Heavenletter # 5408 Publicada el 14 de septiembre 2015
Dios dijo:
Querido,
siempre te digo que tienes derecho a opinar, sin embargo, no quiere decir que
tengas la última palabra.
Debo admitir que algunos
de Mis hijos están seguros de tener la última palabra en todo, se consideran expertos,
por esto ten cuidado a nivel mental en este sentido.
Esto no quiere decir que
si alguien te pregunta que piensas sobre algo en particular le niegues tu
parecer, pero ten la precaución de no extenderte en tu exposición, simplemente
opina con brevedad.
También, contempla todo
el tiempo, la fuerza de las palabras que utilices, sin importar la cantidad,
para que suavices tus expresiones y evites tratar de convencer al otro de percibir
igual que tú.
Amados
Hijos, en última instancia, consideren porque necesitan tener la última
palabra, ya que de todos modos, hay muchos Seres humanos con diferentes
pensamientos que les gusta ganar la partida y ser quienes concluyan cualquier
tipo de intercambio.
Quien tiene la última palabra
Querido,
no puedo definir como una cualidad a este impulso en Mis hijos, de opinar sobre
otras personas, por más que éstas no les interesen, en absoluto.
Tú y todos anhelan tener
una buena opinión y no una crítica, además están dispuestos a recibirla.
Cuando obedeces a la
necesidad de opinar y de recibir las consideraciones ajenas, pregúntate:
¿Qué estás buscando?
¿Te consideras más digno si criticas o indigno si aguardas la opinión de otros, incluso te sientes afectado cuándo no lo hacen?
¿Por qué te importa realmente lo que alguien piensa de ti, con exclusión de tus propios conceptos?
¿Por qué tienen tanto valor las corroboraciones ajenas, para sentirte apoyado con total olvido del que recibes desde el Universo?
¿Por qué te expones innecesariamente a la influencia ajena y no recurres a tu corazón para que te brinde la seguridad que buscas afuera?
¿Lo haces porque piensas que los demás saben más y mejor que tú lo que te conviene?
¿Por qué te expones a mal nutrir a tu Ser por tu necesidad de esperar una contribución exterior, siendo que la mayoría de la veces difieren con tus requerimientos internos?
¿Acaso no sabes ya bastante sobre el mundo, la influencia nociva de la Mátrix en tu mente-ego y sobre como alimenta a tus creencias limitantes de la ilusión?
Tal como Yo lo veo,
debes saber que las opiniones ajenas, incluidas las tuyas, pueden estar o no de
acuerdo con la Verdad de cada quien, lo que significa que a la última palabra puede anteponérsele un
abismo.
En cambio, si depositas
tu Confianza en tu propia Verdad interior, en el Amor que compartimos, podrás
decirte con autoridad, que siempre buscas con cuidado lo que necesitas,
incluido lo que entregarás a los demás, sin importar el medio que utilices.
Yo, que moro en tu
interior, siento todos tus pensamientos y, por extensión, lo que te pasa, por
tanto una parte de Mí siempre te susurra que no le des más importancia de la
que se merece a las opiniones adversas de los demás.
También te pido que
mantengas abiertos tus oídos, mente y corazón, para que me escuches más.
Sé que lo deseas es ser
escuchado, al igual que los demás, pero no olvides que te van a escuchar mejor
cuando tú lo hagas con ellos y esto te significa renunciar a tener la última palabra.
No descartes la posibilidad
que en realidad sea tu ego el que
necesita agrandarse, pero es un hecho que no lo necesitas para absolutamente
nada.
El ego siempre busca beneficiarse a sí mismo, por lo cual, lo último
que hará, si es que llega a concretarlo, es dejar de enviarte señales que
indiquen cuales son sus necesidades.
El ego nunca es confiable, porque nunca está satisfecho, siempre tiene
necesidades de algo más, por lo tanto, te reclama constantes esfuerzos de tu
parte.
El ego sostiene su ‘brillo’
insuflándote pensamientos calientes, sostenidos en el falso apoyo de una
creencia limitante, que te bombardea con ideas disparatadas sobre la
personalidad.
Se dificulta más, porque
todos en el mundo, a su vez, son bombardeados por sus propios egos sobre la
necesidad de quedarse con la última palabra, para recibir los honores y aplausos
de haber ganado la partida.
Pero para el ego estas actitudes son migajas,
entonces permanece al acecho de nuevas situaciones que le permitan satisfacer
sus necesidades.
Se podría decir que el ego se alimenta, o mejor dicho,
desperdicia tu preciosa Energía en nimiedades, para mantenerte alejado de la Verdad interior.
Cariño, no tieres a la basura algo tan valioso como la Energía del Ser por el sólo hecho de sostener al mal entendido Amor propio de una personalidad relativa, apoyada en el ego.
Encuentra tu fuerza en
el interior, porque ya sabes que ahí posees todo el conocimiento y la Conciencia de Dios que siempre te brinda verdadero
apoyo.
Amados
Hijos, escúchenme, déjenme que les brinde las respuestas que requieren, así
salgan de la necesidad de ser quienes tengan la última palabra.
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