Heavenletter # 5186 Publicada el 05 de febrero 2015
Dios dijo:
Querido, barre el piso
de tu mente de modo que puedas seguir las
olas de la vida.
No tienes que mantenerte
rodeado por las viejas migajas.
Barre lo viejo, no
desgastes tu vida con las sobras del pasado.
Quita cualquier circunstancia
del pasado que te arrastre e impida avanzar en este ahora.
No importa que tu
parecer te dicte que ese pasado es algo vital, simplemente reflexiona que ya se
fue.
No vale la pena que
hagas equilibrio o te indigestes masticando, una y otra vez, las limitaciones.
Los problemas y
aflicciones deben ser sacados.
No importa lo importante
que hayan sido para ti, están vencidos.
Rehace tu lista de
prioridades en este presente y tacha lo que no te sirve más.
Si antes te
reportaron Felicidad, en este momento, son un simple recuerdo.
En este presente, puedes
descubrir a muchas otras cosas que te ayuden a mantener la frescura de la vida.
La repetición de viejos
recuerdos no le aportan aire fresco a tu existencia, sólo añoranza por algo que se fue.
Para que necesitas
seguir encadenado a una vieja memoria, aunque haya sido buena.
Renueva las canciones en
tu vida para que escuches otras melodías más acorde con este tiempo.
¿Me preguntas por qué necesitas hacerlo?
Para que te liberes de
las cadenas del pasado que te mantienes apegado a lo que te debilita y
fragiliza.
Deja ir, para que
fortalezca tu corazón en tiempo presente.
El apego al pasado te
acumula más peso y detiene el avance de tu vida.
Tu propósito debe ser mantenerte
vivo en el llamado presente, en este momento y este ahora que se te escapa, mientras lees Mis Palabras.
Cuando te sumerges en la
nostalgia del pasado, te limitas a ti mismo.
¿Por qué celebras a la belleza o al dolor del pasado?
¿Dónde aprendiste a hacerlo?
Con seguridad no
Conmigo, porque el pasado es el pasado.
El ahora no es el
pasado y aunque te haya brindado beneficios debes colgarlo.
La dulzura o la amargura
pasada no te benefician.
Siempre tuviste la
oportunidad, pero ahora más que nunca, debes cambiar de ropaje en el escenario de
tu vida.
Renueva el vestuario y
entrégame la ropa vieja que no te sirva.
Prueba nuevos vestidos,
mírate en el espejo del Alma, disfruta lucirla con más Luz y a medida que caminas,
sigue estrenando y calzando los trajes que mejor te queden.
Los recuerdos del pasado
te obligan a usar la misma ropa, una y otra vez.
De hecho, para seguir
usándola debes remendarla con frecuencia.
El ego no tiene intenciones que las
laves o cambies por otras que te permitan caminar renovado en las olas de la vida.
Hijos Míos, ¿cuál es la finalidad que se sientan
obligados a cargar un pasado que no les contribuye con nada beneficioso en este
presente?
Las olas de la vida
Querido, en este aquí y
ahora puedes Regresar a tu verdadero
Hogar y ocupar el lugar que te corresponde.
Sin embargo, no podrás
hacerlo mientras sigas arrastrando contigo al pasado.
Tú viniste a dignificar
la vida en tiempo presente y no a
aferrarte al pasado que te mantiene en la culpa, las quejas, el resentimiento,
el miedo, el odio, la desconfianza y la duda sobre ti mismo.
Si dejas ir el pasado, soltarás a todas las limitaciones del miedo, podrás erguirte en el presente sin
ningún lastre.
Haz de tu presente algo
memorable, transmutando en un nuevo Ser, con más Conciencia sobre quién eres.
Las malas o buenas
calificaciones sociales que aprobaron o desaprobaron tu pasado, deben ser limpiadas de tu
mente.
No niego que las buenas
puntaciones hayan sido satisfactorias, pero reconoce que las palmaditas fueron
alimento para tu ego.
Los viejos pensamientos,
aunque buenos son sólo eso, envíalos de vuelta a donde pertenecen y sustitúyelos
por otros en este presente, que te sirvan para impulsarte en la vida.
Los viejos pensamientos ya
no te pertenecen más, nada que sea del pasado es tuyo ahora.
Cariño, tú ya no estás
viviendo en ese momento estás en otro distinto y tanto las glorias como los
errores del pasado no te sirven en este ahora.
En este momento,
despégate de lo que pudo haber sido trascendental en el antes.
A medida que transcurren
los minutos, te encuentras en un nuevo escenario que es sólo presente.
Tómate un descanso de
tus viejas vivencias en este presente.
Sacúdete la frialdad de
las estaciones pasadas, sustituyéndola por la frescura y la calidez primaveral
del presente.
Regodéate con el
florecimiento de nuevas especies florales en el jardín de tu corazón.
Esparce nuevas semillas,
riégalas con el agua del Amor y hazlas crecer a la Luz de una Nueva Conciencia.
Tú y tus hermanos saben
esto, pero ni siquiera lo intentan.
No es que les guste
auto-perjudicarse, simplemente se adaptaron a vivir de recuerdos.
Se apegaron tanto, que él
solo pensamiento de desprender de ellos, les provoca dolor.
El apego a los viejos
recuerdos no te refresca la vida como tú crees, no significan una tabla de salvación, sino un freno en tu Camino.
Haz borrón y cuenta
nueva de las trabas del pasado.
Ya no importan más, sólo te
interesa el presente y tu tiempo es corto en esta realidad.
Vive el presente ahora, ¡ya! sin pensarlo tanto.
Hijos Míos, fluyan con
las olas de la vida, no se olviden que Uds. son mucho más que pensamientos.
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