Heavenletter # 5179 Publicada el 29 de enero 2015
Dios dijo:
Querido, cuando te sientes confundido, irritado y enojado, tómate un tiempo
de espera hasta que encuentres como salir del ojo de la tormenta.
No necesitas dañarte a ti mismo o a cualquiera, te estoy hablando de tu propio
corazón.
Cariño, todos los corazones son preciosos y es preciso librarlos de
cualquier tipo de ataque.
Debes reconocer que cuando estás enojado, atacas al corazón que Dios te
dio.
Si te sientes abrumado, no dejes que este estado devaste a tu precioso corazón.
Por favor, busca la forma de calmarte sin descuidar tu corazón y el de los
demás implicados.
Ten en cuenta que todos los corazones merecen respeto y estas no son
palabras para que las tomes a la ligera.
Las tormentas pasan, espera hasta
que la turbulencia interior ceda, con seguridad no quieres causar estragos en tu
corazón, ni en el de otros.
Por favor, ponte de acuerdo con tu propio corazón, asegúrate que esté cómodo.
Sírvete de este buen refrán “Sé fiel
a tu propio corazón”, comprende la simpleza de estas palabras.
Esto significa que escuches a tu corazón
cada vez que se expresa, que atiendas sus mensajes para que seas fiel a ti
mismo.
No necesitas dar rienda suelta a expresiones ajenas a él.
Podemos decir con Verdad, que
cuando sientes ira, no estás siendo fiel a ti mismo.
Las expresiones de rabia no reflejan al verdadero tono de tu hermoso corazón.
Ni mil argumentos justifican los motivos de las explosiones iracundas que
lo sacuden.
La ira es una intrusa y no es fundamental que la expreses, la esencia del
enojo es volátil.
Lo que trato de decirte es que inhibe tu corazón y que debes esperar que
pase la efervescencia del momento para expresarte.
Hijos Míos, siempre esperen que el
ojo de la tormenta pase, no permitan que la ira se establezca en sus corazones, para que se ahorren dolor a
Uds., a los demás y dejen de acumularlo en el mundo.
El Ojo de la Tormenta
Querido, la ira no es tu verdadera naturaleza.
Puedes decir que no lo sabías, sin embargo, no sigas haciéndote eco de las
influencias externas.
Las tormentas no te toman de
sorpresa, siempre se anuncian, aún así aprovecha para ponerte a resguardo y no
dejes que la sangre te llegue al cuello.
Sé sabio si quieres Ser, no pecarás de débil si esperas un instante hasta calmarte.
Todas las cuestiones se manejan mejor en frío, el calor excesivo las hace
explotar y te sacan de tu sano juicio a ti y a los demás.
Espera hasta que estés sereno y en condiciones de expresar tú parecer desde
la calma del corazón.
Reconozco que hay situaciones y personas que puedan exasperarte y te
dificulten cualquier razonamiento, sin embargo, no necesitas bailar al ritmo
violento de nada, ni de nadie.
No necesitas reaccionar impulsivamente y sin pensar, ya que la Sabiduría, incluso aunque sea poca, es
mejor que la locura.
La ira es un mecanismo poderoso, que cuando alguien pulsa sus botones,
empuja a todos los implicados demasiado lejos, a veces sin que se den cuenta.
Obsérvate la cara, aunque sea sólo una vez en tu vida, cuando te sientas
bajo la influencia de la furia.
Ya conoces que tus reacciones no auguran nada bueno para ti.
Un agresor se ataca a sí mismo, sin importar quién sostenga el saco de
boxeo en ese momento.
Amado Hijo, nadie tiene la facultad de hacerte enojar salvo tú mismo, tú
eres el combustible y quien enciende la mecha de la ira.
El enojo te pertenece a ti y sólo tú te sofocas en el fuego de la ira.
Si quisieras, sabes que puedes, en lugar de mantener la ira que no te gusta,
podrías dejarla ir, entregándomela a Mí o a tus Asistentes Espirituales.
Cómo Dios, sé que ya has tenido suficiente práctica con la ira y que no la necesitas.
Por supuesto, que si estás enojado o simplemente molesto, estás no son
buenas razones para que saques tu malestar del bolsillo.
Lo que te estoy tratando de decir es que la justificación no viene al caso.
Las justificaciones de la ira son excusas propias de la impaciencia y el apuro, no de la cortesía.
Yo entiendo que algunas personas tienen inclinación a la provocación y
prepotencia, se sienten apoyadas por un grado de autoridad o poder superior, pero tú no
debes hacerte eco de sus incitaciones.
Corazón, he aquí un punto importante, tú sabes mejor que hará estallar al
otro y, sin importar la ofensa que dirija, esta es una realidad común entre
Uds.
Podría ser que los otros quieren hacerte enojar porque es una herramienta
de su poder, pero tú que conoces el paño, no necesitas dejarte atrapar en su
juego.
Si no te dejas envolver en las redes que te tiran, a ellos les será más
difícil enfriarse, se cocinarán en el fuego de su propio enojo.
Entonces no agraves la
situación con enfrentamientos innecesarios.
Yo no digo que seas cola de ratón, tampoco que te transformes en una fiera
furiosa, sino que actúes con prudencia.
Después de un episodio de enojo, limpiar los residuos que te deja, te ocupa
mucho tiempo y energía.
Hijos Míos, la ira no es una emoción para tomarse a la ligera, no necesitan
saltar al ojo de la tormenta con
ambos pies, no necesitan regalar su Energía
a otros.
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