La Tierra está ascendiendo

Heavenletter # 5183 Publicada el 02 de febrero 2015

Dios dijo:

Querido Mío, te invito que cada mañana vengas y te sientes Conmigo, para que eleves la Conciencia y contemples como la Tierra está ascendiendo.

Tú y Yo estamos muy cerca, lo estamos de tal forma, que tu Conciencia siempre busca acercarse más a Mí.

Deja que tu Conciencia te acerque, te encuentras a una muy corta distancia de tener la suficiente Confianza para venir hasta Mí.

En este mundo que vives mantienes resguardada a la Confianza, no te es tan fácil depositarla en cualquier lugar.

Incluso si pones tu Confianza en Mí, a veces, lo haces con algunas reservas.

No tienes total garantía que te concederé exactamente lo que quieres, es comprensible, puedes recibir algo distinto.

Puedes hacer todo a la perfección, sin embargo, aún haciéndolo, no tienes total certeza que tendrás lo que quieres.

En el mundo hay mucho conflicto y ambivalencia, nada es absoluto, ni lo bueno, ni lo malo.

Cuando naciste, no te dieron un certificado de garantía, viniste sin una exención de la responsabilidad.

Aunque cualquier cosa pueda pasar y mucho dependa de ti, sin embargo, no todo te concierne.

La vida a veces puede ahogarte, un viento fuerte puede levantarte sin previo aviso y depositarte en un árbol.

Muchas cosas pueden pasarte, hoy puedes tener la suerte de encontrarte con alguien que te ofrezca algo que no esperabas.

Incluso, puede tocar tu puerta la inspiración y crear algo inimaginable.

Cualquier cosa puede suceder, en la Tierra no se sabe qué va a pasar.

Inclusive, no siempre estás seguro de lo que tú mismo vas a hacer.

Tú también eres una sorpresa o decepción para ti mismo.

Amados Hijos Míos, de una forma u otra, los invito a confiar en Mí.

La Tierra está ascendiendo

Querido, te invito a buscar en tu interior al Dios Responsable que mora en tu corazón.

Este Dios evitará que te deslices en las quejas, decepciones, te traerá fiabilidad y mayor Confianza en ti mismo y, por supuesto, en Mí.

Insisto, búscame, puedes contar Conmigo, Yo nunca te dejaré caer en algo que te traiga pérdida, dolor y decepción.

Nosotros, tú y Yo, tenemos un Contrato con términos que son pocos claros para ti, en este aquí y ahora.

Por momentos crees que sólo te sostendré, en otros me responsabilizas porque tus sueños volaron en pedazos, en algunos te olvidas que existo, mientras que en otros, vuelves tu rostro suplicante hacia Mí y así sucesivamente.

No obstante, sin importar la circunstancia, sólo te pido que Confíes en Mí.

Ambos tenemos un Contrato Eterno, pero sin una cláusula que indique “hasta que la muerte nos separe”.

Amado Hijo, las garantías para tu Ser son del Infinito, aunque te encuentres en la Tierra y hayas firmado un Contrato antes de venir.

Quizás la única exigencia en tu Convenio sea que aprendas el verdadero significado de la vida, por eso encarnas tantas veces hasta que lo descubres.

De hecho, te adscribes al Contrato, pero ni bien ingresas en la densidad no lo recuerdas.

Te olvidas que incluye al Amor Incondicional en él.

¿Qué significa la incondicionalidad cuando se trata de la vida en el mundo?

Tienes garantizada la Felicidad y el Amor por Mí, pero siempre terminas atascado en interrogantes que cuestionan el cuándo, dónde y por qué.

Me escuchas decirte que nunca te dejo, pero siempre te sientes solo y desolado, como que no hay termino para nuestra separación.

En el mientras tanto, sigo apoyándote y abrazándote con Mi Amor en Nuestra Unidad, con la que no te identificas porque la amnesia partió en dos tu corazón.

Cariño, recuerda siempre Mis Palabras, que son una Promesa y Entrega de Amor Eterno para ti y todos tus hermanos.

Sal del tiempo y espacio, e ingresa en la Eternidad e Infinito a través del aquí y ahora.

Te doy una Garantía Infinita que descubrirás la Verdad que estoy expresándote aquí de nuevo.

Con esto no te estoy certificando que te guiaré por un jardín en tu Camino, sino que te llevaré a un sitio donde el Cielo siempre es azul y ampliará tu visión.

Lo que trato de decirte es que cuando me buscas en tu corazón, mantienes tu Conciencia Despierta, la mirada siempre orientada hacia Mí y con total Confianza en la Verdad de la Palabra de Dios.

Encuentras que eres Dios, que eres Uno Conmigo y que nunca abandonaste tu lugar junto a Mí.

Hijos Míos, a medida que la Tierra está ascendiendo, van despertando sus Conciencias y descubriendo que el Cielo y Dios, están más cerca de lo que esperaban.