miércoles, 4 de marzo de 2015

¿Qué es Cristo?


Inteligencia, Conciencia, Energía Crística



Se requiere inteligencia para organizar todas las Galaxias en el Espacio Infinito.

Resulta una necedad pensar que en ese Infinito no existe ninguna Inteligencia.

Cristo es esa Inteligencia y no es una persona, puede existir por sí misma y sin forma.
Esta Inteligencia no es una, es una Unidad Múltiple Perfecta, que está en todas partes y utiliza a la Luz Solar como vehículo para expresarse.
El Símbolo del Infinito representa a la aparición de la Luz en el Universo e Infinito y se produce en cada sistema solar que es único.
Se podría decir que este es el primer nacimiento o la primera Natividad de eso que llamamos Cristo. 
Esta Inteligencia Múltiple Perfecta se expresa a través de muchos Seres.

De acuerdo con el Árbol de la Vida, la Luz desciende con el fin de brillar a través de las diferentes inteligencias o Seres que existen en el Universo.

En un estado de éxtasis se puede penetrar en esa Inteligencia y descubrir que es una partícula integrante del propio Ser.

Está en el Ser para despertar la autorrealización a todas las posibilidades internas, con el surgimiento de la Conciencia Crística de la Luz.

Esta Inteligencia del Infinito es el Sol Espiritual o Central que actúa en todas partes, por eso es Omnipresente.

Esta Inteligencia cambia gradualmente, a medida que desciende de las Dimensiones Superiores a las inferiores.

El Sol Espiritual o Sol Central de este Infinito, es el lugar donde todas las inteligencias convergen.

Ningún telescopio puede encontrar al Sol Central, sólo en un estado de éxtasis de la Conciencia puede ser visto, porque está más allá del mundo tridimensional.

En el caso de la Vía Láctea, hay una Inteligencia en la Galaxia que se llama Sol Polar y que es el Sol Espiritual.

Aquí convergen todas las inteligencias de la Galaxia, constituyendo una Unidad Múltiple Perfecta, o sea la Luz que llamamos Cristo.

La gente, por lo común, siempre quiere hacer de esa Inteligencia una entidad humana.

La Inteligencia que organiza a todas las inteligencias de la Vía Láctea se llama Sol Polar y se encuentra en la séptima dimensión y durante un éxtasis espiritual es posible visitarla.

Cualquier iniciado que quiere entrar en los misterios de los mundos internos de la Galaxia, tiene que ir directamente al Sol Polar, donde reside y palpita la Inteligencia Crística.

Hay muchas leyes ignoradas por los pueblos de la Tierra en relación con el Universo, debido que la ciencia lo estudia desde un punto de vista tridimensional, omitiendo que está compuesto por siete Dimensiones.

La ciencia suprime a la Inteligencia que gobierna a todo este vasto Universo y que permanece en la séptima Dimensión o dentro de las Expansiones de esta Fuerza Solar llamadas Ra, Cristo, Alá, u otros diversos nombres.

Si miramos sólo nuestro sistema solar, encontraremos a la Inteligencia que lo organiza en el corazón de nuestro Sol.

El Sol tiene la misma Luz, electrones y Fuerza del Sol Polar, donde se puede apreciar al Rayo de la Creación que desciende a través de todos los soles y estrellas.
El resultado de la transformación de la Energía de las Fuerzas del Sol en el planeta, está relacionado con el Fuego, porque Cristo es precisamente este Elemento.
El Fuego Solar quema para crear cosas nuevas, quiere que cada unidad a su cuidado sea consciente.
La Inteligencia de la Fuerza Solar, mora dentro de nosotros o sea que Cristo está dentro nuestro y en todas partes.
Por eso debemos aprender a conservar y transformar esa Energía en nosotros mismos, para mutar en Seres Crísticos, sólo la Energía y Conciencia de Cristo lo puede realizar.

Este Fuego se transforma en el cuerpo, mora como Creador dentro de nuestras glándulas sexuales, por eso el secreto de los secretos de la magia sexual, es la manera en la que Cristo trabaja con la X del Símbolo del Infinito, transformando la energía sexual en Luz Solar.

