Heavenletter # 5381 Publicada el 18 de agosto 2015
Dios dijo:
Querido,
cuando te sientes culpable, por lo general es porque tienes la cámara de tu
mente enfocada en el pasado mientras sigues en el presente, por lo tanto
reaccionas de forma inconsciente a lo que estás viendo.
Lo más probable es que esto
te haga ver delitos donde no los hay, por estar enfocado en sucesos del pasado,
en vez de los del aquí y ahora.
Por esto es que
reaccionas de forma inconsciente con las imágenes que se perfilan en tu mente y
descuidas a las que te preceden en el hoy.
Con seguridad te
retrotrae a la imagen de alguna persona que desempeñó un rol importante en
las primeras etapas de tu vida, como tu madre, padre, hermano o hermana que no
te valoraban.
Esta es la razón que de
continúo te alimentes con imágenes sacrílegas del pasado, con un patrón repetitivo
que aparece en tu vida y te resulta muy difícil de sacudir.
En cierta medida, te
nutres con lo que alguna vez fue y buscas justicia, sacrificando una etapa
inocente de tu existencia, en el presente, en el afán de sanear la que te hizo daño.
Sin olvidar las ofensas
de los involucrados si por casualidad decides hablar del tema y te quedas
boquiabierto por el resultado inesperado.
Con esto, según tu
estado emocional, puedes sumarte más culpas y sentirte completamente en falta, respecto de esa persona.
Sin embargo, si lo miras
detenidamente, no cometiste ningún delito como para que te vengas abajo
anímicamente, producto de los auto-reproches.
Muchos de estos
desenlaces ocurren porque previamente a conversar con ese alguien, elaboras
escenarios mentales basados en suposiciones, siendo inevitable que descuentes
llegar a un acuerdo o cantarle cuatro frescas a ese personaje.
Pero es común que las
suposiciones no cubran todo el espectro de la situación y quedes más enganchado
en un delito del pasado, con el agregado de nuevos ingredientes que lo sepultan
más profundamente en tu psique.
Por lo tanto, se agregan
más ofensas, debido a las falsas interpretaciones que hacen tú y la otra persona.
Amados Hijos, en los
errores de interpretación, las imágenes de sus cámaras mentales se superponen de
forma instantánea y se revisten de realidad, siendo que sólo son disparos de
una mente anclada en el pasado que traslada al presente, las pretensiones
inconclusas de algo que no fue.
Cámara mental
Querido, cuando te basas
en suposiciones basadas en la ilusión de la mente pierdes perspectiva de los
eventos, porque a la solución la buscas desde el pasado, para que se refleje a
futuro y no en tu presente.
Debes admitir que a
veces tú también te ofendes con rapidez, e incluso, te cuesta rastrear y aceptar
lo que desencadena tu malestar.
Por lo general, el
malestar está sujeto a categorizaciones propias del ego que busca competir con
todo, para imponer su coyuntura.
Sin negar que alguna vez
puedas haber sido mal juzgado e injustamente ofendido, hazte el favor en el
presente de ignorar ese episodio, para que dejes de escuchar el eco que tu mente-ego, que
te envía con recurrencia anclajes de lo que debes olvidar.
Si bien es cierto que
tienes facultades innatas en tu Ser y la voz interior es una de ellas, reconoce
que la que escuchas en tu cabeza es la del ego, que busca jugarte una mala
pasada para que no lo desatiendas.
Reconoce que el ego es
el ventrílocuo que te susurra todo el tiempo, para que retrocedas a momentos
donde otros te ridiculizaron e hicieron sentir incompetente y carente de
argumentación en una situación que te dejó sin capacidad de reacción.
Sin embargo, no
necesitas seguir escuchando en tu presente a esa voz en tu cabeza, que te
murmura que debes reaccionar ahora en contra de ese alguien que te desvalorizó.
Reflexiona sobre la
falta de sentido que desandes tu Camino, para enfrentarte a una situación que te
acosa y pone al revés tus estados emocionales, por un incidente que
supuestamente te pateó en contra.
Cariño, las sobre reacciones por asuntos del pasado, no son una buena nutrición energética en el aquí y ahora para tu Ser.
La reincidencia de estas
imágenes más que confrontarte con ese alguien del pasado, necesitan de una
decisión tuya para enfrentarte a las causas que te limitan y limpiarlas
definitivamente, para que salgas de estos parámetros fantasiosos de tu mente.
Si por casualidad te
encuentras con alguien del pasado que te haya ofendido, por extraño que te
parezca, no dejes que tu mente vea solo la afrenta, permítete reaccionar desde
el corazón con un auténtico perdón a ti mismo y de rebote a ese otro.
Sólo así podrás salir de
las imágenes y palabras que te mantienen estancado en constricciones, que te
impiden reconocer tu Verdad interior.
Amados Hijos, dejen ir
al pasado para que también lo hagan con las declaraciones e imágenes fuera de
lugar de su cámara mental, ya que de alguna manera, la persona que reaccionó
desfavorablemente contra Uds. no es la misma, al igual que Yo del presente.
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