martes, 28 de julio de 2015

La Verdad del Cielo


Heavenletter  # 5354 Publicada el 22 de julio 2015




Dios dijo:



Querido, no importa el qué, cómo, porqué, lo que veas, creas, digas e identifiques en el mundo, tú eres Mi Amor, Mi Amado y Yo almaceno, de forma segura, en el corazón que compartimos, la Verdad del Cielo.
Querido, no importa el qué, cómo, porqué, lo que veas, creas, digas e identifiques en el mundo, tú eres Mi Amor, Mi Amado y Yo almaceno, de forma segura, en el corazón que compartimos, la Verdad del Cielo.

En la Conciencia Celestial la seguridad no es ni siquiera un pensamiento contrastante por la posibilidad de un peligro o de una necesidad que avale un sentido de protección.

En el Cielo es un hecho que ‘Todo está bien’, no existen como en el mundo pensamientos o frases para confrontar a las mentiras.

De hecho, en el mundo relativo, debido a las falsas creencias, hay apego a las mentiras por la inexactitud de la Verdad.

En estas mentiras está ubicado el dinero que, por supuesto, se considera necesario por la supuesta seguridad que otorga su posesión.

El dinero encabeza a las tergiversaciones de la Verdad, que incluye miedo y requiere de constataciones físicas en ciertos momentos, sea en las manos o la cartera, para certificar su disponibilidad y accesibilidad.

Incluso el dinero se vale de las palabras para colaborar con una idea que gobierna, desde hace tiempo, en la Tierra, referida que la ‘riqueza gobierna el mundo’.

Sin embargo, las palabras que aseguran que el dinero es signo de poder en el mundo relativo, no te brindan una seguridad absoluta, por más que signifique un medio de vida.

Aunque el dinero a veces te haga arrodillar en las bajas vibraciones, ahora estás comprobando que no es tan fundamental en tu vida.

Entiéndeme querido hijo, no estoy criticando la dependencia a lo que se conoce como riqueza, sólo estoy ahondando en el saber, sobre que el dinero no tiene lugar en el Cielo.

En el Cielo no se puede comprar o vender nada, a menos que la Verdad sea considerada una mercancía, lo cual es imposible.

En el Cielo no hay productos para negociar o especular, sólo existe la Verdad.

En la Tierra todavía vives bajo la égida del ‘tiempo’,  una idea inventada con la que no admites ninguna apelación y que te sumerge en el sufrimiento por cualquier cosa que te imaginas.

Aunque niegues que no te agrade sufrir, podría decirse que te gusta nadar en la desesperación.

Por eso, cuando te sientes dañado por el sufrimiento, apelas a Mí Intervención para que termine con el dolor, no sólo en ti y tus seres queridos, sino también en toda tu Familia Humana.

Amados Hijos, al mismo tiempo que rechazan la vida en la Tierra no quieren que se acabe e indirectamente repelen la Verdad del Cielo.









La Verdad del Cielo



Querido, te guste o no, eres parte de la vida en la Tierra y no estás ahí para pasar a la posteridad, sino para fomentar tu presencia desde tu corazón, para que te posibilites salir de la tragedia del mundo relativo.

La ausencia de vida en la Tierra sería trágica para tu aprendizaje porque, a través de tu creencia en ella, llegas a amarte a ti mismo a pesar de tus maullidos por los traspiés que das en tu existencia.

Cariño, la vida no es de tu propiedad, aunque este concepto resguarde un gran sentido para ti, debes saber que está apoyado en una ilusión.

La propiedad aunque sea una gran cosa en la realidad del mundo, no sirve en el Cielo o en la Tierra, salvo para apoyar los pensamientos que admiten el rebobinado del apego a una ilusión.

Te significa una creencia que te invita a batallar más de lo que creas con la Paz.

Los estragos que causa, con frecuencia, inundan la corriente principal de tu vida y la del mundo.

Podrás pensar y pedir que haya Paz en ti y en el mundo, pero este pedido se parece más a una fantasía, porque está apoyado en una ilusión agradable que no sirve para invalidar el espejismo que disfraza.

En el mundo relativo es común enseñarles a todos que no es bueno decir mentiras.

No obstante cuando se trata de la vida, pese a estar asumidos en esta falsa creencia, muchas veces comen puré y simulan ante los demás como si estuvieran degustando a la más exquisita de todas las comidas.

Por esto amado niño, mientras estás en la Tierra, busca salir de los apegos, para que eleves los pensamientos y salgas de las creencias fragmentadas que insinúan que la vida es sufrimiento.

Sin importar lo dura que puede parecer una situación, no te aferrares a las ideas de la ilusión para ver solo los riesgos, confía en el Cielo y sigue avanzando para que salgas de la negación de tu verdadera realidad del Ser.

Sigue viviendo en la fantasía de la Tierra y si tienes que llorar hazlo, pero desde el alivio, por haber alcanzado la Verdad Infinita del Amor en el Cielo.

Incluso prueba ser un tipo diferente de realista, para que puedas salir de lo irreal a lo Real, negando los conceptos de la ilusión que contradicen tu Herencia Divina.

Permítete rebatir las negaciones de la ilusión que tú eres Yo, Dios encarnado en la Tierra con la forma hombre e indirectamente impugnarás las mentiras que dicen que Yo no Soy el Dios del Cielo de tu interior.

Insisto, tú nunca dejaste el Cielo, excepto cuando piensas que estás en un cuerpo que flota alrededor de la Tierra y niegas tu ADN Divino.

Amados Hijos, ¡sí Uds.! ¡Todos, sin excepción, tienen Mi Herencia en su interior,! ¡Háganla estallar en el exterior para que manifiesten a la Verdad del Cielo para todos!



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