" Apertura del Portal IV - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS

jueves, 19 de marzo de 2015

Apertura del Portal IV


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Los Arcturianos – Suzanne Lie


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La realización


Véase antes partes I – II - III



Hopenakaniah y yo estábamos para abrir el Portal.
…Al darme cuenta que esta oscuridad me podía atacar sólo a través de mi propia oscuridad interior la batalla se desvaneció por un momento, lo suficiente como para que yo me resguarde a mí mismo.

Sí, a mí mismo, para mí hubo algo más que esta oscuridad, hubo Amor, Sabiduría y Poder.

Poco a poco, mi mente comenzó a rememorar todos los hermosos recuerdos de mi vida, que amaba desde la Esencia de mi corazón.

A través de ese Amor, encontré el Poder y la Sabiduría para amar también a la oscuridad.

Todas estas Energías comprendían a solo una parte de mí, eran componentes de la protección que yo siempre había tenido.

Entendía que necesitaba explorar esa otra parte oscura que me pertenecía, para poder completar mi Ser.

Con el corazón abierto, comencé a enviar Amor a todas las entidades de enojo y terror que pretendían luchar conmigo.

Algunos de ellos se apartaron de la Luz, pusieron mala cara y se alejaron como una bestia salvaje que había perdido a su presa.

Otros abrazaron la Luz y se elevaron a las Dimensiones Superiores.

A medida que ascendían, también lo hacía yo.

Por fin, me encontraba en el Plano Astral Superior.

Todas las Hadas, Gnomos y gente pequeña me dieron la bienvenida y me felicitaron por mi victoria.

Me condujeron a través de los hermosos campos verdes del Alto Plano Astral.

Por todas partes había Seres bellos que llevaban Auras primaverales.

Reconocí a algunos de ellos y encontré a otros que no había conocido.

Continué en el Plano Mental.

Tuve la precaución de guardar todos mis pensamientos y sentimientos, sabiendo que si me descuidaba, se manifestarían inmediatamente ante mí.

Por último, me encontré en el Portal del Plano Causal.

Todas mis vidas en el planeta Tierra se apresuraron a reunirse conmigo, para recordarme que la Energía había regresado a mí.

Luego viajé en el Plano Espiritual y vi el momento de mi individuación en la Creación.

Abracé a mi Mónada, la parte Eterna mía que es una mota de la Creación

Luego me trasladé al Gran Vacío, todo estaba totalmente oscuro y negro.

Busqué al Corredor de la Quinta Dimensión y por fin lo encontré.

Cuando entré en el Pasadizo, sentí como me apretujaba.

Vi la cara del Guardián del Umbral del Quinto Lugar y me tumbé en la hierba alta y verde.

Me di cuenta que tenía que descansar allí, dentro del “No-Tiempo” y el “No-Espacio”, para reunirme conmigo mismo, antes de completar el resto de mi viaje.  

-“¿Por qué estaba tan cansado?”
-“¿Fue porque yo estaba haciendo este viaje solo, por primera vez?”
-“¿Por eso me sentí tan abrumadoramente solo?”

El Guardián sonrió ante mis preguntas y me llevó a un pequeño grupo de Seres que estaban haciendo el mismo viaje que yo.

Pude ver que unos estaban en sus cuerpos de noche, algunos llegaron meditando igual que yo y otros estaban en sus entrevidas y en el Proceso de descubrir a sus Yo Superiores.

Sin embargo, incluso en compañía de este grupo precioso, mi soledad no se desvaneció.

Me excusé del grupo y comencé a pasear.

Vagar por los Planos Superiores es bastante diferente que hacerlo en el plano físico, porque la realidad cambia constantemente, de acuerdo a los propios pensamientos y sentimientos.

Yo “sentía” el llamado de una presencia femenina, luego una mujer encantadora vino hacia mí.

Ella me llevó a un hermoso estanque con una cascada en el extremo opuesto.  

Incluso entonces, mi soledad no disminuyó,  de hecho se intensificó.

Mi Guía sonrió y me hizo señas con un movimiento, sin palabras, para que busque en el estanque.

Cuando lo hice, vi algo o a alguien, que parpadeaba un poco más allá de mi visión.

Tuve que seguirlo.  

Sin pensarlo, me zambullí en el estanque y nadé en busca de ese algo o alguien.

Desde la cascada me llamó y seguí la llamada.

La piscina no era profunda y había capas de roca sobre la cual aterrizaba el agua.

Descubrí que podía pararme en estas rocas y caminar en línea recta hacia la cascada.

A medida que el agua mojaba mi cara, mi visión se aclaró y vi, de pie delante de mí, a Mi Flama Gemela, Mi Complemento Divino.

Toda mi soledad desapareció cuando nos abrazamos y fusionamos como uno solo.

-“¿Cómo podía haberte olvidado?”, exclamé llorando.
-“Yo no te he olvidado”, respondió ella, desde lo profundo de nuestro corazón.

