martes, 1 de julio de 2014

Sigue Caminando hacia el Sol

Heavenletter # 4961 Publicada el 25 de junio 2014



Dios dijo:



Cuando te afincas en el sufrimiento, parecería que es porque has perdido el control.
Cuando te afincas en el sufrimiento, parecería que es porque has perdido el control.

Tal vez sea, porque intentas transferir tu experiencia dolorosa a otra persona.

Podría ser a tu pareja, empleador, médico, amigo, familiar o a Mí.

Cuando trasladas la responsabilidad a otra persona, a veces, y desde tu punto de vista, esa obligación incluye que alguien debe rescatarte o hacerse cargo de la culpa.

Tarde o temprano, el sufrimiento se alejará y desaparecerá como una ola en el océano.

Las olas van y vienen, al igual que sus resacas.




Estrella del sacrificio



Si una ola de dolor logra lavarse lejos de ti, considéralo un milagro.

El sufrimiento se experimenta como un cobrador que permanece frente a la puerta.

Tú sientes desolación y lloras, piensas que nunca recuperarás la fuerza y que el sol no saldrá nuevamente.

Algunas veces una experiencia dolorosa se va así como así y, en otras ocasiones, parece como que se quedará bastante tiempo.

Ciertamente, pareciera como que el sufrimiento te persigue y te engancha, con o sin aviso previo.

Queridos, aquí está el quid, “El sufrimiento no tiene que maltratarlos”.

Una cuestión es sufrir sin aferramientos y otra muy distinta es comprar la idea que son víctimas indefensas frente al dolor.

Sufran si es necesario, pero no llevan una señal en sus corazones que indique: “Una vez más, fui una víctima”.

Amados, eleven sus vidas, no es necesario que se inicien en el victimización, ni se sobrecarguen colocándose una estrella del sacrificio, para que todos vean que sufren.




Libre Albedrío



Amados, sentirse como una víctima no amerita el uso de una insignia de honor, la martirización no les da méritos, ni ventajas.

No quita que, en algún momento de sus vidas, hayan sido víctimas e incluso maltratados.

Sin embargo, haber sido víctima alguna vez, no significa que tengan que serlo siempre.

Entonces, ¿Qué hacer?

Si caen en un pozo por sí mismos o son empujados, recuerden que son Seres con Libre Albedrío, por lo tanto cuentan con la opción de buscar la forma para salir.

Amados, ya lo he dicho antes: “Sean sus propios salvadores”, elijan salir del papel de víctimas.

Una víctima se frustra y siente que no puede hacer nada y Uds. no son impotentes.

Tampoco podría decirse que son sobrevivientes.

Sin embargo, para ser sobrevivientes y resistir, ¡deben ser lo suficientemente buenos!




Correr en la pista de la vida



Si ayer utilizaste un traje negro, hoy cambia el color de tu vestimenta.

No uses permanentemente la misma ropa oscura, guárdala, mejor deshazte de ella.

Si ayer eras un sobreviviente, hoy debes ser un brioso corcel, apostando por ti mismo y ganando la carrera de la vida.

Querido, corre en tiempo presente, deja de galopar en el ayer.

En esta carrera que te propongo, te recomiendo que conserves más la relajación y la calma.

No necesitas batir un récord, no tienes que competir, incluso Contigo mismo.

Sólo tienes que salir e recorrer la pista de tu actual vida.

No eres como la madrastra de los cuentos que, cuando se miraba al espejo, se preguntaba si era la más bella del mundo.

En tu caso, pregúntate:

¿De todos, quién fue el hueso más duro de roer? 

¿De todos, quién fue el que más resistió?

Amados, no se sienten en el estrado de la víctimas, permanezcan por fuera de esa corte.




Sigue caminando hacia el Sol

  

Tus ojalás, tampoco te resultan muy esperanzadores o son los suficientemente buenos.

No te vistas cómo un esperanzador que queda a merced de los vientos.

Los cambios y las transformaciones están en camino y se parecen a los regalos.

Sin embargo, no seas un entusiasta que espera se le obsequie lástima, piedad o compasión, porque si es así, serás una víctima a medias.

No digo que debas ser el más valiente de todos en la vida.

Tampoco, tienes que ser un deslumbrante héroe de tu propia vida, pero si debes salir del sometimiento que el mundo te tiene inmerso.

Querido, tú eres el único que responde por tu propia vida, entonces no asumas un papel que te exponga y deje a merced de los acontecimientos de la vida.

Lo único que te pido es que mantengas el ritmo y “Sigas caminando hacia el Sol”, sin importar la senda que transites.


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