viernes, 18 de abril de 2014

El real estado del amor

Heavenletter # 4887 Publicada: 11 de abril 2014



El amor verdadero no exige, agobia, ni tiene apego.

Dios dijo:



Cuando algo agobia mucho a tu corazón, puedes pensar que el peso viene del amor.

Sientes inquietud en tu corazón cuando un ser querido te deja de amar o a muerto.


Sí, por supuesto, sientes desasosiego por la falta de amor y, sin embargo, siempre preguntas:


"¿Cómo pudo dejarme?"

"¿Cómo pudo Dios permitir que esto suceda?"


Sin importar lo mucho que ames a una persona, no es el amor el que te hace surgir estas preguntas.

No es el amor el que te hace sentir impotente.

El amor no te deja en la estacada cuando un ser querido parte, esto es por algo más que está sucediendo.




Sentimiento de pérdida



La creencia adjunta, te provoca la sensación de pérdida y el estado de indefensión.

No son amor los sentimientos de apego, pérdida e impotencia.


¿Te sientes perdido?

¿Crees que el amor se pierde de buenas a primera, por la fuerza o por cualquier razón o motivo?

¿Crees que cualquier circunstancia justifica que estés enojado?


La presencia física puede celebrarse con una fiesta, la ausencia con duelo, sin embargo, el amor no está perdido.

Seas o no objeto del amor de otro, el amor tiene sus días soleados.

No quiero minimizar el dolor del corazón, sin embargo, no es necesario que lo extiendas demasiado, como si fuera un crimen, una injusticia, un grave error o una imposibilidad.

El amor, absolutamente, no es un imposible.

Si te gusta tanto el amor, tú siempre tienes amor y si no es así: ¿Dónde lo pusiste?




Deseo de venganza



En el caso de una historia de amor, con demasiada frecuencia, abres tu corazón, siempre y cuando sea compartido.

Entonces lo dejas reinar, pero con la misma la rapidez que entregaste tu corazón, el resentimiento puede cerrarlo si el destinatario no comparte su amor. 

Esto no es amor, tú te sientes herido y tal  vez quieras lastimar a quien no te corresponde.

Harías cualquier cosa cuando has sido rechazado para devolver el rechazo.

Sin embargo, el amor que te di es siempre tuyo y no debe ser descartado.

El amor es una constante, tú no puedes ser inconstante, lo que importa no es tanto lo que pasó, sino que te estoy dando amor ahora.




El amor no es apego



Podrías ver al amor que diste de corazón como una traición y, por lo tanto, verlo a ese ser querido como un traidor.

Aunque el ser amado haya retirado su promesa de la relación, no te olvides que, a su debido momento, compartió de buena gana y dio lo que tenía que dar.

Amado, la depresión, el rechazo y la exclusión no pertenecen al amor.

La otra parte no te está impulsando sobre todo y, a pesar de lo horrible del acto, es tan inocente como tú en lo ocurrido.

Esto aconteció porque algo sucedió, se modificó y la otra persona descubrió el cambio y se fue, sin saber qué otra cosa hacer.

El amor no es una posesión y, en una relación, la otra parte no tiene dueño, se pertenece a sí misma.




Verdadero estado del corazón



De una relación no puede hablarse como los que roban diseños a los artistas, tomando lo que quieren y desechando lo que no les interesa.

Querido, en todos los casos, siempre quieren ser amados y cuando hay separación, se lo toman como una caída de la gracia.

La vida y el amor no deben depender de la visión del otro.

El amor no puede ir a ninguna parte que no sea donde se encuentra, porque es un sentimiento real, sean sinceros o no, los corazones humanos.

El verdadero estado de tu corazón es el amor y el amor no requiere de un objeto para ser completado.

Querido, el amor en sí no es triste, tú puedes sentirte apenado, atribulado, abandonado, pero es fruto de tu propia creación.




Ámate a ti mismo



Tu ganancia consiste en amarte a ti mismo, desde tu propio corazón.

No puedes pronunciarte sobre cualquier otro corazón como si fuera el tuyo.

Sin embargo hijos míos, con mucha frecuencia, tratan de timonear el corazón de otra persona como si se tratara del propio.

Al igual que niños revoltosos, tratan de gobernar sobre los corazones de los demás.

El amor forzado afirma, exige, obliga, apremia, presiona y eso no es amor.

Este tipo de amor es un préstamo, una deuda que no da crédito.

Querido, confía en tu propio amor, encuentra espacio en tu corazón que es un gran yacimiento para dar.

Escribe sin límites al amor de tu propio corazón y otorga a otros,  libertad de acción.

Nadie está encadenado a ti.

Para amarte a ti mismo debes sentirte libre, entonces líbrate del peso de las creencias limitantes.


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