Heavenletter # 5459 Publicada el 04 de
noviembre 2015
Dios dijo:
Querido, reflexiona como sería tu vida si la experimentaras sin acumular arrepentimientos y remordimientos, simplemente pensando que eres muy amado por Dios.
Piensa cómo sería tu
vida sin accedieras al secreto que te impediría tropezar con estos obstáculos y ‘salir del pasado’.
Al no
tener oportunidad de expresar remordimientos, tampoco te auto-impondrías la
culpa, algo que te desagrada.
La visión interior del
arrepentimiento, remordimiento y culpa no son buenas percepciones para ti,
tampoco para tu Ser.
Cariño, expláyate con cualquier idea que te surja, sin miedo, para colgar tu pasado y acceder a este gran secreto que te hará salir de la parálisis en tu presente.
Tú no eres sólo pasado,
la simple idea te detiene, eres aquí y ahora, algo que por el momento no puedes asumir,
ya que tu presente es inexistente para ti.
Si quieres Ser, necesitas salir de lo que no eres,
ya que tu Expresión Superior es dulce y espera que la llames y aceptes.
Yo Soy tu herencia y ofrenda y estoy totalmente integrado en tu Ser, por tanto, estás hecho a Mi Imagen y Semejanza, entonces tu Herencia Divina no es ningún mito.
Desde mucho antes de tu
encarnación en la Tierra, desde el mismo momento de la Creación e incluso
antes, tú ya eras un desprendimiento Mío.
Por tanto, Yo Soy tu Esencia, el dominio de la realidad y tú eres un Hijo muy amado por Mí.
El pasado, tal como lo percibes,
es como un lobo que te agarra y te mantiene apegado al ayer, por ende, el ego es su más
fiel defensor.
Entonces, no vayas al
encuentro de tu pasado, porque tu hermoso Ser queda atrapado en sus fauces y te
jala hacia abajo, a las bajas vibraciones
del ego.
Te estoy hablando de la
memoria, de los recuerdos y las impresiones equivocadas con las que siempre
comienzas a lamentarte por el pasado.
Amados
Hijos, lo que aún no saben es la causa que dispara sus lamentos y es la pérdida
de su inocencia e ingreso a las falsas percepciones que los hacen ver al mundo
como un error, por tanto, ignoran que son muy amados por Dios.
Amados por Dios
Querido, lamentarte a
viva voz, hasta despellejarte internamente, por las acciones y oportunidades
que perdiste no te sirve.
No importa el Camino que
seguiste o dejaste de seguir, ya que la persistencia en el pasado, es una
oportunidad única para el ego para
que te lamentes y sientas lástima por ti mismo, por lo que dejaste de hacer
debido a tus malas elecciones.
La persistencia en el
pasado no sólo hace que te victimíces, también te sirve de auto-castigo en
tiempo presente.
No te sirve de nada
castigarte por lo que dijiste, hiciste y accionaste o dejaste de hacer en el
ayer.
Así haya sucedido ayer o
hace treinta años, igual carece de importancia, además considera que el tiempo
no existe, entonces libérate por completo de lo que te oprime a ti mismo.
Deja ir el pasado, libérate
de este lastre, sin importar cuánto tiempo haya transcurrido, ya que es sólo
pasado y no te pertenece, por tanto no cargues con los errores que cometiste o te hicieron incurrir.
En el ahora, el pasado, no
es nada para tu Ser, imagínalo como
un periódico de ayer cuya tinta ya está seca.
El pasado no es
elegante, además todos los errores están ahí, entonces deja ir el poder que
tienen sobre ti en el presente.
Si crees que te
equivocaste, rodea el paquete con Amor Incondicional y entrégamelo a Mí que lo
disolveré en la Fuente.
Opta por la frescura del
presente, no por la decadencia maloliente de lo viejo, ya que a los pocos segundos de ocurrido un suceso, ya pertenece al pasado, por tanto es anticuado.
Elimina los recuerdos de
la niñez o de cualquier etapa de tu vida, para que lo hagas con el pesar y la
tristeza, así pongas en marchar la Alegría que te ayudará a limpiar lo viejo
que te golpeaba.
Cariño, uno de tus Derechos de Nacimiento es el Libre Albedrío, utilízalo para suturar las cicatrices de la vida y con el Amor Incondicional a ti mismo, acelera el cierre de las heridas.
No permitas que
supuestas ‘malas acciones’ te golpeen
y te corten, porque cuando te auto-flagelas sobre las viejas heridas, no sólo
sigues haciéndote más daño, también eres negligente para contigo mismo.
Puedes expresar tu
pesar, pero luego déjalo ir para que pongas en marcha un nuevo capítulo que le
reporte frescura a tu vida.
Amados
Hijos, los lamentos del pasado no les brindan una insignia de honor, sino un
remarcado de un viejo tatuaje en sus psiques, dejen de revivir el ayer
enfocándose que son muy Amados por Dios para que puedan levantar las cabezas en
sus presentes, porque a Mí no me importan sus fechorías.
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