viernes, 21 de marzo de 2014

La más alta forma de la Abundancia

Mensaje Maya Día 60 Ahau 8



Hoy hablaremos del símbola del Infinito, que se parece al número 8 y que, a menudo, representa a una fuente infinita de abundancia.

Bienvenidos, soy Ahau 8:



Junto con el Tono 8, te damos la bienvenida a este día grande y glorioso.

Hoy, nos gustaría centrar la atención en el símbolo del Infinito, que se parece el número 8.

El símbolo del Infinito representa, a menudo, a una fuente infinita de abundancia.

¿Qué te viene a la mente cuando se piensa en la palabra “abundancia”?


Seguro enumerarás muchas cosas materiales, con el dinero a la cabeza de la lista.





Significado de abundancia



Aunque la abundancia viene en todo tipo de representaciones materiales, hoy nos gustaría desviar tu atención a otros tipos de abundancia y cómo manifestarlos en tu vida.

Supón que te planteen esta pregunta:


¿Cuál es la forma más elevada de la abundancia?”


¿Qué responderías?



Algunos pueden decir riqueza, salud, sabiduría o conocimiento.

Todas estas cosas son formas verdaderas de abundancia.


Sin embargo, sólo unos cuantos verían en la familia o los amigos, como una fuente de abundancia.



¿Cuántos de ustedes pensaron en sus mascotas o plantas como una forma de abundancia?


Uno de los regalos más grandes de abundancia viene en la forma del amor incondicional.


Si sintieran amor hacia todos los hombres y cosas, no habría un creciente deseo de compartir todo: salud, riqueza y sabiduría con los demás.


En sus oraciones, buscan la forma de aumentar la abundancia en el mundo para liberarse de temores o bloqueos que les impiden ser un Ser consciente totalmente amoroso.


La abundancia que buscas está dentro de ti.


A través de los siglos, muchos sabios han escrito acerca de la Ley del Universo que dice, “Lo que des, lo recibirás”.


Sin embargo, en tu corazón ¿crees realmente en estas palabras?





Nivel bajo de Autoestima



Muchos de Uds. operan en un nivel bajo de autoestima, creyendo que tienen poco que ofrecer y no son dignos de recibir los regalos más grandes de la vida, por:


Sentimiento de indignidad


  • Su propio condicionamiento les ha creado bloqueos que les impide aceptar regalos de extraños y de los que les aman.


  • Desbloqueen estas creencias y permitan que la energía del amor los bañe y les posibilite encontrarse a sí mismos, dignos de recibir.




Sentimiento de desmerecimiento



  • Otros de Uds. viven en el extremo opuesto.


  • Dan de sí mismo hasta el punto del agotamiento y la quiebra, sin embargo, les resulta difícil recibir algo de los demás.


  • Constantemente rechazan lo actos de bondad de los demás o pasan sus dones a otros, porque no se sienten merecedores.


Los retamos a repensar las razones por las que hacen esto.

No juzgamos estas decisiones, sólo le pedimos que viajen a su interior y vean si están albergando cuestiones subyacentes de la indignidad.



Sentimiento de compensación



  • Muchos de Uds. proclaman su generosidad hacia los demás cuando dan regalos, diciendo que no quieren o necesitan nada a cambio.


  • Sin embargo, se quejan cuando no reciben una compensación a cambio de..., o por lo menos de igual valor.


Esto ocurre con mayor frecuencia durante ciertos días festivos, cuando es común la entrega de presentes.

Les sugerimos, en primer lugar, profundizar en la razón por la que otorgan obsequios. 

Los regalos que no son dados desde el corazón y anidan expectativas de retribución no son más que un soborno.





Verdadera abundancia



La verdadera abundancia llega a sus vidas en todas sus formas, tanto visibles como invisibles.

Cuando se regala sin expectativas de recibir nada a cambio, ni siquiera una nota de agradecimiento, está muy cerca al dar desde el corazón.

Muchos de Uds. piensan que ya están dando desde el corazón y, a tal fin, te ofrezco una prueba.

Obsequia a los demás con objetos materiales, favores, oraciones o buenas acciones, sin ponerlos en conocimiento, ni comentar con nadie las acciones.


Presta atención a cómo te sientes:


¿Te molesta que nadie te alabe o de las gracias?


¿Te molesta que nadie se haya dado cuenta de las cosas que has hecho?


Si es así, sabrás que tienes apego al reconocimiento cuando das un regalo, lo cual significa que no estás dando desde el corazón.


No te es posible compartir con alegría el hecho de regalar, si antes no recibes de los demás reconocimiento o reciprocidad.


Todo lo contrario es cuando no esperas compensación o intercambio, ya que significa que has aprendido a dar verdaderamente desde el corazón.


Aquí es cuando se te otorga el conocimiento sobre la Promesa de la Abundancia.


A medida que los Maestros observen como das a los demás, tú recibirás en proporción.





¿Qué es lo que te gustaría tener una gran cantidad?


Si se trata de salud, riqueza y sabiduría, luego deberás compartir estos dones.


Si se trata de alegría, bondad y amor, debes sembrar alegría, bondad y amor.


Si se trata de objetos materiales, a través de tus acciones tienes que repartirlos.



Hace a una Ley del Universo que lo que siembres, cosecharás.



Si se planta una semilla de tomate, no se puede esperar cosechar zanahorias.

Los animamos a que dediquen tiempo para explorar en su interior y reflexionar sobre estas palabras.

Manténganse objetivos para buscar con detenimiento, la forma de liberar los pensamientos y emociones vinculados con la espera de retribución cuando regalan.


¿Cómo pueden liberar pensamientos y emociones negativos, que les impiden celebrar el amor puro y la buena voluntad hacia los demás?


Buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá.



Estas no son palabras ociosas, sino un pasaje secreto a un mundo de conocimiento y sabiduría increíble.


Este mundo fue creado para ser una manifestación perfecta y sin medida de la abundancia.

Con nosotros, a medida que les mostremos las herramientas que pueden ayudarles, aprenderán a entender el modo de aflojar sus ataduras y disfrutar del aire fresco de la libertad.

Todo se encuentra dentro de Uds., sólo deben tomarse un tiempo para explorar en su interior y aplicarlas.

Caso contrario, quedarán atados, amordazados y rodeados por pensamientos de culpa y pecado, tal como se les enseñó.


La puerta está abierta, sólo tienen que atravesarla y reclamar la herencia de los justos.



Selamet! Ahau 8



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