Heavenletter # 5205 Publicada el 24 de febrero 2015
Dios dijo:
Querido, de todos modos, lo mires como lo mires, el tiempo quizás siempre será relativo para
ti en el mundo.
El tiempo te limita,
hace tropezar y confunde con actitudes ambivalente, mientras batallas entre una o varias alternativas.
En cambio el Infinito es
otra historia, te permite permanecer en la quietud y completa Paz.
Si cabe, podría decirte
que bailas y cantas a tu propio ritmo.
En el ámbito del tiempo debes
barajar la vida a lo largo de tu Camino, mientras que en el Infinito puedes elevarte.
¿Qué más podría decirte para que notes la diferencia?
Los relojes cumplen con
una función, mientras que el amanecer y atardecer lo hacen con otra.
Hay horizontes donde el
Cielo y la Tierra se encuentran, mientras el tiempo siempre está yendo y
viniendo.
El tiempo corre, te
agarra, juntos dan vuelta la esquina y siguen huyendo de sí mismos.
El tiempo es un amante
errante, es el ego visto desde otro ángulo.
Te empuja, tironea y dispara
proyectiles a los pies, para hacerle bailar a su ritmo.
En el transcurso de cada
día, en todo momento, estás tratando de aparejar tu ritmo con el tiempo, a la vez que sientes
la urgencia de tomarle la delantera para escapar de su presión.
Sin embargo, el tiempo siempre
se te adelanta y, a veces, te deja sin poder cumplir con lo que pretendes ejecutar.
Cariño, acepta Mi
Sugerencia, levanta el velo y ven Conmigo, para que captures al Infinito en tu
corazón.
Si observas con
detenimiento, verás que el tiempo te mantuvo dormido, incluso podrás ver las marcas en tu Ser.
En el Infinito no
existen los apuros, ni nada que te haga correr, sólo requieres Ser.
No necesitas hacer nada para llegar a Ser, de todos modos, tú ya eres.
No necesitas ir a ninguna parte, el Todo está aquí.
No necesitas buscar, nada está escondido, todo está a la vista.
No necesitas esforzar la visión para ver más allá de la causa y el efecto.
En la Eternidad e Infinito, tu Ser crece en el Jardín Cósmico y se eleva con la Luz del Amor.
Tú eres un Ser de Luz que encarnó en la Tierra para
hacer brillar la Flama Divina de la Unidad.
Si quisieras podrías ver
tu propia Luz, el brillo que compartimos
y arde eternamente en tu corazón.
Si quieras podrías estremecerte
de gozo al verla y, sin palabras, en completo silencio, disfrutar de su
maravilloso resplandor.
Amados Hijos, en el
Infinito no se escucha ningún sonido, sin embargo, es posible escuchar y sentir sus
pulsaciones.
De todos modos
Querido, los pulsos del Infinito son la Voz del Silencio.
Te sostiene y envuelve
con sus ondas y frecuencias, sin necesidad de aferramientos a nada, en
absoluto.
El Infinito no te detiene, te contiene dentro de Él para que puedas Ser.
El Infinito te refugia, sin Él no podrías Ser.
Aunque estés entrelazado
con el Infinito, conservas la Libertad de circular por toda su Inmensidad.
En cambio el tiempo te
impulsa a remar contra la corriente, a veces lo haces en un lecho seco porque te entrega el agua por goteo.
En el Infinito nada se derrumba, no hay espacio que llenar, tic tacs, ni deseos por cumplir.
En el Infinito no existen los disparos de tiempo, ni sus obstáculos.
En el Infinito no existen los cuestionamientos, los por qué, cuándo, dónde, cuál, cómo o qué.
El Infinito es la cuna de toda la existencia del Ser.
El Infinito te envuelve como un capullo, en su entorno nada tiene forma o un aspecto que lo señale como tal, sin embargo puedes Ser.
En el Infinito encontrarás a Todo lo que Es y al Poder de la Nada al alcance de la mano, aunque no existan las formas físicas.
Ni siquiera Yo, Dios,
puede describir lo indescriptible, pero puedo decirte que el Infinito es la Única Realidad.
Tú permaneces en el Infinito Conmigo y todo lo demás que te
parece tan real, simplemente no es.
Estás lleno de Infinito, absorbes su Sustancia y nutres la Esencia de tu Ser.
El Infinito es inconmensurable e insondable, tú formas parte de la atemporalidad, donde el Todo Es, sin tiempo ni espacio.
En el Infinito tu Ser es Uno con la Armonía de la Fuente, siempre listo para viajar a las diferentes Dimensiones de la Existencia.
El Infinito es la única realidad de tu Ser, sus pistas son ilimitadas y en completa Armonía con la Luz del Amor.
Hijos Míos, aunque el Infinito sea incalculable, de
todos modos, no necesitan ir a ninguna parte, salvo disfrutar de la Existencia
del Ser en Todo lo que Es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario