Carta de Dios 20 de febrero de 2016
Mis Niños queridos:
A medida que descendieron desde los Reinos Superiores para explorar la densidad de esta realidad, en el momento que llegaron a este mundo no pudieron evitar quedarse totalmente dormidos y comenzaron a soñar que estaban tristes, llevaban una gran carga a cuestas y les costaba Regresar al Hogar.
Durante todo el sueño
les pareció que estaban experimentando una existencia que no les pertenecía,
sin lograr determinar quiénes eran en verdad.
Sólo sabían vagamente
que fueron enviados por un Gran Rey a buscar un Tesoro que enriquecería su Sabiduría Cósmica, ubicado en un lugar profundo.
Ambiguamente recordaban
que eran hijos muy queridos y bendecidos, pero no se identificaban con esta
condición, e incluso no precisaban si usaban alas en su lugar de origen y si en
algún momento las perdieron, les fueron cortadas o las replegaron.
¿Pero dónde las perdieron, porqué las replegaron o quién las cortó?
A nivel inconsciente
sabían que habían perdido la memoria, que habían olvidado algo muy importante
sobre sí mismos y se les dificultaba recobrarla porque no se les ocurría dónde
buscar.
El Gran Rey nunca se olvidó de Uds., siguió enviándoles mensajeros, guías para que
encontrarán las respuestas que buscaban, pero continuaron dormidos.
Experimentaban el Amor
con un deseo intenso y hacían lo que querían, pero encontraban que no los
satisfacía, que no eran ustedes mismos y les parecía que nada les traería una
real Alegría al gran vacío que rodeaba a sus vidas.
No querían acusarse ni
hacerlo con los demás, pero la culpa los atenazaba por mínimos detalles, tenían
miedo y se percibían separados del resto del mundo.
Les resultaba cruel
tener que reincidir una y otra vez en los mismos errores, por momentos sentían que corrían alrededor de un gran círculo viciado de desesperanza, dolor,
con experiencias de felicidad parecidas a
instantáneas o diapositivas.
Se decían a sí mismos
como podían ser Grandes Príncipes, incluso Ángeles, si ninguna Luz alumbraba
sus Caminos y sólo veían oscuridad por todos lados?
Así eran cada uno de sus
días hasta que, en algún momento, sin que se dieran cuenta, una pequeña Luz se
encendió en su interior, el calor de su fuego los hizo parpadear y vislumbrar
sus vidas de otra manera, les trajo esperanza, regocijo y una necesidad inmensa
de comenzar a amarse con simpleza, sin métodos, ni pensamientos.
Amados
Hijos, instintivamente supieron que sólo tenían que mantener encendida esa
Chispa para conservar su calor, porque sería lo que los haría recobrar la
memoria y recordar el Camino
de Regreso al Hogar.
Regreso al Hogar
Queridos Hijos, en este momento están transitando por la etapa final de su sueño y puedo decirles que fue una bendición que no se dieran cuenta antes que estaban siendo controlados por la oscuridad, porque dentro de la realidad que están y por efecto de la mente ego, hubieran experimentado reacciones difíciles de controlar a nivel consciente.
Todos están en un Proceso
de Despertar que les está permitiendo aumentar sus Conciencias de forma gradual y constante, pero a pasos agigantados,
para posibilitarles la salida de la tristeza, el dolor, la separación, el
miedo, la privación, hostilidades y más.
Sus pedidos e intenciones sinceras les permitieron crear
el cambio y las soluciones desde el corazón, para suprimir las
limitaciones que les impedían manifestar el Cielo
en la Tierra.
Observen con atención desde sus Centros Sagrados lo que está ocurriendo en el mundo, encuentren
inspiración en las acciones de Amor
que perciban, transformen estas visiones con ingenio, en flashes creativos,
sinceros y compasivos para que sus resultados resuenen en todos los corazones.
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