Heavenletter # 5303 Publicada el 02 de junio 2015
Dios dijo:
Querido,
cada vez que escucho el clamor de tu corazón, siempre te envío señales para
avisarte que estoy siguiéndote, que no llores porque permanezco a tu lado.
Siento tu angustia y
lamentos en el Lugar Sagrado que
compartimos, por el sonido de tus pensamientos.
Te siento exclamar:
“Mi Bienamado Dios, tu eres Mi único Dios, sí, eres el Único Dios que mora en mi corazón.
Amado Dios hay algunas cosas que no puedo entender, aunque Tú seas Mi Piedra de toque tanto en el Cielo, como en la Tierra y yo sea lo más sutil de tu Delicada Energía.
Sí, no entiendo que siendo un Desprendimiento de tu Fuente y tu Energía sin pesar nada pueda sostener el Universo, la Creación, a mí y a todos los demás seres variados que la integran tanto en Tierra, como más allá tenga tantas dificultades para aunarme como UNO.
Tú eres el Gran Creador de todas cosas que fueron, son y serán, incluso eres el Diseñador de todos los que aún no se manifestaron.
Eres el Creador de todas las cosas, incluso las no creadas, eres el Diseño Espontáneo cuyas fluctuaciones estallan con Belleza en las vibraciones de la Tierra, sin embargo yo no puedo cambiar junto con ellas.
Yo que tengo un cuerpo y una Conciencia me siento separado de ti, siendo que junto con el resto de la Creación soy el epítome de la vida.
Si, en la Tierra el cuerpo es un medio impresionante que me permite albergar mi Espíritu y fusionarme con tu Esencia.
¿Si esto es cierto, por qué estoy tan identificado con el cuerpo en lugar de Ti?
Muchas veces me dijiste que yo soy Tú, que estás dentro de este traje que calzo, pero que las excentricidades de la ilusión entorpecen mi percepción del Ser.
También me dijiste que estoy aferrado a toda la evidencia física que me roza, impidiéndome estar en el aquí y ahora interior.
Incluso me dijiste que no haga caso del folclore exterior que dice que vine aquí una sola vez y que según mi desempeño en la vida, podré regresar o no a Ti, hasta que puedo pasar por un estado intermedio.
Sin embargo, no puedo evitar caer en las falsas creencias y olvidar que soy una Luz Brillante en la Tierra y el Cielo, una Estrella Divina que te representa.
No obstante ser un Representante del Poder Divino siento que no puedo evitar mis explosiones temperamentales de ira.
Tampoco dejar de saltar en las conclusiones apresuradas, sigo reaccionando a la primera incitación, incluso a veces sin necesidad de provocación.
Entiendo que no puedo aprender a esperar a tener seguridad o hasta saber qué es lo que los demás tratan de decirme.
Siento que siempre contrasto Contigo Dios, que eres Omnipresente y Omnisciente, porque yo sigo empapando mis manos en la desesperación por no saber que me traerá el siguiente momento.
Así es como atento contra mi propia seguridad para eliminar los velos del holograma que me aseguran que el Cielo es azul, siendo que tus Estados Divinos revelan una realidad multicolor para aquél que la quiera ver.
El Universo, el mundo y todas realidades alternativas en las que vivo tienen muchos colores y muchas líneas que se cruzan y van de aquí para allá.
Dios, reconozco que en la Tierra no tengo ninguna armadura, salvo la que porto por efecto de la ilusión, para sobrellevar la indefensión con la que percibo la vida, siendo que Tú eres mi única protección.
Pero no siempre encuentro que me escuchas, en la Tierra más bien siento que mi existencia me es arrancada y que deambulo alrededor de ella siendo sólo una entidad de carne y hueso.
Entiendo que estoy apegado a lo que mantiene oculto al Cielo, que alimenta mi inseguridad con un sueño que me impide descansar al abrigo de tu Energía amorosa.
En tus numerosos mensajes me dices que la Tierra es diferente y que mi verdadera Esencia está en el corazón, el pilar infalible que despejará mi mente, elevará mi Conciencia y hará brillar mi Sol interior.
Incluso me dices que en el Lugar Secreto que compartimos como Uno, está la Luz de Dios que me iluminará y permitirá Ser Yo Soy.
Me dices que aquí está lo que me hará sacar la visión de la polaridad y la horizontalidad, romperá la cadena que me ata a la ilusión y la mente-ego.
Amado Dios, quiero absorber toda la Luz que me envías para ingresar en la Verdad de la Unidad y salir de las falsas creencias que te plasman como un Amuleto Divino de la buena suerte.
Perdóname por decir esto venerado Dios, pero necesito que ilumines mi Silencio interior con tu Gran Luz para desterrar todas las sombras de todos mis pasados.
Tú me creaste como un Ser Inmaculado, sin sombras, por eso te pido que Tu Presencia siempre me siga a todos lados donde vaya, para que pueda reconocer tu Luz en mi Camino”.
Dios me sigue
Mis Amados y Adorados
Niños, siempre los sigo a todos, a cada momento, en cada una de sus
existencias.
Nunca están solos, Mi Amor nunca podría abandonarlos o
estar separado de Uds.
La limpieza y cambios de
estos tiempos de transición les despiertan sentimientos de tristeza, ansiedad y
preocupación, incluso aviva el de separación.
Sin embargo, estas Energías que les estoy enviando a Uds. y
a la Tierra son para despojarlos de los velos de la oscuridad y hacerlos
retornar definitivamente adonde pertenecen.
Busquen a su Niño Interior, mímenlo, ámenlo,
transfórmenlo en un adolescente feliz, para que transmute en un adulto con
verdadero Amor a sí mismo, en el aquí y ahora interior.
Amados Niños, nunca
duden que Mi Presencia Yo Soy los sigue en sus corazones y de la totalidad de su Ser, les
pido que se integren a sí mismos para que puedan ver la magnitud de mi Amor en
Uds.
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