Esa Energía llamada Cristo es una Fuerza que da vida a todo en el Universo.




¿Qué es Cristo?



En el planeta Tierra tenemos la costumbre de matar a Cristo, encarnado por Jesús de Nazaret.

Fue asesinado porque sus enseñanzas se oponían a las de ese entonces.

Esta humanidad es bárbara, sin embargo la Energía tiene piedad de nosotros.

En el invierno, la naturaleza comienza a morir y necesita de Luz Solar con el fin de revivir o resucitar.

Así es como el 25 de diciembre en la Tierra, el Sol comienza su movimiento hacia el norte, de modo que la Luz Solar reinicie el ciclo de traer una nueva primavera, paulatinamente.

Cuando los movimientos del Sol atraviesan de sur a norte la zona ecuatorial, es cuando se celebra la Crucifixión.

Esa es la Crucifixión de la Luz Solar, de la Fuerza Solar en el planeta y en la naturaleza.

Se trata de un drama cósmico que se repite cada año, donde todos recibimos esa Bendición Solar que nos da su vida, sin importar quién es quién o la religión que se profese.

Esa Luz Solar nos da la vida una y otra vez, este es el Sacrificio del Señor.
Esto es algo que tenemos que entender y comprender, porque pertenece a un ciclo de la naturaleza y no a la religión.
El beneficio de la Bendición Solar de cada año por el Sacrificio del Señor, ingresará en nuestro cuerpo, mente, psique y Espíritu, si sabemos tomar ventaja de ello.

Comúnmente, la Energía entra en nuestro cuerpo físico para nutrirlo y el desconocimiento hace que la desperdiciemos.

Aquí reside el problema de la humanidad, desconoce cómo tomar ventaja de esta Luz Solar o Fuerza Crística, con el fin de darse vida a sí misma.

Son mayoría los que derrochan la Energía Crística, incluso si dicen amar mucho al Señor, debido que piensan que sólo deben creer en Él y no transmutan la Energía Crística sexual.

Aceptan las enseñanzas de Jesús, pero no las practican para volver a nacer como Cristo mediante las Aguas del Espíritu.

Las Aguas del Espíritu son el símbolo de este Fuego del Espíritu Solar que da vida. 
Coloca ofrendas en los corazones de aquellos que están trabajando con la Fuerza de ese Fuego en su Árbol de la Vida, conservando el don de dar vida al propio Ser.
Esa Luz ingresa a través del séptimo Chakra en la Corona y a través de la Glándula Pineal, brilla en nuestra columna vertebral, dentro de las siete iglesias o siete Chakras.
Estas son las Lenguas de Fuego que llegaron flotando por encima de las cabezas de los Apóstoles, eran el Fuego del Espíritu Santo o Fuerza de Cristo.

Las personas no entienden a este regalo y a su significado, que implica al Poder del Espíritu Santo que no se recibe automáticamente, sino que hay que ganarlo.

Esta es la razón por la que la Navidad o Natividad de Cristo es para los niños, por sus mentes inocentes.

Cristo descenderá con Iluminación en nosotros si tenemos la mente de Buda.

El Árbol de la Vida está simbolizado en occidente con el Árbol de Navidad,.

El desconocimiento generalizado, transforma a este día especial, en un simple intercambio comercial.

Celebramos la Navidad ignorando el significado de la relación del rito de la Luz Solar con la Tierra, preocupándonos sólo por los regalos que recibiremos y daremos, porque se han comercializado todos los Símbolos Sagrados.

El drama del Cristo Cósmico y la forma que podemos asimilar a la Fuerza Solar es un secreto relacionado con la columna vertebral.
Si se quiere recibir al Cristo en el interior, el primer paso es hacer del cuerpo físico una virgen, para despertar la Energía de la Kundalini.
Implica resguardar a la fuerza sexual y a todas las demás Fuerzas Solares que entran en el cuerpo físico.
Esto se consigue evitando el espasmo del orgasmo recreativo, mecánico e instintivo que no retiene a Cristo.
Necesitamos aprender a transmutar la energía sexual en nuestra materia o cuerpo, para convertirlo en virgen.
A partir de esta virginidad nacerá el Bebé Espíritu.

