viernes, 27 de marzo de 2015

El martirio no es una vocación

Heavenletter # 5230 Publicada el 21 de marzo 2015




Dios dijo:



Querido, el martirio no es la vocación del Verdadero Ser y este es el momento para que tú y todos dejen de culparse y hacerlo con otros.
Querido, el martirio no es la vocación del Verdadero Ser y este es el momento para que tú y todos dejen de culparse y hacerlo con otros.

Aunque algunas situaciones te hayan arrinconado, siempre obedecieron a parámetros de la ilusión y es necesario que sigas culpando a otros.

Es tiempo que te libres de las ideas limitantes que algo o alguien está tratando de hacerte daño.

Cuando miras por encima del hombro todo el tiempo, quedas relegado a tus propias percepciones que pueden ser falsas.

Te aclaro que no estoy discutiendo sobre la inocencia de los demás, tampoco hablo de tus merecimientos.

Sino sobre la necesidad que dejes de buscar argumentos que te mantengan como una víctima.

Permanecer como una víctima de las circunstancias, te empuja a buscar responsables.

Por lo general te hacen recaer en reproches y autoacusaciones, o en transferencias a terceros por lo que hiciste o dejaste de hacer.

En cualquier caso, ¿dónde está el beneficio para ti?

Si tienes razón respecto a tu inocencia, ¿te sirve de algo?

Cariño, elimina la palabra culpa de tu vocabulario, simplemente no hagas portación de ella.

Busca no desembocar en las limitaciones por influencias externas, no enciendas o alimentes el fuego que las acompañan.

Te aseguro que cuando consideras responsables a los demás de todo lo que te ocurre, estás perdiendo la oportunidad de centrarte en ti mismo.

De esta forma es como te regalas, relegas, nutres tus pensamientos y tu vida con la Energía proveniente de otros, dejas de verte tal como eres tú, para asumirte en la visión ajena.

En esta mezcla, cualquier cosa puede ocurrir, mientras otros piensan que tienen razón, estás enfrascado en demostrarles que la tienes tú, para poder acusarlos de arbitrarios.

Realmente es innecesario tu apego al resentimiento del pasado, por el impedimento a “dejar ir”.

Tienes que “dejar ir”  de manera que todo lo desfavorable no se te meta debajo de la piel y se ulcere.

¿Cuál es el significado que le des vida a pensamientos sobre los demás, descuidando a los propios?

Soy consciente que a veces piensas que Soy un mal Dios, no me perdonas y me excluyes de tu corazón.

Esto pasa cuando sufres mucho y quieres una explicación, si no la recibes piensas que te abandoné a tu propia suerte y te decepcionas.

Amados Hijos, en el fervor de martirizarse, se olvidan que siempre estoy con Uds. evitando que las circunstancias de la vida los hieran.




El martirio no es una vocación



Querido, necesitas recapitular sobre Mi Función en tu vida, para que puedas recuperarte y dejar de lado al resentimiento y la enemistad.

Cuando endureces el corazón, nadie se hará responsable para que te recuperes y lo ablandes.

La dureza de corazón es lo mismo que una mente cerrada, nadie va a cambiar de opinión y beneficiarte con la razón.

Estas tesituras son afines a todos, por lo cual debes cuidarte de tus certezas.

En la relaciones humanas, la seguridad sobre la función de los roles ajenos en sus respectivas vidas, están revestidos de percepciones erradas.

La prueba son los eventos adversos que hacen que la mente y el corazón se cierren, por lo tanto, el cambio tiene que provenir de ti, no de los demás.

Nadie tiene la facultad de arreglar una situación, si parte del fundamento equivocado que son los demás los que tienen que cambiar.

La experiencia ya te demostró que cuando piensas así, te equivocas en tus suposiciones.

Inclusive si son acertadas, estableces un combate mental Conmigo y con quienes mantienes tus diferencias.

Correctos o incorrectos, deja de lado tus juicios, apreciaciones y conjeturas, para que salgas del show de las sumatorias del ego y de sus abrazos de injusticia.

Si nutres la injusticia, llegarás al extremo de no poder diferenciar la justicia de la arbitrariedad.

De todos modos me parece que no te interesa desperdiciar tu vida en situaciones banales, por estar reviviendo un pasado que no quieres y descuidando a lo que realmente tiene valor para ti.

¿No te parece que los razonamientos limitantes te anudan más la soga alrededor de tu cuello?

Cada afirmación sobre el maltrato ajeno, incluidas las malas interpretaciones, nutren al show del ego e impulsan a buscar reivindicaciones para su resarcimiento.

Con estas actitudes lo único que consigues es maltratar tu Ser con más insatisfacciones, baja autoestima y sumirte más en el rol de víctima. 

Tú no viniste y naciste en la Tierra para ser una víctima, si te mantienes en esa creencia es porque un gran velo cubre la Memoria de tu Entendimiento.

Amados Hijos, despójense del  velo mental que los obnubila, para que salgan de la ceguera mental del ego, ya que con franqueza les digo, que “el martirio no es la vocación” de su Ser.


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