Heavenletter # 5307 Publicada el 06 de junio 2015
Dios dijo:
Querido,
en el Cielo no hay tristeza, pánico, cansancio o ansiedad, sólo hay un suave
saber que te serviría de antídoto para la preocupación si lo atrajeras a tu vida.
¿Si
instalas el Cielo en el Tierra, por qué deberías preocuparte?
Recuerda
que tu Alma está en el Cielo y tu corazón se encuentra dentro del Mío.
Esto
significa que tanto tu Alma como tu corazón están Conmigo en el Cielo.
La preocupación es una invención añadida como un parche a tu
existencia por el ego.
La preocupación no es real, no importa cuánto te parezca que te
preocupas, todos los ingredientes que la condimentas con tu mente, pertenecen a la
ilusión.
La preocupación es como una colmena de abejas zumbando dentro de ti.
¿No te parece extraño que la preocupación te parezca más real que Yo, el Dios de todos?
Mi Presencia en tu interior está más revestida de irrealidad que las ocurrencias tardías que añade tu mente a través del ego, para alejarte de la Verdad.
Cariño, tu mente-ego te juega muchas bromas en tu realidad ilusoria.
Te hace apostar a las preocupaciones para afianzar y agrandar
el falso sentido de separación y soledad en tu interior.
En cierta manera, cuando
ingresas en este juego ahondas el desconocimiento sobre ti mismo, porque ignoras la diferencia entre la ilusión del ego y la Verdad del Ser.
La diferencia de la cual
te hablo es muy grande, ya que desatiendes el valor de tu Energía como Ser.
La permanencia en las bajas energías de la preocupación te
significa reducir a centavos tu existencia, siendo que en tu interior posees un
Diamante Divino que supera en valor a
cualquier gema del mundo.
Por supuesto, la
diferencia entre la preocupación y Yo
siempre será mayor, incluso inconmensurable.
Esta metáfora es para
que comprendas que Mi Significado en
tu interior no tiene comparación.
Yo no creo en la preocupación, Conmigo no experimentas intranquilidad, ni desasosiego.
Tu realidad te hace
inventar y ampliar, a lo largo y ancho de tu vida, múltiples energías negativas que te posicionan en
el trono de la angustia.
Amados
Hijos, busquen un antídoto para que se desapeguen y abdiquen al trono de la
preocupación y sus asociados.
Antídoto para la preocupación
Querido, entiendo que no
quieras aliarte a la preocupación,
pero estás tan apegado a este concepto que el sólo saber que debes dejarla a un
costado, te preocupa sobre como lo
conseguirás.
Estás acostumbrado a
ella y, en cierto sentido, le tomaste el gusto a poseerla.
Te digo esto porque, incluso
un dolor de cabeza, te dispara la preocupación
que algo anormal ocurre en tu cuerpo.
Nadie en su sano juicio
podría incurrir en tanta preocupación.
Sin embargo aquí estás,
encadenado a la preocupación y
permitiéndole que se ponga a tono con tu vida.
De esta forma es como vives
subyugado en la prisión de la preocupación.
Siempre tienes a babor
una preocupación a la vista, es como
si temieras quedarte sin ellas.
El ego te vende los paquetes de preocupaciones a precios risibles,
hasta podría decirte que son moneda corriente en tu existencia por lo accesible
que son para ti.
Incluso las recibes sin
pedirlas, ya que tú las atraes, activas, sientas en tu regazo mental y te
aferras como si la vida se te fuera a ir si no las recibes.
Cariño, las preocupaciones son como un medicamento que tomas y creas adicción e incluso hasta puedes desarrollar un síndrome de abstinencia si te faltan.
Sin embargo, existe un antídoto para que evites preocuparte y lo posees en la inocencia de tu niño interior.
Así es corazón, en la inocencia de tu bello niño interior no existe la preocupación.
La inocencia de un niño
no comprende el concepto de preocupación.
La inocencia está libre de preocupaciones.
Otra palabra para inocencia
es Confianza.
Un bebé inocente para ser arrullado o alimentado puede llorar
sin
preocuparse, ya que aún no ha aprendido a hacerlo.
Un bebé permanece y Es
en el momento.
Un bebé se nutre en el
ahora, sin pensamientos sobre el ayer o el mañana.
Él no utiliza su mente
para hacer conjeturas, sólo permanece en el aquí
y el ahora.
Tampoco mira de
izquierda a derecha para sacar conclusiones o resguardarse de posibles ataques.
Tú bebé interior sabe cuáles
son tus Derechos Divinos, mientras
que tu adulto los desconoce.
Tu bebé sabe cómo
alimentarse energéticamente, mientras que tu adulto se preocupa, siendo que no existe nada que pueda atentar contra tu
Divinidad, salvo las manipulaciones de la mente-ego.
Piensa querido niño en este mensaje y comienza a reencauzar tu Energía hacia la Alegría, en lugar de desperdiciarla en las preocupaciones.
La Energía de la Alegría te equivale a dar Amor al Universo, que te sostiene todos los días de tu vida.
Amados
Niños, les resultará bueno saber y recordarse a sí mismos que Dios les provee el
antídoto para sus preocupaciones, todos los días, en cada uno de sus instantes.
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