miércoles, 11 de noviembre de 2015

Repetición del pasado


Heavenletter # 5460 Publicada el 05 de noviembre 2015





Dios dijo:



Querido, las repeticiones del pasado te impulsan a protestar contra ti mismo y otros, a reiterar reproches, reavivar viejos resentimientos, culparte y hacerlo con los demás por lo que se dijo o dejaste de decir.
Querido, las repeticiones del pasado te impulsan a protestar contra ti mismo y otros, a reiterar reproches, reavivar viejos resentimientos, culparte y hacerlo con los demás por lo que se dijo o dejaste de decir.

No es que protestes contra otros porque sepas menos de lo que haces, más bien es porque te reprochas no haber sido lo suficientemente lúcido para responder.

También puedes reprocharte no haber sido bien intencionado como para bendecirte a ti mismo y al mundo, despegándote de la situación.

Sin embargo este último pensamiento pertenece a la ilusión e insinúa que el caos continúa en tu corazón, ya que hacer lo correcto basado en la realidad del mundo sólo endurece más tu Sagrado Centro, en vez de hacer más palpable a la calidez del Amor.

Tanto las justificaciones como los reproches para estar bien con el exterior, rebajan tu condición del Ser, te hacen retroceder a la ignorancia del ego, al dolor de las heridas por las que estás sangrando.

Pero si haces lo contrario reemplazando con Bondad a los reproches y justificaciones enrostradas de falsa justicia, podrás amarte a ti mismo, a tu prójimo y a Mí.

Cuando amas de verdad, la pobreza de la ofensa no tiene cabida dentro de tu realidad, por tanto no la expresas en los pensamientos, emociones, palabras y acciones.

Por favor, no utilices la lógica de la mente para buscar las razones en tu accionar o inactividad, ya que esto también te va a afectar porque percibirás a tus reacciones como represalia, falta de amabilidad e incluso crueldad, equivalentes al enojo que arde en tu corazón y no sería raro que te digas:

‘No puede hacerme esto a mí.’
‘No tiene ningún derecho.’

Pero estos son pensamientos de alguien que se percibe como un infractor, incluso a nivel inconsciente, ya que la culpa lo vulnera.

Estas sensaciones ilusorias te impiden ver la inocencia en ti mismo, en ese momento especial, dónde no dijiste o pensaste nada malo del otro, e incluso, en el caso de haberlo hecho, tampoco hubo mala intención, sólo una necesidad natural impulsada por el ego para defender tu propia postura.

Cariño, si piensas que reaccionaste desde la inocencia, no sigas defendiendo mentalmente a tu falta de consideración para contigo mismo o el otro, ya que esto significa que la acción de ese tercero te alcanzó mucho más de lo que te permites ver.

Reflexiona que el solo pensarlo, incluso expresarlo con palabras a los:

‘¡Cómo se atreve a tratarme así siendo que carece de todo derecho y yo soy una buena persona!’  

Sirven para empoderar al enojo del ego, te ahondan la ofensa y no te sirve ni a ti, ni al otro, ya que esto constituye una mera justificación propia de la ilusión.

Si otro violó la sacralidad de tu espacio procediendo mal ante tus propios ojos, esto no significa que vas a entablar una guerra interior contigo mismo, buscando justificaciones que avalen tu reacción o la falta de ella.

Me dices, ¡Dios, pero como quieres que reaccione sin sentirme un cobarde, avasallado y violentado!

Si deseas saber que vas a hacer con esta basura del ego, pues te digo que hagas un alto el fuego en tu interior ahora, sin importar que a nivel externo el otro pueda seguir tratando de agredirte y ofenderte, de múltiples maneras, para hacerte ver cuán afectado se siente.

Amados Hijos, si el fuego externo los conturba, Uds. son los que tienen que hacer un alto a nivel interno de la conflagración, para que dejen de auto-justificarse, inclusive de hacerlo indirectamente, con el mantenimiento de una contienda que los enciende y enerva por repetir el pasado.








Repetición del pasado



Querido, reflexiona primero como te sientes tú con todo este conflicto, luego trasládalo al otro, ya que la otra persona, por más que no lo reconozca a nivel consciente, en lo profundo, sabe que está actuando mal.

Las malas acciones les repercuten a todos, porque aunque no se identifiquen a nivel consciente con ellas y se autoproclamen inocentes a quien los quiera escuchar, el ego, internamente les gesta un gran vacío de desolación e insatisfacción, que lo expresan sintiéndose ofendidos, defraudados y doloridos.

Mantenerse dentro de la ofensa no te sirve a ti, ni al otro, ya que con o sin equivocación no justifica sostener una guerra interna y externa, por más pequeña que sea.

Cariño, bien o mal, perdonable o imperdonable, no entres en lo que te desfavorece, ya que no puedes hacerte cargo de las erróneas visiones e interpretaciones ajenas, entiende que no es tu problema, en absoluto.

Piensa que la otra parte en sus percepciones erróneas, en realidad, vio una repetición de su propio pasado que la trasladó a ti, incluso piensa que tampoco lo va a ver así, por tanto, no hagas tuyo este sentido de pérdida ajeno, sintiéndote decepcionado o traicionado.

Cuando experimentas este tipo de sensaciones te traicionas a ti mismo, porque es inevitable que te apoyes en el resentimiento.

Entonces, pídete disculpas por haberte sentido ofendido y haber tomado una ofensiva contra ti mismo.

Deja ir el delito, no mengues tu Poder interior por futilidades de la ilusión, utiliza este don que te di para beneficiarte a ti mismo elevando la frecuencia de tu Conciencia.

No todo el mundo actúa siempre en su mejor momento, más cuando se siente ofendido, esta comprensión también vale para ti.

Deja ir, de lo contrario vas a pelear una guerra interna sin fin, ya que en última instancia, con quien estás enojado es contigo mismo por haber cometido el error de considerar y preocuparte por una persona que te agradaba, pero te decepcionó.

Corazón, las limitaciones de tu realidad hacen ver a las ofensas ajenas como un pecado imperdonable, pero el dejar de amar es injustificable, aunque la otra parte haya importado, no se puede negar Amor por lo que sea que haya ocurrido.

Ahora viene la parte difícil, si otro fue tacaño contigo de cualquier manera porque su codicia interior le nublo la mente, no lo apliques en ti mismo, para que seas un Ser humano superior al ver con claridad lo que otros no ven, e impedir que te afecte al punto de sostener una batalla de egos.

Amados Hijos, les guste o no, la repetición del pasado entabla una lucha de voluntades que tiende a convertirse en una batalla de egos donde, con el tiempo, no hay ganadores solo perdedores y deja de importar la posibilidad de salir adelante, por tanto, se contamina la pureza del Ser.



No hay comentarios:

Publicar un comentario