Este Bebé es el Fuego, Cristo, Hijo de Dios, primogénito, la primera emanación de la incognoscible Divina, que no tiene forma.

En este primer paso, además del cuerpo físico, Cristo también debe nacer en el cuerpo vital, cuerpo astral o cuerpo emocional, cuerpo mental, cuerpo de la voluntad, cuerpo de la Conciencia y cuerpo del Espíritu.

Esos son los siete pasos que tenemos que tomar para que Cristo entre como Fuego, en cada cuerpo individual o cada parte de nosotros.

Cuando el cuerpo físico se vuelve virgen, le sigue el cuerpo vital, luego el cuerpo emocional.

Cuando el Nacimiento de Cristo se produce en las emociones, también lo hace dentro de nuestras mentes y voluntad.

Cristo es crucificado cada año en el planeta, con el fin de dar la vida, con el fin de reanimar a todos los elementos.

Después de la celebración de la crucifixión, la naturaleza comienza a llenarse de Luz, para florecer con nueva vida,que todo se multiplique rebosante de vida.

Lo mismo ocurre dentro de nosotros y si queremos que Cristo se exprese de manera consciente, tenemos que sacrificar la parte animal en nosotros, a través de la crucifixión.

Todo lo que es animal tiene que morir, los deseos de lujuria, ira, codicia, envidia, pereza, gula, etc., para que Cristo nazca.

El Proceso para que todos estos elementos mueren crucificados, no se realiza en una sola vez, sino en siete veces y en siete ocasiones:


El hombre terrestre muere y nace el hombre celestial.
Debemos morir en nuestro comportamiento animal en el plano físico, plano vital, plano emocional, plano mental, plano de la voluntad, plano de la Conciencia, incluido el del Espíritu.
Tenemos que Ser completamente absorbidos por la Energía Solar del Fuego Crístico.

El trabajo de transformarnos en Yo Soy para hacer surgir al Cristo es muy duro.

Lo hacemos poco a poco, hasta que logramos convertirnos en la misma Luz o en parte de Ella.

Esta es la Cristificación del Ser, que nos transforma en un real y verdadero Ser Crístico, transmutando el cuerpo, mente y Espíritu.

En este momento, las Huestes Celestiales están enviando Energías Crísticas de Altas Frecuencias para activar el Proceso y poner en actividad, a todas las partes de Cristo en el interior y reconectar la Luz en el Ser.
Nuestra Sabiduría consiste en descifrar su uso, para dar lugar al Nacimiento del Bebé Espíritu, mediante la Crucifixión de nuestra naturaleza animal en esta próxima Pascua.
Este Proceso comenzó el 19 de febrero, seguirá en marzo, a través del Equinoccio, los Eclipses Solar y Lunar, fechas donde se abrirán Portales Estelares para nuestro acceso en la Multidimensionalidad.

El día anterior a Pascua es importante que nos concentremos en la Crucifixión interior, de manera que la Energía Crística queme la vieja naturaleza.

Así es como propiciaremos el florecimiento y posterior Nacimiento del Ser Crístico del Hombre Celestial en cada uno de nosotros.


De acuerdo a las expresiones de Samael Aun Weor, en Tarot y Cábala de 1978:

“Sería inútil que el Cristo nazca mil veces en Belén, si no nace en nuestro corazón también.
Tenemos que formar a Cristo en nosotros mismos, para entrar triunfantes y victoriosos el Domingo de Ramos por las puertas de la ciudad.
La Navidad es un acontecimiento cósmico que debe realizarse en cada uno de nosotros.
La Natividad o Navidad es absolutamente individual.
Es necesario que el Cristo nazca en cada uno de nosotros.
Es importante para todos nosotros, visualizar, entender y comprender lo que es Cristo”.

Sobre lo que es Cristo, hay muchas interpretaciones y suposiciones erróneas, también sobre la Navidad, crucifixión y resurrección.


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