Heavenletter # 5211 Publicada el 02 de marzo 2015
Dios dijo:
Querido, ábreme tu
corazón y descubrirás la Paz, Amor e
Inmensidad que nos envuelve en la Unidad.
Podrías tener una
política de puertas abiertas Conmigo,
de manera que aprecies lo felices que Somos
como Uno.
Entre
tú y Yo no hay límites, ni barreras y si
llegaste a concebirlos, pertenecen a las creaciones imaginarias de tu
mente.
Podríamos decir que
tienes una buena imaginación, salvo que la utilizas para propósitos ajenos a tu
verdadera condición del Ser.
Por lo tanto, las
percepciones mentales que te hacen creer que estamos separados el Uno del Otro y te crean un sentido de
soledad inexistente, te retardan en el Camino
de Regreso.
Ciertamente, este es un servicio del ego que no deseas y podrías
cambiar si te dispones a iluminar tus pensamientos con una Luz más elevada.
Te vuelvo a repetir lo
que ya te dije en varias ocasiones:
“No hay nada, ni nadie que pueda interponerse entre Nosotros Dos, salvo el sentido de separación que albergas en tu mente”.
Respecto a esto, puedo
decirte que en la Tierra existen diversas historias sobre Mí Existencia y
residencia en algún lugar desconocido del Cielo.
Podríamos decir, que el
origen de esta creencia contempla una cláusula de escape, a través de una clave
de seguridad para el Amor terrenal, para justificar los extravíos en el Camino
por la interposición del ego.
Podríamos decir que esta
creencia fue creada por unos cuantos que se extraviaron en el ego y deseaban controlarte, manteniéndote
en la sombra e impulsándote a establecer barreras imaginarias entre Nosotros Dos.
En este presente, te
animo a recobrar el valor y derribar esas barreras mentales que te tienen
alejado de Mí.
Estas creaciones de
quienes supuestamente son “mis
representantes en la Tierra”, son cortinas de humo con múltiples agujeros
en ellas.
En primer lugar, nunca
funcionaron y en segundo lugar, tampoco lo harán en sus pretensiones de
mantenerte distanciado de la Unidad
en el corazón que compartimos.
Deja ir a tus miedos y vacilaciones, sitúate en el aquí y ahora,
para que te posibilites reconocer la Suprema
Unidad que Somos tú y Yo.
Cariño, para hacerlo no
necesitas el permiso de nadie, tampoco serás un “pecador” por moverte fuera de las creencias de separación que
limitan a tu Ser.
El único que puede darte
permiso eres tú mismo, ya que sólo tú estás en condiciones de hablar Conmigo sobre la Unidad de tu Ser con el Mío.
Hablaremos en un sentido
literal, porque la Unidad es silencio,
sólo hay Amor y Luz.
Entre Nosotros Dos siempre funcionó muy bien
el silencio, Nuestras Expresiones se
comunican con las vibraciones y ondas de la Energía del Amor que nos envuelve.
Despierta en tu corazón todos
los Derechos de Nacimiento que lo
harán vibrar.
Aquí no tienen cabida
las palabras y pensamientos, sólo el ejercicio de la voluntad, para manifestar
el deseo de Ser Yo Soy.
Hijos Míos, les aseguro que su corazón no opondrá resistencia
a Nuestra Unidad, al contrario, rebosará de placer y Alegría por haberse
reencontrado Conmigo en la Paz, Amor e Inmensidad.
Paz, Amor e Inmensidad
Querido, la locura de la
separación es una idea que surgió por el deseo de algunos de sentirse Dios en tu realidad.
Debes dejar ir a esta idea que te controla, así
te desapegues de lo que implantaron en tu ego,
a través del miedo.
En realidad, el ego no tiene nada que ver contigo, este
es el As que otros barajaron durante
mucho tiempo para mantenerte esclavizado.
El ego es un desprendimiento de tu Mente
Cósmica, que se distorsionó en la densidad de esa realidad.
Tú Ser no tiene ego, se
trata de un extraño e intruso de la mente 3D que creaste y te cerró la puerta de
conexión Conmigo y te mantiene alejado de la Fuente.
Cariño, retira la intervención del ego y accede a la creencia de la Unidad, donde tú y Yo o Nosotros Dos, Somos Uno.
Aunque en la Unicidad no existan el tú y Yo o el Nosotros Dos, salvo la Existencia del Ser, nunca estamos Uno frente del Otro, sino como UNO.
Las palabras no pueden
explicar, en toda su magnitud, el significado de mantenernos como UNO.
Nosotros
Dos estamos dentro de Nuestros Propios Corazones pero, a la misma vez, compartimos un Corazón
Único, adonde pertenecemos y Somos un
solo Ser.
En Nuestro Corazón de Corazones, la Unidad es un hecho de la vida.
La Unidad no es cualquier concepto persuasivo, con el afán de restarte Poder, es lo que te permite Ser en Todo lo que Es.
En la Unidad se cumplen todos tus deseos, por más que en Ella no tengan cabida los anhelos, colma tu Ser de una forma que no es posible entender con la mente.
En Nuestra Unidad nada está perdido, a menos que sean los dichos de un ego harapiento perdido por la ilusión.
En Nuestra Unidad el ego desaparece como una gota de lluvia, lo único que queda es la integración de Nuestra Existencia como Uno.
En Nuestra Unidad Somos inevitablemente Uno, sin cabida para las preocupaciones del ego.
En Nuestra Unidad no existen los conflictos, problemas, sorpresas, deseos y perturbaciones de la temporalidad.
En Nuestra Unidad sólo existe la Energía del Amor, que posibilita el cumplimiento de la Paz en la Inmensidad del Ser.
Esto significa que tú
eres y no necesitas embarcarte en búsquedas vacías de un lugar donde ir para Ser Yo Soy.
Aunque tengas la falsa
creencia que estás solo, nunca has dejado Mi
Corazón.
Te invito a buscarme
ahora, en el único lugar que me encontrarás y lo harás contigo mismo, el
corazón, donde reside la Unidad de la
Conciencia del Ser.
Fuera de Nuestra Unidad no existe nada, sólo los
espejismos y ficciones que componen el traje de un falso emperador, el ego.
Hijos Míos, atrévanse a buscar en sus corazones para que
le den la bienvenida a la Unidad, de manera que acepten que Uds. son el Amor y
la Paz en la Inmensidad de Dios.
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