Yo ya no estaba solo, estaba completo.  

Ahora estaba listo para encontrar el Vórtice de Arcturus.

Yo estaba en sintonía con mi Conciencia y la Red de Luz que me había mostrado hace mucho tiempo mi padre.

Sentí el Campo de Luz que reverbera alrededor y dentro de mí.

Cuando centré mi atención en el Tercer Ojo, vi a las dos líneas verticales y a las dos líneas horizontales de Luz que se cruzan, formando un pequeño cuadro.

En respuesta a una instrucción interna, me quedé profundamente en el espacio del medio.

En respuesta, comencé a ver el Vórtice en la distancia y a lo lejos.

A medida que me iba acercando, el giro del Vórtice se hizo más fuerte y encontré que me atraía hacia él.

El Vórtice se arremolinaba a mí alrededor, sobre mí, debajo de mí y a través de mí.

Estaba dentro del Vórtice y sin embargo, estaba dentro de mí.

Luego, en la distancia del No-Espacio, vi la cara de mi padre.

En el instante, me llené de la euforia del reencuentro.

Nos abrazamos como siempre en el Vórtice del No-Tiempo.

-Dijo “Querido hijo mío, estoy muy orgulloso de ti”.
-“Has venido hasta mí por tu cuenta”.
-“Te has convertido en un Ser completo”.
-“Me inclino ante tu logro”, cuando en realidad se inclinaba ante mí.

Mi padre no era de los que fácilmente dan elogios, sin embargo, tenía una actitud plena de humildad y honor.

Quería preguntarle sobre mi hermano y hermanas, pero él hizo un gesto con la mano y me dijo:

-“Primero ven conmigo a Arcturus.”
-“Creo que todas tus preguntas serán contestadas allí.” 
-“Acuérdate hijo mío de encender tu Merkaba.”
-“Veo que te acuerdas de los Dos Tetraedros Superpuestos que conforman una Estrella Multidimensional de Seis Puntas.”

Encontré mi Merkaba interna y, cuando entré en ella con mi Conciencia, rodeó toda mi Ser.

En un instante estábamos en Arcturus.

Mi hermano y hermanas estaban allí para saludarme.

Nos abrazamos tan fuertemente, que nos convertimos en un solo Ser.

Finalmente, mi padre nos invitó a seguirlo al Templo de Iniciación.

Viajé a Arcturus es una Experiencia Multidimensional, concentré y unifiqué todos mis pensamientos y sentimientos en este propósito.

Antes, mi padre siempre nos rodeaba con su Energía para mantenernos en la pista.

Pero ahora que habíamos llegado a nuestra madurez, cada uno de nosotros, debió encontrar su propio Camino.

Tenía curiosidad por escuchar las experiencias de mi hermano y hermanas, pero tenía que concentrarme en el propósito de mi primer viaje en solitario a Arcturus.

El Templo de Iniciación se levantó lentamente ante nosotros.

Era hermoso más allá de todas las palabras terrenales.

Nunca antes habíamos sido llevados allí y todos estábamos sobrecogidos por su magnificencia.

Puertas de oro enormes se abrieron para darnos la bienvenida, un camino brillante revestido de una sustancia desconocida, nos mostró el trayecto.

Los padres arcturianos de mi hermano y hermanas estaban esperando justo en la Puerta. 

Nos saludaron a todos.

-“Esto es por su honor”, afirmaron a la vez, todos juntos.

Los cuatro juntos, como Uno, seguimos la vía brillante hasta el Altar.

Un Gran Ser de Luz se sentó en un trono y nos llamó para que avanzáramos hacia Él.

Cuando nos arrodillamos delante de Él o Ella, colocó un Manto de Luz en cada una de nuestras cabezas.

Al instante nuestras vibraciones se aceleraron, la habitación se iluminó y el Gran Ser de Luz se retiró.

Cuando nos retiramos, no hablamos lo que habíamos aprendido, ya que no se puede explicar con palabras a esta experiencia.

Sin embargo, cuando salimos, nos dimos cuenta que estábamos listos para regresar a la Tierra a completar nuestra misión.  

De nuestro viaje habíamos aprendido que teníamos que abrir un Portal de Ascensión para los mayas que habían completado su servicio y estaban listos para regresar a sus diversos Mundos Galácticos de origen.

El tiempo del Poder maya estaba llegando a su fin.

Me parecía que había transcurrido una eternidad, desde que había visto a los invasores en mis sueños.

Cuando los invasores fueran llegando, todo estaría perdido, a excepción de lo que estaba escondido o guardado en los Códices.  

Ya era hora que regresáramos.  




Regreso a la vida del Templo



Volvimos a la vida del Templo, muchas preparaciones se tenían que hacer en la Tierra.         
                                                 
Cuando reanudamos nuestra vida en el Templo, todo era diferente.

Nos habíamos enfrentado a toda nuestra oscuridad interior y ampliado nuestra Conciencia más allá del alcance de cualquiera de los oscuros.

