La calidad de nuestras
experiencias en esta vida está determinada por el nivel de Conciencia con el que no movemos en nuestra realidad 3D, o
sea, lo que refleja a la Esencia del Ser y
al grado de Maestría que hemos
alcanzado.
El AQUÍ y el AHORA está
relacionado con permanecer en la “verticalidad”
en todo momento, para poder acceder a la Eternidad
e Infinito mediante la conexión estrecha con nuestro Yo Superior.
Mientras permanezcamos
limitados por la horizontalidad del
tiempo y del espacio, nuestro Ser oscilará
entre la angustia del pasado y la
preocupación por el futuro.
Todo depende de nuestra
disposición para activar las capacidades interiores latentes, que nos permitan
ver a través de una nueva percepción.
Significa expandirnos
con la ayuda del Yo Superior en el Patrón Divino de la Multidimensionalidad.
Significa aunar a la totalidad de nuestro Ser
con las partes que se encuentran en las otras Dimensiones, siendo la 9D el Grado Supremo donde el Ser se conserva Puro en la Fuente de Todo lo que Es.
A la Chispa Divina de nuestra Esencia del Ser hay que buscarla en el
corazón, en el Lugar Sagrado, ese
pequeño reducto que permanece oculto mientras interactuamos con la realidad 3D,
la ilusión y la polaridad del Ser.
Si queremos trascender el
nivel en el que nos encontramos, necesitamos buscar la “Semilla Luciferina” que aceptamos portar al encarnar en esta vida,
limpiándola de la oscuridad que la envuelve con Amor, Perdón y Gratitud hacia nosotros mismos.
De esta forma emergerá
la “Semilla que contiene la Chispa
Divina” y que nos traerá Luz a la
Existencia del Ser.
Alcanzar la Paz Interior y a la Verdadera Esencia del
Ser encierra al Milagro de Despertar
a lo que Somos realmente.
Este descubrimiento es
el puntapié inicial para continuar trabajando, diariamente, las veces que se
pueda, con la purificación de la
oscuridad de la Conciencia.
Implica la “Iniciación del Regreso”, sin embargo,
requiere de constancia, voluntad y de una intención genuina, que nos permita
desapegarnos de las conexiones del ego y
la Mátrix 3D.
Los avances y retrocesos
estarán determinados por nuestra disposición a dejarnos influenciar por el ego
y la mente.
El ego en cuanto detecte
que se inició un “Proceso de Limpieza
Profundo” comenzará la tarea para conservar la oscuridad que se quiere
limpiar y la mente hará el trabajo enviando pensamientos
de bajas vibraciones que siembren
miedo con duda y odio hacia nosotros mismos.
Aquí se encuentra la
real naturaleza de nuestro “Trabajo de
Limpieza”, para sanear al Ser del
miedo, odio y duda que pende en nuestra Esencia:
A través del autoperdón descubriremos la manifestación de estas energías negativas y las purificaremos con Amor, Paz, Gratitud y Gracia Divinas.
Esta es la llave que nos abrirá la “Puerta de Regreso a la Multidimensionalidad del Ser”.
No es una tarea
sencilla, pero no olvidemos que las dificultades las determinamos nosotros
mismos.
Este es el cometido
principal de nuestra Misión en esta Encarnación y en el “AQUÍ Y AHORA”.
Necesitamos trabajar con
el autoperdón para alcanzar la Paz Interior tan ansiada por todos nosotros,
después de tanto tiempo y tantas encarnaciones.
Por eso los Mensajes de los Maestros Ascendidos nos
dicen que este tiempo ha culminado, o sea, la experiencia en el No-Amor en esta Dimensión ha terminado
para todos nosotros.
Requerimos salir de la oscuridad en la que estamos inmersos y emerger a la Luz de Dios como lo que Somos: “Seres de Luz en perfecta Unidad con el Uno”.
Se acabó el tiempo de seguir resistiendo, haciendo oídos sordos al “Llamado del Creador”.
Esencia y Maestría del Ser
Si queremos salir del
dolor y el sufrimiento, necesitamos comenzar a limpiar en este “Periodo de Transición” las bajas
vibraciones en las que estuvimos sumergidos en esta y otras vidas.
Hace a nuestra Misión purificarnos primero, para sacar de la superficie de la Tierra a la mezcla
gelatinosa de tantos milenios de oscuridad.
Esta es una amalgama que está impidiendo, en cierta medida, el ingreso hasta el Núcleo Sagrado de Cristal del Planeta, o sea “Gaia, el Espíritu de la Tierra”, las elevadas Energías que, desde hace un tiempo, están llegando desde el Cosmos para activar el Proceso de Ascensión del planeta y la humanidad.
Como Almas Divinas Despiertas tenemos la
capacidad de curar los traumas del pasado, para posicionarnos en la existencia,
aumentar el nivel de Conciencia que nos posibilita interactuar con las
realidades paralelas.
Todos de una forma u
otra, en este momento o más adelante, vamos a Despertar, por lo tanto debemos atender al “Llamado Interior” para anclar la Paz en nosotros y el mundo:
A través de nuestro Mundo Interno, activaremos los “fractales que se sustentan en el pulso del Universo” e irradiaremos a la Luz del Ser que se conectará con la Energía del Todo y se verá reflejada en el Mundo Exterior.
La proyección de nuestra Conciencia es la que crea las vibraciones en el Holograma del Mundo Exterior, por lo cual nos corresponde a nosotros, hacer la conexión en el Mundo Interior con los fractales que componen a la “Flor de la Vida o la Esencia de Dios”.
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