¿Qué deseas avanzar siempre hacia adelante, conservando la derecha en tu Camino?
Cariño, puedo asegurarte
que pese a tu incertidumbre, no tienes dudas en absoluto sobre qué y cómo aportar a un cambio en tu vida.
En este sentido, puedo
decirte, que has madurado.
Sin embargo, cada vez que
debes utilizar tu libre albedrío para definir el rumbo que seguirás, siempre
atiendes a las opiniones ajenas.
De una forma u otra,
siempre desembocas en las mismas dudas:
“¿Qué voy a hacer?”;
“¿Busco en los errores del pasado para enfocarme en mi presente?”;
“¿O debo focalizarme en el mañana y huir del hoy tanto como me sea posible?”;
“¿Debería dejarme fluir con la vida?”;
“¿Si la vida me ha decepcionado tanta veces, por qué no habría de hacerlo ahora o más adelante?”;
“¿Qué seguridad tengo qué va a variar, si siento que el cambio no está en mis manos?”.
Cariño, eres tú el único que tiene que cambiar!
Cuando te sientas
triste, no tienes que fingir desamparo o indiferencia a esta situación.
Sólo tienes que poner a
un costado lo que te angustia, para que dejes de sentirte triste por completo, si
lo consigues ¡genial!
Si no puedes hacerlo, igual
pon al desamparo en algún lugar donde no puedas tropezar de manera, así no lo apegues y sumes a los pensamientos del pasado.
Corazón, por día tienes
millones de pensamientos, por lo tanto, podrías evaluar poner los que no te
sirven a un costado y reemplazarlo por otros más optimistas y refrescantes.
Amados Hijos,
independientemente de lo que puedan pensar, el optimismo no es una sandez, en
cambio el pesimismo es una enorme tontería, que les quita presencia en el aquí y ahora.
Presencia en el aquí y ahora
Querido, el pesimismo es
temerario, te mantiene en lo que ya fue.
El pesimismo está diseñado por el ego para funcionar de esa manera una y otra vez!
Si te pasas la mayor
parte del tiempo pensando y diciendo:
“¡Nada resulta de la manera que quiero!”;
“Entonces, ¡cuida tu boca y tu mente!”
Muchos de los
innumerables pensamientos que tienes, son artificiales, propios de la ilusión.
Puedes prescindir de
ellos, o:
¿Tienen tanto valor para ti y tu vida que te sientes obligado a apegarte a ellos?
¿Quieres seguir guardando tanto desorden?
Mantén los viejos pensamientos a distancia, mejor aún, ¡tíralos a la basura!
¿Para qué quieres de todos modos, conservar tus viejos pensamientos?
Cuando algo no sea de tu agrado, ¡hazle lugar a nuevas formas de pensar!
La vida fue diseñada
para ser un paseo que te permita llegar a nuevos emplazamientos, con la
instalación de pensamientos que te posibiliten hacerlo.
Te guste o no, la vida
te fue dada para que crezcas, por lo tanto elabora pensamientos que te permitan
instalar cambios y restructuraciones en tu experiencia.
Puedes ser maravilloso tal
como eres, sin embargo, lo serás más si te permites Ser.
Tarde o temprano, deberás
impulsarte a un lugar más alto, donde accederás a mayores puntos de vista,
incluso los percibirás mucho antes de presentarse.
Hay mucho para que veas
y que nunca antes has visto, incluido lo que tal vez pueda haberte pasado por
alto.
Piensa en tu crecimiento
como si ya estuvieras cosechando los frutos.
Obsérvate recogiendo grandes
y jugosos frutos de tu jardín a lo largo del Camino.
Incluso, percíbete cosechando
frutos aún sin madurar, de cepas nuevas, mientras transitas a lo largo de tu
sembradío.
Recuerda que ninguna
parte de la vida se queda tal cual.
El movimiento es parte
de la vida, sin importar las experiencias o quien la esté gestando.
Mientras estés en la
Tierra, la vida no permanecerá igual, seguirá fluyendo y moviéndose.
Acércate un poquito
hasta Mí en tu corazón y déjame preguntarte:
¿De verdad quieres que todo quede igual, tal como está?
¿Te sentirías cómodo y gustoso de conservar tu vida sin cambios?
Amados Hijos, usen el
pasado como trampolín para seguir avanzando, así ganen mayores alturas en sus presencias del aquí y ahora.
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