No manifestamos ninguna negatividad hacia ellos, porque todo tiene un propósito.

Cada ciclo en la tercera dimensión debe llegar a su fin y así fue con los mayas.

Nosotros no ignoramos, ni confrontamos a los oscuros, porque al hacer frente a la oscuridad, simplemente nos provocaría una alineación con ella y nos arrastraría.

Si alguien se atrevía a interferir en nuestros esfuerzos, sencillamente anteponíamos nuestra vibración más allá de lo que podían captar con su percepción de tercera dimensión.

El tiempo estaba cerca y por fin estuvimos listos.

Con nuestra visión de lejos, pudimos ver a los conquistadores que navegaban hacia nuestro Hogar Maya.

Pensé en Lenexa y mi madre adoptiva, me pregunté si iban a escuchar la llamada silenciosa, para regresar a casa con sus Seres Superiores.

Hopenakaniah y yo estábamos para abrir el Portal.

Leatunika y Hegsteomen debían mantener el Portal abierto y ser los últimos en viajar a través de él.

Era su trabajo cerrar el paso, tal como el nuestro era abrirlo.

Ninguno de nosotros había hablado de nuestro tiempo en la ciudad con las terceras dimensionales.

Era el único secreto que habíamos conservado.

Nunca supe cómo habían viajado a Arcturus e incluso si habían tenido un momento tan difícil y maravilloso en la ciudad, igual que el mío.

Creo que Hopenakaniah también había encontrado el Amor, ya que había algo en ella que la azotaba con ese acorde familiar del Amor perdido.

Finalmente, llegó el día para nuestra ceremonia.

Habíamos practicado, una y otra vez, nos sentíamos confiados en nuestros roles.

Habíamos enviado la llamada en silencio, durante siete días y siete noches.

Era el más alto de los días ceremoniales, así que los oscuros no sospecharon de nuestras intenciones.  

Nos pusimos nuestros trajes ceremoniales y los cuatro subimos las trece escaleras hasta la más alta cúspide de nuestra Pirámide más Sagrada.

Hopenakaniah y yo íbamos adelante, mientras que Leatunika y Hegsteomen nos seguían.

Con cada escalera que subimos, nuestra vibración se elevaba más y más, para cuando llegamos al Altar apenas podíamos mantenernos anclados en nuestras formas tridimensionales.

Sentimos la confusión de muchos de los oscuros, ya que desaparecimos de su visión.

Sin embargo, su orgullo no les permitió admitir que ya no nos podían ver.

Hopenakaniah y yo habíamos hecho el Amor muchas veces, pero esta iba a ser diferente.

Esto no era para nosotros mismos, sino para los mayas que habían despertado.

Comenzamos nuestro ritual, mientras que los Sacerdotes que nos rodeaban, corearon el nombre sagrado de nuestro Sol-Kein.  

El canto se hizo más y más fuerte, elevaron nuestras Energías Espirituales Sexuales por nuestras espinas, fusionaron nuestras Energías Masculinas y Femeninas en una sola.

En el momento exacto que los primeros rayos del Sol naciente golpearon nuestro Altar, sacamos todas las Memorias de la Energía en nuestro corazón y se la rendimos a Kein.

Al instante, el Portal hacia la Quinta Dimensión se abrió.

Cuando Hopenakaniah abrió el Portal, una vez más, los cuatro nos convertimos en dos equipos de dos.

Mientras que nuestro hermano y hermana lo mantenían abierto, ayudamos a muchos a pasar a través del Portal.

Vi a muchas caras conocidas del Templo y de mi vida en la ciudad.

Vi a Lenexa, embarazada de mi hijo y a su familia, que ahora incluía a mi madre adoptiva. 

Al pasar a través del Portal, cada uno de ellos se despojó de sus formas tridimensionales y se expandieron a sus verdaderos Cuerpos de Luz.

El niño de Lenexa se convirtió en un pequeño Ser de Luz que se arrebujó cerca de su madre.

Sonreí y me di cuenta que, efectivamente, Lenexa había sido la reencarnación de nuestra querida hermana perdida.

Por fin, todo aquel que pudo atender la llamada silenciosa, había pasado a través del Portal.

Mi hermano y hermana entraron en el Vórtice y lo cerraron detrás de ellos.

“¡Habíamos terminado nuestra misión!”


Les doy ahora este mensaje, con la esperanza que estimulen sus recuerdos, para la misión que hemos completado.


¡Ahora, apenas comienza para Uds.!



Estimados lectores, he recibido esta historia hace muchos años, pero nunca había sentido la oportunidad de compartirla.


Afortunadamente, el momento de compartir es ahora!


¿Qué conocen desde hace muchos años, pero no podían compartir hasta ahora?


Por favor, compartan...


Gracias por su maravillosa actitud de compartir en este momento.


¡Profundicen! ¡Pregúntense! ¡Recuerden! 



Los Arcturianos – Suzanne Lie


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