domingo, 26 de julio de 2015

El ego está preparado para la lucha


Heavenletter # 5352 Publicada el 20 de julio 2015




Dios dijo:



Querido, tu corazón es básicamente puro, pero cuando el ego entabla una lucha para hacerse cargo y controlar tu vida, debes admitir que sus interferencias te fragilizan y dejan sin protección.
Querido, tu corazón es básicamente puro, pero cuando el ego entabla una lucha para hacerse cargo y controlar tu vida, debes admitir que sus interferencias te fragilizan y dejan sin protección.

Cuando el ego se hace cargo, podría decirse que, aunque seas el dueño de tu cuerpo, te quedas aparentemente estático y comienzas a sentirte frágil e indefenso.

Sin embargo, necesitas admitir que eres tú, a través de tu Yo pequeño, el que se deja sin protección a sí mismo.

Por lo general, la entidad conocida como ego interviene como tu defensor y comienzas a hacer resistencia para amar.

Te abrazas al miedo de ser ofendido, permaneces en guardia, siempre listo para batirte en duelo ante la más ínfima incitación.

Pero nadie va a aprovecharse de ti para sacarte lo mejor, porque si lo piensas bien, el ego no lo permitirá, ya que es quien sostiene la batuta.

Podría decirse que tus supuestos contrincantes deben prepararse para besarte los pies, sin importar las diferencias de estatus u otras circunstancias de categorización comunes al mundo relativo.

Estos reaseguros de la mente-ego te hacen cerrar el corazón, ya que te invitan a aferrarte a la falsa creencia que necesitas demostrar que eres un ‘gladiador de la ilusión’ y presentar batalla.

De hecho, estas actitudes no te potencian el sentido de autosuficiencia, sino que incluyen una derrota para ti mismo.

Equivale que te pegues un tiro en el pie, porque te auto-saboteas a ti mismo, en el afán de adaptarte a las plantillas de la Mátrix.

Con el propósito de mantener tu vida en un lugar, te clavas a ti mismo en los escenarios de la ilusión.

Cuando intentas sostener tu vida en una ubicación que te posicione en la vanguardia, los métodos que empleas para bien o para mal, hacen que tu Ser Supremo, diseñado para estar en la Luz se opaque, porque tu Yo inferior tiene que defenderse a sí mismo hasta el final.

Cariño, esta ha sido tu práctica en más de una ocasión cuando sientes que otros te calumnian, sin embargo estos afanes por defenderte embarcan a tu verdadero yo en la culpa.

El ego no es una entidad externa a ti, tú eres tu propio ego y eres quien le da una gran participación y posición dentro de tu propio equipo interior.

Has entrenado a tu Yo inferior para luchar en caso que no recibas las disculpas a una gran ofensa o alguien trate de pisotear tu orgullo.

Amados Hijos, el ego siempre está preparado para la lucha y no es algo maravilloso anteponerlo en sus reacciones con el propósito de entonar y bailar la canción del agravio.







El ego está preparado para la lucha



Querido, no me malinterpretes que no te estoy diciendo que ofrezcas la cabeza para que te la corten.

Te hablo que muchas veces la atención que pones en los eventos externos, no reciben un tratamiento adecuado.

En ocasiones consientes demasiado rápido a tus percepciones y respondes a una necesidad de destacar como el bueno o la personificación de la paciencia.

Ya sé, estás pensando, ¡pero Dios, no entiendo, reacciono así porque no quiero entrar en la refriega!

Te hablo que no requieres luchar hasta el final desde una reacción tranquila o explosiva, ya que si no tomaste la decisión adecuada, igual te sentirás angustiado.

Entonces para qué quieres o de que te sirve tragarte la amabilidad si no estás expresando tu Verdad.

Tú sabes de qué estoy hablándote cuando necesitas retirarte de una contienda.

Cuando es así no necesitas demostrar santidad, ya que el objetivo es trascender más allá de tu pequeño Yo, ya que cuando te quedas a solas con él, te opone resistencia y también te deja fuera de combate en tu interior.

No es que tengas que mantener la Armonía a toda costa, pero los auto-reproches también te hacen gastar mucha Energía, porque te ponen rígido a nivel emocional y mental.

La Armonía no tiene por qué significar un gasto por el simple hecho de ceder en contra de ti mismo.

No digo que presentes batalla, pero tampoco que pretendas ser quien no eres, ya que hasta cierto punto, estas indecisiones e indefiniciones en tus reacciones, te patean en contra.

No niego que algunas veces necesites ceder, pero si usas tu Libre Albedrío para ejercitar tus opciones apoyado en tu Verdad, no te moverás a ti mismo fuera del Camino.

No necesitas ser descortés, tampoco dejar que el otro haga todo el gasto, porque en ambos casos, viajarás a través de terrenos difíciles que te harán sentir culpable por no haber argumentado en su momento.

Más bien usa tu tranquilidad para decirle a tu contrincante que seguirán hablando cuando ambos estén calmados.

Puedes ser único siendo tú mismo si en estos eventos ejerces cortesía hacia tu Ser, sin auto-exigirte a dar una respuesta que demuestre pasividad y te sumerja en un desierto o el ártico.

Reconozco que te impulso a reaccionar sin dañar tu corazón, pero reconoce que si explotas por exceso de calor emocional alborotas tu interior y exterior.
Y si te gelificas, corres el riesgo de enfriar tu corazón al reprocharte y sentirte culpable por no haber dicho lo que pensabas.

De una u otra forma, te bajas el telón en el teatro de la vida, ya que te guste o no, en ambos casos te dejaste llevar por un falso orgullo del ego.

Tal como están diseñadas las interactuaciones en la realidad del mundo, no todos van a ser tus amigos, pero esto no significa que se transformarán en tus enemigos.

Amados Hijos, no obstante, en el transcurso de cada acción, procuren tomar decisiones que le impidan al ego prepararse para la lucha desde una actitud pasiva o activa, ya que muchas veces ambas incluyen orgullo.



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