viernes, 21 de marzo de 2014

Proyección de la vida en el Mundo

Heavenletter # 4859 Publicada el: 15 de marzo 2014


Pero, ¿cómo puedo darles la bienvenida adonde siempre han estado?    No puedo invitarlos, ni pedirles que se queden un tiempo, porque nunca han estado en ningún otro sitio.


Bienvenidos a Mi Corazón:



Pero, ¿cómo puedo darles la bienvenida adonde siempre han estado?


No puedo invitarlos, ni pedirles que se queden un tiempo, porque nunca han estado en ningún otro sitio.
Nada los puede alejar de mi corazón, aunque crean estar en otro sitio.

Sólo desde el desconocimiento pueden percibirse en cualquier lugar.

Siempre permanecieron en donde realmente han sido y son.





Realismo e imaginación



Dios, ¿Es esto un acertijo?


¿Tú has inventado una jeringoza sobre la alteridad y la haces girar?


¡Crees en ella de todo corazón!



Al mismo tiempo, estás convencido que eres realista.

Sin embargo, te has apartado del realismo.

Cuándo algo es real, piensas que ello es producto de la imaginación.

Sobre lo que es imaginario, te autoconvences que es real.

Y todo ello sin una sombra de duda.


Si ya conoces el sufrimiento, el miedo y las cosas terribles que estallan en la noche, estás listo para volver.







Película de la vida



Tanto la Belleza como el Amor son ciertos y cualquier otra cosa no lo es.



La vida es lo mismo que ir al cine:


  • Cuando vas a ver una película, te sientas y permaneces en el lugar.
  • Si el film te atrapa, te olvidas de todo lo demás.

Quedaste deslumbrado con la familiaridad de la vida.


Entonces puede ser que pagues el ingreso en la película con sangre, sudor y lágrimas.


Podemos decir que ha habido una especie de autohipnosis de la vida y que todo el mundo, ha comprado la idea que el terror, el dolor, la crueldad, el maltrato, todo es genuino y que todo lo que ven en la película es real.


Esa creencia de la masa ha sido perpetrada en ti, te tragaste el anzuelo, el nivel y la plomada, incluso, los compraste y los vendiste.






¿Qué más podrías hacer?



Viste la desesperanza y la creíste.

Comprobaste que el amor salió mal y no creísteis en él.

Inventaste la tristeza y la consternación.

Tú adoras la angustia.

Tú te has inclinado hacia la muerte y la compraste como si Yo, Dios, pudiera haberla creado.

Todavía mantienes la idea que necesitas un cuerpo:


  • El concepto de la muerte te resulto fácil de comprar.
  • Mientras que el concepto de vida eterna, no te resultó difícil de adoptar.
  • Crees en la muerte y simultáneamente anhelas que no exista, sin embargo ese deseo te fue concedido hace mucho tiempo.


El cuerpo nunca fue la vida, simplemente es una forma para que habite el alma.


El alma nunca puede morir y el cuerpo no es más que un artilugio para contener al espíritu en esta vida proyectada al mundo.







Anunciar el aceleramiento de la historia



En el mundo leen, escriben, promulgan rápidas, breves y apremiantes historias.

Tú las crees a todas ellas con cada latido de tu corazón.

Sin embargo, desean una mejor historia, pero se ven atrapados en la trama del guión actual.

Elaboré la forma para que volvieras con toda tu fuerza a la verdadera realidad, abandonando el cuerpo.

Ese artilugio rodea a ese hermoso medio de transporte que los lleva a la Verdad de todos Uds.

Por supuesto, estás obsesionado con el cuerpo e, incluso, llegaste a pensar que quien te amaba era el cuerpo de alguien que querías.

El cuerpo es como un punto de referencia para ti y te has acostumbrado a ese contenedor que porta al verdadero amor, el alma.






El cuerpo albergue del alma



Hicieron toda una historia del cuerpo que hospeda al alma.


Entonces, ¿por qué les parece catastrófico cuando el alma abandona el cuerpo?


Por supuesto, entiendo que para ti esto es un gran evento.


Si la muerte fuera el final de la vida, sería de hecho un gran evento.


Si ese fuera el final de la vida, oh, entonces el mundo sería verdaderamente sombrío y trágico.


Queridos, tal como están las cosas, esto es todo un mito:


Amados, no hay drama.

La tragedia obedece a una idea errónea,

sincera, pero equivocada.

No es cierta en absoluto.



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