Heavenletter # 5224 Publicada el 15 de marzo 2015
Dios dijo:
Querido, has sido arrastrado por el mundo y estás escribiendo tu propia telenovela.
Te has compenetrado
tanto con el entramado que te rodea, que por más que percibas en todas partes a
la irrealidad, igual te asumes en ella.
¿Alguna vez te has preguntado cómo sería esta telenovela si no fueras el villano?
¿Te dijiste que para ser el héroe, no necesitas ser primero una víctima?
¿Qué esperas que traer más luminosidad y color a tu existencia?
¿Por qué no buscas salir de este escenario que te opaca?
En la Tierra, las telenovelas son componentes de la vida
real que los mantiene atrapados a todos.
En las pantallas del
mundo, primero se reflejan los triunfos de los villanos y el sufrimiento de sus
víctimas.
Luego, para aumentarle
el brillo a la historia, muestran el castigo a los villanos.
A veces sus acciones son
penalizadas por la aparición de un héroe audaz, con el suficiente coraje y
convicciones, que le da el escarmiento merecido.
Podría decirse, que
aunque los villanos hagan sufrir, en el mundo son muy buscados y requeridos.
Cuando no estás atrapado
en tu propia telenovela, el villano
es tan ridículo, que lo sacas de la pantalla de tu vida.
Incluso cuando se apaga
la telenovela, recapacitas sobre lo
que pasó y concluyes sobre lo absurdo de la situación.
En ese sentido, las telenovelas que escribes para tu vida,
pueden oscilar en dos extremos de la polaridad, sea positivo o negativo vas
a estar dentro o fuera de ti mismo.
La participación es tu
segundo nombre, siempre lo ha sido.
Sin embargo, ahora te estás
inclinando más hacia la ecuanimidad.
Tal vez, entendiste que no es necesario seguir apoyando a todo el drama de tu vida, durante más tiempo.
Tal vez, concluiste que mientras lo tienes, no te sirve para ningún propósito productivo.
Tal vez, estás aprendiendo a concentrarte más en ti mismo, para desplazar al ego y a lo que te hace sentir.
Tal vez, estás comprobando que el agravamiento de los conflictos es producido por tu mente y la influencia del ego.
Tal vez, estás reconociendo a los pensamientos que, a través de las emociones, te calan muy profundamente para desalentarte cuando las dificultades aparecen.
Tal vez, ahora sabes que cuando alguien te dice algo que no te agrada y te irritas, despliegas toda una parafernalia emocional, por no mirar con más profundidad a tus miedos.
Tu lugar en el Universo depende de cómo lo veas y no
siempre eres cabal con tu modo de sentir.
Con frecuencia, no le
das el suficiente reconocimiento a tus verdaderos sentimientos.
Tú posees en lo
profundo, una falta de reconocimiento a tu Verdad por las perturbaciones de tu pasado.
Te rebajas
a un rol que no te corresponde, cuando haces girar la trama de tu vida alrededor de los pensamientos de los demás y permites que te influencien.
Tus dramas están
cimentados en los correctos e incorrectos, puede o no puede, de lo que otros
piensan y eso te afecta mucho más de lo que te permites ver.
Amados Hijos, equivocada o no, demasiada
desesperanza los afecta por la presencia del ego en la trama de su propia telenovela.
La telenovela propia
Querido, entiendo que
tienes dificultades para remar contracorriente en las intervenciones del ego.
Ciertamente, esto no es
poca cosa para ti.
¿Te preguntas como puedes salir de su ámbito, si lo quieras o no siempre te encuentras luchando en su arena?
Cariño, la arena del
mundo, te respete o no, es el lugar que tú elegiste para desarrollar tu
experiencia en la vida.
A ti te corresponde
quedarte fuera de los sentimientos heridos y de las fieras del ego.
¿Me dices que si lo supieras lo harías, pero que no encuentras la manera?
¿Me estás diciendo que quieres días tranquilos y una vida pacífica, fuera de la ansiedad que te debilita?
Tal vez, hace rato estás
fuera de la contienda del mundo, sin embargo, sigues batallando en tu interior
con la incapacidad para “dejar ir” y
limpiar definitivamente lo que te limita.
Te observo decirte a ti
mismo que ya no vas a girar más en torno a las situaciones que te retienen el
avance, pero eres incapaz de frenar tu participación para que la rueda deje de
girar.
A veces, no importa qué
te acerques lo suficiente a Mí, no
obstante parece que esa rueda sigue girando e impulsándote a sentirte una
víctima.
Sin embargo, eres tú el
que se victimiza y por más que no quieras, te auto-castigas y vengas de ti
mismo.
Te cuesta reconocer que
no hay culpables afuera, que son tus propios pensamientos los que se
retroalimentan con emociones y percepciones negativas.
Querido Mío, no estoy
diciendo que te aceres mentalmente, ni que te blindes con una armadura en el
afán de defenderte contra tus propios pensamientos.
Reconoce que piensas
demasiado, para que puedas ayudarte y airear tu mente.
¿Cuál es la necesidad qué lleves los pensamientos de los demás en tus momentos de vigilia?
¿Por qué te importa tanto lo que otros piensan de ti?
¿Por qué desestimas enfocarte en Mi Visión y verte tal como te veo Yo?
¿Por qué desoyes Mis Palabras cuando te digo que eres un Hermoso Ser de Luz?
¿Por qué te niegas a verte en Mis Pensamientos y que Soy el que limpia tus lágrimas de dolor en tu corazón?
Te invito a venir a Nuestro Lugar Sagrado a mirar con los Ojos del Alma a tu Verdad y a la Luz que compartimos en la Unidad de Nuestro Corazón.
Cuando lo hagas, tu corazón renacerá, se apaciguará tu ego, incluso desde del mismo momento que pises el umbral, no podrá soportar la Luz, ni la bienaventuranza con que te rodearás.
Atrévete a bendecir tus pensamientos con tu propia Luz.
Amados
Hijos, si quieren introducir cambios verdaderos en sus propias telenovelas,
salgan de los paréntesis de la Mátrix e inunden sus pensamientos con Mi Luz,
por qué Uds. siempre se encuentran abrazados por la Energía de Mi Amor en todo
momento.
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