Heavenletter # 5202 Publicada el 21 de febrero 2015
Dios dijo:
Querido, ovaciona la vida, que siempre está llena
de sorpresas.
Aún hay un sinfín de
sorpresas por venir, que te asombrarán, gustarán, harán saltar de Alegría y te ayudarán a saber que hay un
Dios que te ama.
Algo maravilloso va a producirse
en tu vida, te encontrarás o conocerás a alguien inesperado o surgirán
acontecimientos que nunca esperabas.
Podrán provenir del
Cielo, un pensamiento tuyo y, sin importar el origen, te ayudará a creer en el
Amor de nuevo.
Un Amor que emanará desde tu corazón, sentirás que eres digno de ser amado y de amar.
Este será el momento
para que cuelgues tus esperanzas en una Estrella.
Quizás durante mucho
tiempo, no te atreviste a tener ilusiones.
A partir de ahora te impulso
que te animes a confiar en tus anhelos.
Te animo que busques en
cada esquina y te sugiero que comiences a mirar más hacia arriba.
Atrévete a darle la
bienvenida a la Felicidad, sin importar la forma que adopte para llegar hasta
ti, solo disfruta de la ocasión.
En realidad no es que
vas a encontrar una nueva oportunidad de vida, sino que encauzarás tus
pensamientos en la dirección correcta.
Te he escuchado musitar estas
apostasías:
“Lo que quiero nunca va a suceder”;
“Siempre estoy decepcionado”;
“Nunca consigo lo que quiero”;
“Ya no sé que me hará feliz”;
“He renunciado a la Felicidad”;
“Voy a ser lo suficientemente feliz, sólo cuando el problema se aleje de mí”.
La vida gira a tu alrededor
y nunca sabes dónde te dejará, lo cual te resulta aterrador.
Deja de lado la parte
que te da miedo y conserva la que te da Alegría.
Sin embargo, con el fin
de mantener tu corazón en movimiento, una Alegría especial no tiene que durarte
para siempre.
No te niegues a la
dulzura de ciertos momentos, ni trates de acapararlos, por temor a perderlos más tarde.
Acepta lo que te ofrece la
vida, sin importa que, simplemente agradece sin acuerdos ni apegos.
Recuerda que ya que
tienes un contrato en el que te comprometes a experimentar la vida al máximo.
Esto no significa que
puedas empujar a la vida lejos con un puntapié, como si estuvieras excluido de
ella.
La vida tiene guardada
en su almacén mucha Felicidad para ti.
Siempre ha
hecho esto, pero es posible que no te hayas dado cuenta.
Por estar marchando con quejas alrededor
de ella, mantienes la atención desviada e impedido para poder entrar a percatarte de sus ofrecimientos.
Cariño, permítete saltar
adentro de tu vida, hazlo con ambos pies.
Amados Hijos, esto es lo
menos que pueden hacer, para contribuir con una actitud que sustente sus vidas,
a partir de este aquí y ahora.
Ovación a la vida
Querido, si no aceptas
la vida ahora:
¿Cuándo lo harás?
¿Cuándo te vas a permitir salir al campo de juego?
¿Cuándo vas a inscribirte en la vida?
Al pasado no lo puedes cambiar, pero si puedes iluminar tu presente.
Solo tú puedes ingresar
en tu propia vida, nadie más lo hará, requieres ser tu propia turbina.
Dale a tu vida una
oportunidad, otórgale confianza y todo lo que tengas, de manera que ella te
devuelva la Alegría que tiene reservada y resguardada para ti.
Esto no es broma, es independiente
de la desesperación de este presente, significa la realización de tus sueños.
Míralo de esta manera: “Antes de ganar la lotería, primero tienes
que comprar un billete”.
Tu billete de la vida es
gratis, está latente, sólo requieres avanzar y tomarlo con sencillez,
moderación y actitud confiada.
Cariño, haz de tu vida
algo accesible.
Ingresa en ella
completamente, de todo corazón, no a medias, para que le:
Cedas a tu vida todo lo que tienes.
Brindes un apretón de manos.
Otorgues la bienvenida.
Concedas ventajas a tu vida.
Dispenses Alegría.
Des tres hurras a tu vida.
¡Viva la vida!, ¡Viva la vida!, ¡Viva la vida!
Cariño, acepta Mis bendiciones, las que envío especialmente para ti.
Di gracias a la vida y permítete
salir de las experiencias acostumbradas en la Tierra.
Sal de los parámetros
conocidos que te ensombrecen.
Amplía el rendimiento de
tu propia vida, expande sus beneficios.
Atrévete a jugar en las ligas mayores y a aplaudir ruidosamente, sin importar donde te encuentres.
Amados Míos, sin
importar la ubicación que ocupen en sus experiencias, agradezcan la posición en
la que se encuentran en este aquí y ahora, para que puedan ovacionar sus vidas de
pie.
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