Heavenletter # 5178 Publicada el 28 de enero 2015
Dios dijo:
Querido, en respuesta a las largas preguntas que me hiciste ayer, lo primero que te diré, es que te encuentras en la Tierra de Dios.
Sin embargo, si voy a cambiar tu vida tal como me pides:
“¿Estarías preparado para recibirla sin pasmarte por la sorpresa, sin reclamarme luego que te saqué el viento de las velas que impulsaban tu barco?
Con seguridad ya estás reflexionando:
“Dios estás equivocado, admite que mis preocupaciones invaden la materia de mi cuerpo, en esta realidad.
Reconoce que tengo problemas y que, con frecuencia me hacen perder el rumbo.
Si soy Tú, tal como me dices, y estoy en la Tierra de Dios, entonces:
¿Porque renuncio con facilidad a este Poder para concentrarme en el pasado, siendo que mi verdadera vida está junto a Ti?
Amado Hijo, conseguir lo que me pides, no siempre incluye lo que realmente quieres.
No niego que gimas y te quejes de la vida tal como es.
Me pides que haga caso de tu solicitud para experimentar tu vida sin preocupaciones.
Sin embargo, lo que has pedido o suplicado, no es verdaderamente el deseo de tu corazón.
Quieres encontrar tu propio Camino en la Tierra de Dios, pero mientras lo haces, deseas explorarla, excavar antes de cada descubrimiento profundo, aunque no sea tal como lo imaginaste.
Aunque me pidas que haga el milagro de otorgarte un cambio instantáneo en tu vida, en este momento, ya lo hice en el pasado con varios de tus pedidos, pero nunca te gustó la inmediatez de mi respuesta.
Nunca te agradó, ¿verdad?
No quieres que te envíe nada repentino que revolucioné tus percepciones, ni estimaciones.
Quieres celeridad en los cambios, sin esperar, pero lo deseas a tu propio ritmo, circunstancia y espacio tiempo 3D.
Quieres facilidad, realidad, ajustes, elevación, pero dentro de tu conveniencia.
Quieres una Iluminación provechosa y oportuna, recogida del estante de las dimensiones superiores sin costo, siendo que siempre la tuviste al alcance de tu mano, en el mundo que vives ahora.
No niego que tu realidad sea difícil, pero las primeras lecciones que mejor aprendiste, es la de pedirle y quejarte a Dios.
Amado Hijo, la Iluminación significa Pureza del Ser y no se obtiene gratis, no es una golosina que pueda entregarse con facilidad.
Experimenta tu Existencia del Ser con la mirada puesta en la vida, de manera que en lugar de quejarte, agradezcas, ames y perdones desde el corazón, dentro de tu línea de tiempo, especialmente a ti, así reconozcas a lo que pediste jugar en tu realidad.
¿Cuál sería el significado de cada manifestación del Universo si lleva impresa la facilidad en la entrega a todo aquel que la pide?
¿Te parecería meritorio para tu Ser disponer de un éxito, sin contar con una real Conciencia sobre lo que atraes?
El Cielo te concede a ti y a todos lo que realmente necesitan para experimentar el mundo, a esto lo sabes en lo profundo.
Recuerdo que me hablaste de las dificultades de buscar el recuerdo de tu Esencia en lo profundo de tu corazón, pero mientras estás en la Tierra, el Cielo ya te fue concedido, sólo que ahora necesitas renacer al Cristo en tu interior.
Cariño, aunque te cueste creerlo o reconocerlo, tú elegiste venir en este momento.
Hay a tu disposición numerosas señales que te indican el Camino de Regreso a Mí, a muchas no les prestas atención, si lo hicieras sabrías que la gratuidad no es una de las materias para limpiar y elevar a la Tierra.
De lo que te hablo, no son de dificultades provocadas por Mí, sino que cerraste los ojos a la verdadera realidad y que te di un hermoso mundo para que experimentes lo que deseas.
De ninguna manera te lancé en una jungla, Yo te puse en un mundo hermoso y desde tiempos inmemoriales te estoy preguntado: “Dime lo que ves”.
Hace milenios que dejaste de mirar a tu alrededor, le pusiste anteojeras a tu Espíritu para no ver tu realidad divina, así es como arruinaste tu vida por sólo percibir a “un mundo terrible” y luego quejarte Conmigo.
Ya me dijiste que no quieres hacerlo, pero te incito a que “Mires un poco más y con mayor detenimiento”.
Si cada vez que lo haces concluyes que “el mundo siempre ha sido así”, abócate a seguir observando hasta que consigas cambiar la visión.
Activa tu visión interior que impulsará a la intuición, te ayudarán a despejar el Velo, podrás ver “frente a ti al mundo tal como es”.
No te niegues con movimientos de cabeza a hacer esto, ni pensamientos que exclamen:
“¡Dios, cuántas veces tengo que hacer esto”!
“¡Por el amor de Dios!, Dios, ¿cuántas veces tengo que mirar?”
Mira en tu interior Mi Sabia Respuesta: “¡Cuántas veces sea necesario!”
Si, Amado Hijo, observa Mi Mirada en tus ojos, para que accedas a las respuestas a los interrogantes que te aquejan:
“Tendrás que hacerlo hasta que logres ver la Belleza que puse dentro tuyo y delante de ti”.
Cuando realmente puedas
“Ver con la Mirada de Dios” podrás contemplar la belleza en la “Tierra de
Dios” y no dirás nada, el silencio será tu respuesta”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario