miércoles, 17 de junio de 2015

El malestar del miedo


Heavenletter # 5312 Publicada el 11 de junio 2015




Dios dijo:



Querido, no tengas miedo, líbrate de él y sus malestares.




Querido, no tengas miedo, líbrate de él y sus malestares.

Lo que te estoy sugiriendo no es una idea nueva.



  • ¿Para qué necesitas el temor?
  • ¿Por qué poner la sombra del miedo sobre ti?
  • ¿Por qué sujetarte a las maquinaciones del miedo?
  • ¿No te parece que ya tuviste suficiente miedo?


Este es el tiempo para que te deshagas del miedo.

El miedo no te está persiguiendo, eres tú el que lo persigue, como si se tratará de una viejo amigo muy querido por ti.

Tú te mantienes en el puesto de observación del miedo para darle la bienvenida.

Separas tus cortinas internas por temor, sin importar lo incómodo que se pueda sentir, permites que te de una palmada en el corazón y te invite, mientras le respondes:

“¡Hey, bienvenido, te he estado esperando!”


El miedo aprieta tus músculos y tu digestión, no obstante lo dejas barrer con tus emociones positivas, como si fuera un mensajero que te trae buenas noticias y bendiciones de Amor.

Si me das la bienvenida a Mí, como tú Dios, te daré lo opuesto al miedo y te llevaré mucho más allá de su influencia.

Conmigo el miedo se transforma en una bagatela del ego.

En cada uno de tus días, elígeme a , para que salgas de la fidelidad al miedo y la incertidumbre que tienes sobre Mi Presencia amorosa.

La Conciencia del mundo, de hecho, está estructurada al revés del verdadero significado de la Verdad del Amor.

En la actualidad el tiempo del miedo, la separación y el ego han terminado.

Tal vez pienses que sin miedo quedarás descuidado y con la guardia baja.

Pero descuidado no es sinónimo de miedo, implica que no te permites ver adónde vas.

Tampoco significa que seas tonto, sino que escuchas, ni atiendes, las señales de tu voz y Guía interior.

Por esto giras en un círculo vicioso que siempre te lleva a ponerte el mismo escudo, el miedo.

Si quieres, puedes transitar bien por tu Camino, sin abrazar al miedo, ya que así no portarás el manojo de nervios que siempre te entrega, e invade luego con todas sus emociones afines, como la ansiedad.

Cuando el miedo se hace cargo en tu senda, te empuja fuera del Camino.

Podría decirse que es un matón que desactiva tus buenas vibraciones para intimidarte.

Pone un pie en la puerta de tus Campos de Energía y con una mano en la de tu corazón, para evitar que las cierres y permitir el ingreso e invasión permanente de sus camaradas negativos.

Amados Hijos, ¿cuándo y dónde les dije que deben permitir el ingreso de los malestares del miedo en sus Energías y corazón?







El malestar del miedo



Querido, el miedo es un intruso, sin derechos, que se permite asustarte a distancia.

Párate, ponte derecho y enfréntalo, que no tiene ningún espacio reservado en tu corazón.

Si te lo propones puedes hacer desaparecer al miedo y al robo de Energía que beneficia al ego.

Con esto no te estoy pidiendo que vayas al extremo y seas valiente a ultranza, sino que dejes de acomodarle los cojines al miedo en tu corazón.

El miedo es un carroñero que se nutre, desde la infancia, de tu valiosa Energía del Ser.

El miedo simplemente necesita ser temido, para saborear lo mejor que hay en ti.

Sin arrogancia míralo a los ojos y percibirás que es simple humo del ego.

Luego permítete darle la espalda, sin descortesía, tampoco con sutilezas, ya que se volverá a regodear con tu sensación de ofensa.

Te doy permiso para que le estampes un puntapié al miedo.

No temas darle una patada, porque no es tu camarada de armas, tampoco tu escudero.

El miedo es un ladrón que te roba la Alegría y la pone lejos de ti para sonreír con tu malestar.

Él se anima a sí mismo y no le importa un comino acerca de ti.

Le place dejarte temblando, mientras se auto-inyecta a sí mismo con tus Energías, durante tus vigilias y cuando duermes.

El miedo no es inofensivo, es un coleccionista malicioso que le gusta ahogar y hacer estragos en los corazones de sus víctimas.

Orgulloso deja el sello de sus travesuras, especialmente cuando te aleja de la Confianza.

Sin embargo tiembla cuando te ríes, porque le teme a la Luz de la Felicidad.

Aunque trate de mantenerse agazapado a través de múltiples disfraces, dile adiós al miedo de una vez por todas.

Si trata de ingresar a través de las preocupaciones, invoca mi Luz Diamante de inmediato para que no le des espacio a este aguafiestas a actuar en nombre del ego.

Propíciate salir de la ilusión del miedo, repitiendo para ti mismo:



“Vete miedo, en el Nombre de Dios desaparece”.

“En el Nombre de Dios estás derrocado, no te muestres más,
estás fuera de mi vida”.

“En el Nombre de Dios no pienses en regresar”.

“En el Nombre de Dios, déjame Ser”.



Amados Hijos, ayúdense a sí mismos, a los demás y a la Tierra a desterrar los malestares del miedo de la faz del mundo.


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