lunes, 14 de marzo de 2016

El perdón es liberador


Saúl - John Smallman




El mundo ilusorio en el cual la humanidad está soñando una historia que parece no apegarse a ustedes y que aparenta estar en caos porque se están dando cuenta de la insensatez de sus supuestas vidas civilizadas, ya que perciben  que queman sus recursos energéticos no renovables a una velocidad que es aterradora, por no querer buscar la liberación a través del perdón.

El mundo ilusorio en el cual la humanidad está soñando una historia que parece no apegarse a ustedes y que aparenta estar en caos porque se están dando cuenta de la insensatez de sus supuestas vidas civilizadas, ya que perciben  que queman sus recursos energéticos no renovables a una velocidad que es aterradora, por no querer buscar la liberación a través del perdón.



  • Sus estilos de vida, aunque aparenten ser moderados en sus necesidades y consumos están en riesgo, volviendo improbables para sus hijos y nietos, las oportunidades de disfrutar de una vida estándar similar a la de ustedes.
  • Con frecuencia les parece estar atrapados entre la espada y la pared, por las supuestas dificultades insuperables.
  • Quizá se reconforten con la idea y esperanza que los avances y nuevos descubrimientos tecnológicos les proveerán soluciones a sus innumerables problemas.
  • Pero igual se sienten abrumados por dudas y ansiedades cuando recuerdan que históricamente las civilizaciones e imperios siempre colapsaron, por tanto esperan que en la actualidad, a nivel social, la caída sea suave, así les permita reemplazarla por un ambiente social, político y económico relativamente indoloro.

La mala noticia es que el viejo orden, mediante una vida altamente competitiva donde el más fuerte devora al más débil, está en los albores del colapso.
Sin embargo, la buena noticia es que la humanidad está despertando al constante conflicto y destrucción planetaria.

  • En muchos lugares están superando el reto y dando los pasos necesarios para resolver las diferencias y revertir el daño planetario mediante una negociación sabia y considerada.
  • El resultado es que los insensibles líderes militares que por eones eligieron enfrascarse en guerras prioritarias, con sus contrapartes económicas y políticas, incluso religiosas, han perdido adeptos.
  • Los viejos discípulos dispuestos a embarcarse en estas directivas políticas, comenzaron a percibir con claridad, su injusticia y total insensatez.

Realmente se está vislumbrando un cambio en el rango generacional de los 40 años hacia abajo, con mentalidades más sabias, que se están moviendo a posiciones de poder e influencia.

  • Muchos de ellos y de las generaciones mayores que por décadas se mantuvieron en la Luz, experimentando tranquilidad y compasión, sin juzgar y perdonando a quienes los hirieron o dañaron, fortificaron sus Campos energéticos personales y los del Amor colectivo.
  • A través de sus intenciones amorosas expandieron Amor a la humanidad y facilitaron el despertar en este momento.
  • De continuo les parece que sus intenciones amorosas no surten efecto, sin embargo, debido a sus constantes intenciones durante décadas, retroalimentaron positivamente su Sabiduría interna y los trajo al umbral de su inevitable despertar.
  • Los que superan los 60 años, cuando evocan su juventud y el ambiente cultural en el que crecieron, perciben los enormes pasos que se han dado en la asistencia a los necesitados.

Aún falta camino por recorrer, pero se está progresando y acelerando con lo que dará termino a la pobreza.

  • Algunos culpan a los pobres de ser pobres, siendo común señalarlos de ser ociosos, sin determinación y merecedores de vivir en circunstancias adversas.
  • Pero mucho ha cambiado en estas actitudes humanas de unos a otros, está creciendo la idea que la supervivencia en la Tierra depende de la voluntad de ayudarse entre sí, en vez de juzgarse imperiosamente, a fin de culpar a los demás.






El perdón es liberador



La decisión de despertar es única en la humanidad, muchos seres sabios encarnaron a través de eones para llamar su atención sobre este hecho y han tenido éxito.



Ustedes fueron creados libres

y nuestra amada Fuente nunca abusará de su libertad.



Sin embargo, cuando eligieron jugar en la separación, atacando a quienes consideraban malos o diferentes, cerraron sus corazones y ocultaron el consuelo que les ofrece su infinito Amor desde sus confortables Centros del Ser y que muchos buscan afuera de sí mismos.


  • Acallen sus mentes y vayan a su interior con la intención de sentir el Amor de Dios hacia ustedes, ya que les significará un gran avance en sus caminos individuales de evolución espiritual.
  • Cuando se posibilitan reconocer que son divinamente amados, salen del endémico auto-enjuiciamiento y empiezan a liberarse a través del perdón de todas sus fallas y errores.
  • Rápidamente se dan cuenta que no hay nada qué perdonar, que son ajenos a sus malas conductas, por tratarse de intentos erróneos en la búsqueda de sus Caminos a Casa.
  • Cuando se perdonan realmente a sí mismos, por haber observado y profundizado en todos los asuntos que les causaban mucho dolor, son capaces de aceptar lo que surge en sus vidas diarias sin miedo o ansiedad, entonces se encuentran perdonando con facilidad a aquellos que mal juzgaron porque los lastimaron.
  • Reconocen en ellos el dolor que ustedes experimentaron y entienden que también están buscando el Camino a Casa.



El perdón es liberador, disuelve asperezas, resentimientos

y les brinda una Paz inimaginada.



Muchos de ustedes están realizando esto, por tanto, están liberando a la humanidad de la prisión que la rodea por la falta de perdón que oculta al miedo a la libertad.

Perdonan cuando comprueban que son libres;
Perdonan cuando averiguan que el miedo se ha disuelto y que están genuinamente en Paz.

Vayan a su interior diariamente a conectarse con el Amor que habita en sus Centros y que buscan desesperadamente en el exterior.


  • Reside en su interior, está esperando que lo reconozcan y abracen para colmarlos de Alegría y Paz.
  • Saben que está en sus Centros, pero temen buscarlo porque se auto-juzgaron con dureza y se sienten indignos y poco merecedores de su abrazo cálido.

Olvídense de los juicios, les aseguro que el Amor de Dios por ustedes es constante y nada puede hacer cambiar eso.


Lo único que pueden hacer es rehusarse a este ofrecimiento que les traerá Paz y Alegría, porque no aceptan perdonarse y liberarse a sí mismos a través del Amor de Dios.



Con muchísimo Amor, Saúl - John Smallman



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