Heavenletter # 5005 Publicada el 08 de agosto 2014
Dios dijo:
¿Qué
es la sangre que fluye por ti, sino una forma de Mí Amor?
¿Qué
es el cuerpo en su totalidad, sino una forma de Mi Amor?
Querido, nutre tu
cuerpo, ámalo y piensa bien de él, para que no sepas nunca más de ninguna
enfermedad.
Ama la estructura de tu contenedor incluidos huesos, figura, estatura, piel, nariz, pies, dedos y a todo su conjunto.
A Mí me encanta ese
cuerpo tuyo que te lleva a todos lados.
Amados, me encantan los preparativos
de sus cuerpos para prevenir y soportar toda la parafernalia, apoyándolos con
tan buena voluntad.
Cuerpo y Alma
Querido, nunca más digas
que no te gusta tu cuello, que eres demasiado alto, delgado, bajo, gordo, o que
deseas que tu cuerpo tenga esto y aquello.
Parte del cuidado de tu
cuerpo consiste que hables bien de él y de toda su estructura.
Agradece a tu cuerpo por
todo lo que hace, por albergar y servir de casa a tu Espíritu en la Tierra.
Tu cuerpo es tu amigo
en cada vida, aprende a percibirlo como un amigo, porque te está
prestando un servicio.
Tu cuerpo físico o
cualquiera de sus medios, no deben ser el foco de toda tu atención, pero eso tú
lo sabes.
De todos modos, tú ya
sabes que debes amar tu cuerpo para toda la vida, mientras permanezcas en la
Tierra.
Amados, sus Almas son
eternas, mientras que el cuerpo es perecedero, sin embargo, sus cuerpos son
especiales para todos Uds., son los contenedores del Espíritu.
Aprecio y agradecimiento para el cuerpo
Querido, ¿Cómo
les hablas a quienes te prestan servicios?
No te diriges a ellos
diciéndoles, “Eres feo”, tampoco les expresas
que te gustaría que sus apariencias físicas fueran diferentes.
Sabes que si quieres un
buen servicio debes tratarlos bien.
Si estás pensando que no
tienes experiencia de primera mano para dirigirte a tu cuerpo, piensa cómo
tratas a tus semejantes cuando realizas un trámite.
Con seguridad eres
amable y les hablas con corrección, no los desprecias, ni
haces alarde de saber más que ellos.
Amados, por favor, perciban
y miren de otra forma a sus cuerpos, así aprendan a dirigirse mejor, porque el
aumento del aprecio los beneficiará a lo largo del camino.
Amar el cuerpo
Querido, ama tu cuerpo,
si no puedes hacerlo busca dentro de ti, en tu corazón, el Amor para que
mejores el servicio que te presta.
Tu cuerpo es único y
especial, haz todo lo que esté a tu alcance para preservarlo.
Habla bien de tu cuerpo,
se perspicaz, háblale de frente, no a sus espaldas.
Permítete ser
considerado en la forma de ver y hablar con tu cuerpo.
Si sufres de anemia, vigoriza
el flujo de tu sangre, animándola para qué se encienda.
Amados, ejercítense de
muchas maneras para fortalecer sus cuerpos, ¿me
entienden?
Servicio del cuerpo
Querido, apoya tus
músculos, tus ojos y todas las otras partes del cuerpo, con elogios.
Dile a tus oídos, todas
las cosas buenas que hacen por ti, lo feliz que estás de tenerlos y por la
ayuda que te brindan para escuchar todos los sonidos del mundo.
Permite que tus oídos conozcan
lo importante que son para ti, lo mismo que tus ojos y nariz.
Alégrate de los sentidos
que te permiten percibir al mundo.
Alégrate por tus manos
que tocan y piel que te permitir diferenciar entre la seda y el yute.
Puedes apreciar la grandeza
de una comida, sin embargo,
¿Qué pasa con
el reconocimiento a tus papilas gustativas que, día tras día, sin quejarse, te sirven?
¿Qué
pasa con la lengua y los labios que te ayudan a hacer sonidos?
Bendice a los pies que te
permiten hacer tu voluntad, mientras recorres tu senda.
Comprométete con el
corazón, con el músculo físico, otórgale fuertes y buenos mensajes mentales de
agradecimiento y Amor.
Tus pensamientos pueden
activar o desactivar, alentar o bloquear.
Amados, el discurso en sus
mentes, mediante sus pensamientos, puede hacer maravillas con el servicio de
sus cuerpos.
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