domingo, 29 de noviembre de 2015

Creación de la vida


Heavenletter # 5478 Publicada el 23 de noviembre 2015




Dios dijo:




Querido, si no puedes aceptar que creas tu vida, al menos admite que contribuyes durante el transcurso de todo el proceso.
Querido, si no puedes aceptar que creas tu vida, al menos admite que contribuyes durante el transcurso de todo el proceso.

Tus pensamientos hablan por ti y no debes esperar que tu existencia cambie, mientras permaneces en el mismo estado mental, por ello, te guste o no, eres el cerebro de tu propia vida.

Entiendo que no prefieras adherirte ni aceptar esta idea y que optes por conservar un visión candorosa e inconsciente, para mantener esa parte inocente inherente a tu Alma.

Cariño, esto es lo que eres en tu resguardo, un inocente que no ve y no quiere ver que te corresponde al menos alguna responsabilidad en la creación de tu vida.

En varios Mensajes te he mencionado de mil maneras que las quejas se suman y dan lugar a más reclamos para que mantengas la continuidad. 
En cambio, si las reemplazas con Gratitud, emanas bondad y la compartes con todos en el mundo.
La bondad atraerá benevolencia, magnanimidad, dulzura y suavidad, por tanto, aumentará tus posibilidades de acrecentar tu Gratitud.

En cierto sentido experimentas una sensación como que la vida te debe, porque consideras que te trata con negligencia, por tanto estimas que debes tratarla con guantes de seda, más cuando se trata de dinero o una relación amorosa.

Puede que ante algunas circunstancias te sorprendas rogando para que las cosas te salgan bien, porque te desagrada que la vida te muestre cartas adversas, ya que pones mucho esfuerzo en conseguir un beneficio del mundo.

Sin embargo, querido niño, aunque no lo veas, la vida se ocupa de ti, te cuida a cada instante, nunca permanece ausente, siempre te acompaña en tiempo presente, sólo que tú te ocupas de regresar a la retaguardia y avanzar hacia una vanguardia que sobrepasa con amplitud tu existencia.

Tal vez estás cansado de tantos afanes para ganar tu sustento y esperas que la vida se ocupe de ti en ese sentido o que desaloje tu senda de los explotadores, como un gesto que derroche amabilidad hacia tus circunstancias.

Te sugiero que renueves tus pensamientos, porque tu creas tu realidad según las percepciones que emplees, tú mereces darte más de lo que te brindas.

Otórgate una ducha que refresque tus puntos de vista para que asumas que tu eres el Camino y dejes de luchar con tu vida.

Amados Hijos, cambien sus pensamientos para que dejen de reclinarse y esperar que el mundo les sirva de panacea en la creación de sus vidas, apóyense más en su Ser interior para que la mente no tenga espacio de manipularlos a través de las falsas percepciones del ego.








Creación de la vida



Querido, una actitud común en algunos de Mis hijos es dar demasiado y esperan una recompensa acorde a lo que entregan.

Me atrevo a decir que cuando dan apoyados en el merecimiento y la devolución está tallando el ego y ya saben que las retribuciones, en este sentido, por lo general, son inferiores a lo que entregaron, por ende es normal que se decepcionen y amarguen.

En estas reacciones no me cabe ninguna duda que la intervención del ego los invita a pensar que los demás se comportarán igual que Uds., desoyendo, la mayoría de las veces, a su intuición y voz interior para que se detengan a mirar y escuchar el mensaje que los demás envían sobre sí mismos.

Con esto no te estoy sugiriendo que seas mezquino, sino que te detengas a contemplar el panorama para que luego no te quejes que ‘la vida, Dios o el Universo no te dan lo mejor, porque tú te mereces algo superior a lo que recibes’.

En tu diálogo interno cuando algo no sale como esperas, es común que murmures para ti mismo que ‘el mundo no te retribuye en la misma proporción que das’.

Cariño, estos son pensamientos basados en el sentido de separación que va de la mano del de carencia e insuficiencia, que endurecen tu corazón, por tanto, en lugar de reconstruir, derribas lo que te costó esfuerzo edificar.

Si reflexionas amparado en otra perspectiva, vas a ver que esperas que el Universo cuide de ti y que este requerimiento que mensuras como inexistente o escaso, te hace sollozar.

Entiendo cuál es tu añoranza por efecto de la realidad que estás, pero te beneficiarás más si le sonríes al Universo, porque de forma espontánea, le darás brillo a tu vida a través de tu Sol interior que iluminará tu mente con otro tipo de pensamientos.

Corazón, en tus momentos de inconformismo, en lugar de rezongar, toma una respiración profunda y asume la responsabilidad de tu vida para que confíes más en ti mismo y menos en las circunstancias externas.

Lo que quiero decirte es que cuidarás más de ti mismo, aprenderás a conocerte más, estarás menos decepcionado del mundo y verás con mayor claridad a las bendiciones del Universo.

Cuando te percibas decepcionado, aminora la marcha, vuelve a escribir el guión y con paso de bebé, reinsértate en tus nuevos pensamientos, de manera que puedas fluir y auto-impulsándote, sin esperar que el mundo te eleve.
Elévate a ti mismo para que lo hagas con el mundo, incluso te servirá para detectar cuando las circunstancias externas te harán descender.

Tú creas tu propia realidad, no permitas que los eventos externos regulen tu existencia, porque así te mantendrás siempre sediento, en un permanente olvido que puedes levantarte a ti mismo y que en tu interior cuentas con una fuente inagotable que te saciará de múltiples maneras, las veces que quieras.

Sal de las limitaciones que te hacen creer que necesitas apoyarte en un derecho revestido de ilusión y mantenerte en una queja perenne que te impida elevarte e ir al encuentro de mejores iniciativas que beneficien tu vida.

Transfórmate en el iniciador de tu Vida, para que reconozca que te pertenece y tienes autoridad sobre ella.

Amados Hijos, pónganse a prueba a sí mismos, concentren sus esfuerzos en la creación de sus vidas haciendo brillar su Sol interior, así se brinden la sonrisa que esperan en sus existencias, permítanse alcanzar la Unidad con su propio Ser, para que permanezcan siempre en el aquí y ahora.



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