Heavenletter # 5319 Publicada el 17 de junio 2015
Querido,
el interior de tu propio corazón es el Campo de Mi Energía pulsante y límpida, que palpita
aunada con la tuya en un hermoso canto al Amor.
Tu propio corazón es un espacio
abierto al Amor y a nada más.
Tal vez pienses que el
miedo y otras emociones extrañas al Amor se esconden en tu corazón, pero no es
así.
El miedo puede cubrir la
capa exterior de tu corazón y ensombrecer el brillo del Amor, pero nunca suprimir su expresión.
Tu corazón es el Hogar de Mi Amor que calienta tu vida.
Tu corazón es la
Encarnación del Amor, es el castillo que alberga Mi Energía Divina.
Aunque muchas veces, por
cuestiones propias de la distorsión, conviertas a tu corazón en un foso que te
aísla de otros corazones, no impide que siga siendo Mi Morada y la Encarnación palpitante de Mi Amor.
Mis Señales siempre
llegan a tu corazón, sin importar lo mucho que trates de alejar a tu Ser de la
Esencia de Dios depositada en él.
Aunque trates de
convertir a tu corazón es un elemento extraño a tu Ser, no podrás tener éxito.
Cuida tu corazón,
consérvate conectado a la Verdad
presente en él.
A partir de este momento, toma a esta Verdad como tu premisa y permite que tu corazón sea el hermoso
tulipán que en realidad es.
Deja que tu corazón sea el
móvil en tu realidad, para que se convierta en tu fundamento y puedas
enamorarte de su efervescencia amorosa.
Deja que tu corazón sea
la pista por la que corre tu vida.
No discutas, ya que amar
o no amar no es la cuestión, sólo importa que ames, no existe otra opción.
Deja que tu corazón sea
una hermosa columna del Amor, así cumpla con el propósito para el que fue creado.
No te engañes a ti mismo
respecto de tu corazón, no trates de alejarte de él.
Permite que tu corazón ocupe
un lugar de honor, se manifieste a sí mismo y hable por ti, no con palabras,
sino con Mi Energía presente en él.
Deja que se
destaque la bondad de tu corazón, no con timidez, ni modestia, ya que así no
reflejarás a la Verdad de él.
Amados
Niños, sus corazones son fuertes y el Amor es valiente, puro y simple, entonces
permitan que vuelen y canten Mi Verdad en su realidad.
El canto del corazón
Querido,
el Amor del que te estoy hablando es real, tú tienes Mi Principio Sagrado en tu
corazón.
Por lo tanto, no importa
con lo que lo revistas, ni la cantidad hielo con la que lo recubras, nada podrá ocultarlo o congelarlo.
No viniste a la Tierra a
luchar y a vencer tu corazón, negándolo y haciéndolo contigo mismo.
Por mucho que lo
intentes, no podrás crucificar o destruir tu corazón con ninguna tormenta
emocional.
Ni el fuego, tampoco el
hielo emocional van a poder ingeniárselas para secar o fulminar tu corazón.
Cariño, tu corazón es la
Esencia que envuelve tu existencia y tiene múltiples vidas.
A estas alturas, todos
en el mundo saben que sus corazones son más que un músculo y el depósito de una
oleada de sentimientos.
Tu corazón es el centro
que irradia a tu Alma.
Recuerda que tu corazón
es Mío, no trates de aprisionarlo, ni encarcelarlo.
Tu corazón debe moverse
con Libertad en la amplia gama de escenarios de tu realidad.
Tu corazón no está para
que seques las semillas de tu jardín interior, sino para que hagas florecer los
frutos que calientan y hacen prosperar a tu Ser
con cada latido.
Tu corazón es la Morada donde Yo resido y te di como un Emblema Divino mientras estás aquí en la
Tierra.
Cariño,
tu corazón es lo mejor y más valioso que tienes en esta realidad, enarbola la
bandera de la Verdad y el Amor.
Permite que tu corazón
sea la flor más hermosa que jamás has visto.
Deja que los latidos de
tu corazón repiquen con los timbales Divinos, para que hable por sí mismo y me
refleje con múltiples abrazos de Amor a todo lo que te he confiado en la
Tierra.
Ábrelo, reclama a tu
corazón la Expresión que manifieste a tu
Conciencia en este Ahora.
A ti te he confiado el
cuidado de Mi Corazón, entonces permite que declare al mundo la Verdad de la Luz del Amor depositada en
él.
Si te alejaste de tu
corazón, regresa a él elevando la Energía de tu Conciencia en este Ahora.
Hazte amigo de tu
corazón, posibilita que aflore su mágica virtud.
Amados
Niños, dejen que sus corazones canten, para que sus sonidos escalen las montañas
que los llevarán de Regreso a Mi Reino.
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