Carta de Dios 11 de febrero de 2016
Dulces Niños:
Para la integración de la Sabiduría innata del Ser necesitan de una auto-expresión natural a sí mismos, de Amor, Perdón y Aceptación Incondicionales.
De esta forma es como se facilitarán el reconocimiento de sus elecciones en cada una de sus experiencias y, por tanto, podrán agradecerse por el aprendizaje de esas lecciones.
Esta es la parte más
difícil de aceptar para todos, no les resulta cómodo reconocer a las elecciones
que hicieron, como tampoco admitir que obedece a un plan prenacimiento que
escribieron antes de encarnar.
La realidad
tridimensional con sus dramas y múltiples escenarios de ilusión le significan al
Ser una enorme distracción.
Lo saca del contexto de
la Verdad interior, para oscilar en los extremos de la polaridad y fluir dentro
de la horizontalidad con un velo mental que sólo permite ver a las
dificultades, obstáculos, preocupaciones y demás distorsiones que no reflejan a
la realidad espiritual superior.
Incluso, los mantiene
dentro de un remolino de enojo, culpa, decepción e incomunicación con la Esencia del Amor Incondicional.
Lo cual les dificulta
entregarlo sin condicionamientos, ya que siempre esperan una retribución afín
con lo que dan, por eso desechan interactuar libremente y mantienen la
preminencia de la separación como una condición inherente y esencial al Ser
humano.
Sin embargo esta Energía, por más que quede sujeta a los condicionamientos de la ilusión, está
diseñada para ser dada de forma espontánea, sin esperar nada a cambio, ya que
representa a la conexión y comunicación con Mi
Verdad Espiritual en completa Unidad a través del Ser Superior.
Las malas interpretaciones, propias de la realidad que están, los alejan de sus propósitos y responsabilidades
en sus misiones, para sanar las limitaciones que les provocan tanto dolor y
resistencia en el momento de aceptar que se eligen las manifestaciones de la realidad individual.
La mente es una
herramienta poderosa que les permite crear a través de los pensamientos,
palabras, acciones, reacciones e intenciones su propia realidad, sólo que lo
olvidaron, por ello se confunden y sólo perciben a las dificultades en sus
experiencias.
Amados Hijos, pese a las conclusiones desfavorables que sacan en sus vivencias está presente la Sabiduría del Ser, ya que por más que no lo perciban como lecciones, incluyen enormes enseñanzas para que aprendan de ellas cuando están listos para aceptarlas por lo que son realmente.
Sabiduría del Ser
Queridos Niños, cada interactuación en la realidad de la Tierra cumple con el propósito de ayudarlos a despertar del sueño tridimensional.
Esto implica a la
búsqueda y reconocimiento de las herramientas innatas de la Sabiduría interior,
que los aunará primero a Uds. como un solo Ser, luego con los
demás, la Tierra y finalmente Conmigo.
Cuando se permiten
reconocer que en su interior está lo que buscan para trascender a una realidad
diferente a la que experimentan habitualmente en el mundo, comienzan a
identificar y derribar a las enseñanzas limitantes basadas en el miedo.
Comienzan a identificar
al Dios Creador que mora en sus Centros Sagrados y al enorme Poder que este
conocimiento encierra para la manifestación de una nueva realidad para sí
mismos y la Tierra.
Esto les implica un
crecimiento de Conciencia permanente,
un cambio continuo en sus formas de pensar, una creciente recuperación de la Memoria del Ser y acrecentamiento del
Poder interior, lo cual modifica significativamente sus cotidianidades.
Comienzan a amarse
espontáneamente a sí mismos, lo que les redunda en una verdadera libertad,
felicidad, sin tiempo ni espacio para llenar, o sea, una comunión plena y
auténtica con su Dios interior que
les permite expresar a la Unidad con la
Vida en cada una de sus manifestaciones en el tiempo presente.
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