miércoles, 25 de noviembre de 2015

El Amor es justicia


Heavenletter # 5474 Publicada el 19 de noviembre 2015




Dios dijo:



Querido, tu felicidad es generosidad para contigo mismo, viene desde lo profundo de tu Ser, lo mismo puede decirse de la infelicidad que ocurre cuando acumulas culpas, porque no le haces justicia al Amor para contigo mismo.
Querido, tu felicidad es generosidad para contigo mismo, viene desde lo profundo de tu Ser, lo mismo puede decirse de la infelicidad que ocurre cuando acumulas culpas, porque no le haces justicia al Amor para contigo mismo.

Dentro de la dualidad tú eres tu propio portador de Felicidad, cómo así también de la infelicidad, eres el héroe y el culpable.

Sin embargo, no culpes a nadie, menos a ti mismo, por favor, si te caes, no insistas en embestir contra ti mismo, levántate, porque todo lo que experimentas es ilusión.

Entiende que no hay nada para lamentar, por tanto no acumules culpa haciendo estallar tu interior para luego asustarte cuando te caes.

Saca la palabra culpa de tu vocabulario, para que abras una ventana en tu mente que te permita percibir al mundo tal como es, sin tantas faltas e incumplimiento para contigo mismo y los demás.

Abraza tu realidad desde el corazón, para que dejes de estremecerte con las acusaciones del mundo y disfrutes más del Supremo Néctar de tu Ser.

El mundo tal como está diseñado por la Mátrix es el gran acusador y en esto no tiene medidas, por eso, en lugar de desviar la mirada ante un posible delito, ampárate en tu propia virtud yendo al corazón, ya que sólo aquí reside la Verdad de tu Ser.

Las acusaciones impermanentes del mundo te penetran con meticulosidad para socavar tu confianza, sigas culpándote igual que siempre, cediendo tu Poder a otros, siendo que ni tú, ni nadie, perpetró ningún crimen.

Cariño, si algo surge no mantengas las acusaciones, ni se las transfieras a nada ni nadie, porque todos son inocentes, entonces no reproduzcas las escena del pasado, pasa a la siguiente página y borra la basura que te detiene.

Avanza más allá de la devoción a las percepciones limitadas y sus distracciones, deja de pensar en la maldad de los demás, porque esto te disminuye la visión, que no requieres sacar ventaja sobre otros, ni esparcir cuentas del mal hacer ajeno.

La respuesta que recibas del mundo depende de ti y si hay algo de lo que debas cuidarte hazlo, pero no te detengas a sacar conclusiones, pasa a la siguiente página, porque llorar sobre la leche derramada no te sirve, límpiala y sigue.

Amados Hijos, si necesitan justicia ampárense en el Amor que es lo único que puede ayudarlos a rodear de Presencia Yo Soy a sus percepciones, para que atraviesen con Sabiduría y Alegría los llamados descuidos o faltas en el mundo.












El Amor es justicia




Querido, respóndele a la vida con la Verdad del Amor en el corazón, para que te hagas justicia a ti mismo y al mundo.

Cariño, de ti depende que los supuestos ataques por efecto de un descuido u omisión tuya no te afecten y nutran al ego bajando tus vibraciones, por efecto del miedo a no cumplir con los parámetros externos.

Celebrar los inventos externos que te imponen disciplina ante la gravedad de un supuesto descuido, manteniéndote de arriba hacia abajo y de extremo a extremo dentro de la horizontalidad, sólo te sirve para hundirte en el desamor a ti mismo y a los demás.

En este momento, practica el Amor que es más práctico que la disciplina externa en su búsqueda eterna de una perfección injusta, por estar basada en una idea polarizada de la ilusión.

Corazón, cuando hay suficiente Amor hay justicia, ya que el entendimiento brota de la Conciencia del corazón.
El Amor es una Energía pura que rodea de Verdad a los extremos, no hay necesidad de disciplina, espontáneamente se aman unos a otros, sin necesidad de aplicar justicia, porque hay una expansión generosa del corazón, sin la tacañería de la mente-ego.

La necesidad de corrección es una baja vibración que te trae sensaciones de impotencia y resentimiento, un demérito que multiplica una deformación del ego al transformar en miedo a la pureza del Amor.

El resentimiento es un falso sentido de la pureza del Amor, usa la Luz de esta Energía para limpiar estas distorsiones de la ilusión que recibes de tu mente-ego.
  
El Amor es maravilloso, se multiplica a medida que toca a todo lo que encuentra, mientras que los desprendimientos del miedo se adhieren a las vibraciones afines para traerte más de lo mismo.

La corrección de la Mátrix puede traerte una sensación de impotencia y resentimiento, para que devuelvas  lo que crees que has recibido de otros.

Digamos que es una manera de percibir al Amor a ti mismo en una especie de sentimentalismo exagerado, por efecto de la personalidad.

Así es como se transforma en ansiedad y necesidad de anticipación, ya que la tensión se dispara al querer ver resultados inmediatos, por tanto, te obliga a efectuar esfuerzos innecesarios.

El Amor no contabiliza, rectifica, tampoco exige compromiso, ni te hace rebotar de atrás hacia adelante, simplemente ama y trae Alegría a tu vida.

En el mundo se habla de un Amor rectificador, pero está basado en la ilusión y no es precisamente una representación genuina de la Alegría, simplemente es un técnica de presión para imponerte una corrección, así te ajustes a la Mátrix, menguando tu Derecho al Libre Albedrío.
Pensar diferente no es incorrecto, tampoco un crimen, es una expresión de tu libre voluntad, que a su vez está manifestando la Libertad de tu corazón, al Amor por ti mismo y a la necesidad de experimentar tu vida tal como la sientes, sin presiones, ni reglamentos ajenos.
Esto significa que tu Ser está pidiéndote que te expreses con más Amor hacia tus propias circunstancias, sin preguntas e imposiciones, simplemente siendo tú mismo.
En cierto sentido, es tu Dios interior que te está hablando a través de tu Alma para que seas Amor e inundes al mundo con el brillo de tu Sol interior, de manera que todos reciban esta Luz, sin hacer distingos.

Amados Hijos, cuando me pronuncio en su interior, les estoy pidiendo que se hagan justicia a sí mismos expandiendo Amor, primero a sí mismos, luego al mundo, para sean Responsables de su Yo inferior, haciendo descender a su Ser Superior para lograr la Unidad que los hará elevarse.



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