Heavenletter # 5359 Publicada el 27 de julio 2015
Dios dijo:
Querido,
dar demasiado puede revelar mucho sobre ti.
Muchas veces te gusta
regalar demasiado, a pesar que sabes que estás exagerando, pero las creencias
que te inculcaron, te hacen sentir obligado o forzado, incluso si es necesario
darías tu piel.
Me pregunto:
¿Qué es lo que piensas que tienes que demostrar?
¿A quién debes probarle tu entrega excesiva, a otros o a ti mismo?
¿Lo haces porque piensas que necesitas expiar algo?
Cariño, me doy cuenta que en tu confusión no entiendes la diferencia entre exagerar y sacrificio.
Cuando das con
exageración, en realidad es el ego el
que está manipulando para hacerte experimentar una falsa sensación de superioridad.
Por lo tanto, este acto
queda limitado a un regalo excesivo, sea que alguien te haya pedido algo o no.
Con o sin pedido y si
bien es cierto que está implícita la espera por parte del otro, también incluye
una demanda que te haces e impones a ti mismo.
Este requerimiento puedes
sentirlo de antemano o después e incluso no reconocerlo, por eso cuando lo
haces quedas consternado por el desequilibrio que encierra.
Sin embargo, pese a
haberte dado cuenta, aun así continúas haciéndolo.
Hay una expresión común, ‘siempre hay que dar con todo el corazón y el Alma’.
Pero, si ‘me das de todo corazón y Alma a Mí’ tiene un significado, pero cuando lo haces al mundo, conlleva otros sentidos.
Regalar todo no es lo mismo que dar ‘Amor a todos’.
Tal vez, en algún lugar
de tu psique, existe una programación que te hacer crees que tienes que hacer
algo por los demás sin importar qué.
Permíteme decirte esto con claridad y firmeza: ‘Yo no te pedí ni lo hago nunca, que seas un mártir’
El martirio es uno de
los desprendimientos de la enfermedad provocada por el virus de la ambición que
los ataca a todos en el mundo de forma consciente e inconsciente.
Tu entrega no debe implicar
una resta en ti, ya que si das más de lo que puedes dar, puede contener una
sospechosa auto-proclamación a un martirio auto-inducido.
Sí, por supuesto, que
debes dar, pero esto no significa que lo harás con toda tu Energía vital.
Amados
Hijos, no les estoy diciendo que retengan o aplasten sus acciones, solo que
reflexionen que la cantidad no significa calidad y todo lo que den en demasía
puede quedar reducido a limosna.
Dar demasiado I
Querido, la intención de
dar puede estar rodeada de muchos
propósitos conscientes e inconscientes, de índole egoísta.
Estas pueden implicar
una limpieza o potenciamiento de la imagen externa, una actitud de mártir, una
falsa bondad con ideas de dominio, incluso, están los que tienen mucho y lo
usan para deducir impuestos, pero este no es el caso puntual.
Yo no pido mártires para
satisfacer la necesidad del mundo, Yo sólo les pido que se ‘amen a sí mismos
para que puedan hacerlo con los demás y lograr la Unidad como un solo Ser’.
Puedes dar desinteresadamente, sin que signifique
que estás tirando tu vida por la borda.
Te pido que mientras lo hagas, te
mantengas erguido, con completo reconocimiento y respeto de quien eres.
Recuerda que si mientras
das albergas, en lo profundo, intenciones
de sacar rédito, puedes agrietar tu corazón e incluso ahondar las grietas de tu mente, que
se encargarán de recordártelo y enturbiar con culpa tu anhelo de cambio.
Con seguridad te sentirás
decepcionado, porque comprenderás que en la pretensiones de dar demasiado, también está implícita
las de recibir mucho de los demás y de Mí.
Si cuando das demasiado lo haces con una actitud
de trueque, ten seguridad que el o los destinatarios, se percatarán de tu espera y, a cambio, pueden rechazar lo que les brindas debido a tu falsa abnegación.
En este caso puedes
estar buscando algún tipo de cambio, como una buena propina, que puede incluir
gratitud, reconocimiento y, tal vez, admiración.
Si es así, es probable
que necesites liberarte de esta sentencia de servidumbre auto-impuesta.
Cariño, cuando das no requieres ser esclavo de ningún apego, creencia o limitación, ya que no tienes que demostrar que realmente eres una buena persona por entregar todo lo que tienes.
Tampoco te estoy
diciendo que entregues con pesar o restricción, sino que cuides de ti mismo,
recordando que en el servicio a los demás, también estoy presente Yo.
Recuerda que el acto de dar no significa que te desgastarás, al punto que te vacíes y quedes sin reservas hasta para ti mismo.
Tampoco olvides que en
el acto de dar está implícito el Libre Albedrío y la Buena Voluntad, por
lo tanto es una cuestión de elección cuanto estás dispuesto a ceder, negar,
tomar y limitar.
En tu cotidianidad
siempre les das a los demás algo de
ti mismo, sea a través de un saludo, una sonrisa, un gesto amable y mucho más.
Entiende que al dar demasiado, no te hace un héroe, sino
que encierra negación a ti mismo y tú eres digno de merecimientos, por lo cual
no requieres auto-aplastarte para que otros crezcan.
Además hay otro ángulo
que debes considerar, cuando das
demasiado aquí o allí, estás descuidando a otros y el resultado de tu exceso
de generosidad, puede rebotarte y estallar frente a ti.
Amados
Hijos, entiendan que no hablo que sean egoístas, sino que se brinden más
atención para que no sean imprudentes consigo mismos y den demasiado.
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