miércoles, 4 de febrero de 2015

El Ojo de la Tormenta


Heavenletter # 5179 Publicada el 29 de enero 2015




Dios dijo:



Cuando te sientes confundido, irritado y enojado, tómate un tiempo de espera hasta que encuentres como salir del ojo de la tormenta.
Querido, cuando te sientes confundido, irritado y enojado, tómate un tiempo de espera hasta que encuentres como salir del ojo de la tormenta.

No necesitas dañarte a ti mismo o a cualquiera, te estoy hablando de tu propio corazón.

Cariño, todos los corazones son preciosos y es preciso librarlos de cualquier tipo de ataque.

Debes reconocer que cuando estás enojado, atacas al corazón que Dios te dio.

Si te sientes abrumado, no dejes que este estado devaste a tu precioso corazón.

Por favor, busca la forma de calmarte sin descuidar tu corazón y el de los demás implicados.

Ten en cuenta que todos los corazones merecen respeto y estas no son palabras para que las tomes a la ligera.

Las tormentas pasan, espera hasta que la turbulencia interior ceda, con seguridad no quieres causar estragos en tu corazón, ni en el de otros.

Por favor, ponte de acuerdo con tu propio corazón, asegúrate que esté cómodo.

Sírvete de este buen refrán “Sé fiel a tu propio corazón”, comprende la simpleza de estas palabras.

Esto significa que escuches a tu corazón cada vez que se expresa, que atiendas sus mensajes para que seas fiel a ti mismo.

No necesitas dar rienda suelta a expresiones ajenas a él.

Podemos decir con Verdad, que cuando sientes ira, no estás siendo fiel a ti mismo.

Las expresiones de rabia no reflejan al verdadero tono de tu hermoso corazón.

Ni mil argumentos justifican los motivos de las explosiones iracundas que lo sacuden.

La ira es una intrusa y no es fundamental que la expreses, la esencia del enojo es volátil.

Lo que trato de decirte es que inhibe tu corazón y que debes esperar que pase la efervescencia del momento para expresarte.

Hijos Míos, siempre esperen que el ojo de la tormenta pase, no permitan que la ira se establezca en sus corazones, para que se ahorren dolor a Uds., a los demás y dejen de acumularlo en el mundo.





El Ojo de la Tormenta



Querido, la ira no es tu verdadera naturaleza.

Puedes decir que no lo sabías, sin embargo, no sigas haciéndote eco de las influencias externas.

Las tormentas no te toman de sorpresa, siempre se anuncian, aún así aprovecha para ponerte a resguardo y no dejes que la sangre te llegue al cuello.

Sé sabio si quieres Ser, no pecarás de débil si esperas un instante hasta calmarte.

Todas las cuestiones se manejan mejor en frío, el calor excesivo las hace explotar y te sacan de tu sano juicio a ti y a los demás.

Espera hasta que estés sereno y en condiciones de expresar tú parecer desde la calma del corazón.

Reconozco que hay situaciones y personas que puedan exasperarte y te dificulten cualquier razonamiento, sin embargo, no necesitas bailar al ritmo violento de nada, ni de nadie.

No necesitas reaccionar impulsivamente y sin pensar, ya que la Sabiduría, incluso aunque sea poca, es mejor que la locura.

La ira es un mecanismo poderoso, que cuando alguien pulsa sus botones, empuja a todos los implicados demasiado lejos, a veces sin que se den cuenta.

Obsérvate la cara, aunque sea sólo una vez en tu vida, cuando te sientas bajo la influencia de la furia.

Ya conoces que tus reacciones no auguran nada bueno para ti.

Un agresor se ataca a sí mismo, sin importar quién sostenga el saco de boxeo en ese momento.

Amado Hijo, nadie tiene la facultad de hacerte enojar salvo tú mismo, tú eres el combustible y quien enciende la mecha de la ira.

El enojo te pertenece a ti y sólo tú te sofocas en el fuego de la ira.

Si quisieras, sabes que puedes, en lugar de mantener la ira que no te gusta, podrías dejarla ir, entregándomela a Mí o a tus Asistentes Espirituales.

Cómo Dios, sé que ya has tenido suficiente práctica con la ira y que no la necesitas.

Por supuesto, que si estás enojado o simplemente molesto, estás no son buenas razones para que saques tu malestar del bolsillo.

Lo que te estoy tratando de decir es que la justificación no viene al caso.

Las justificaciones de la ira son excusas propias de la impaciencia y el apuro, no de la cortesía.

Yo entiendo que algunas personas tienen inclinación a la provocación y prepotencia, se sienten apoyadas por un grado de autoridad o poder superior, pero tú no debes hacerte eco de sus incitaciones.

Corazón, he aquí un punto importante, tú sabes mejor que hará estallar al otro y, sin importar la ofensa que dirija, esta es una realidad común entre Uds.

Podría ser que los otros quieren hacerte enojar porque es una herramienta de su poder, pero tú que conoces el paño, no necesitas dejarte atrapar en su juego.

Si no te dejas envolver en las redes que te tiran, a ellos les será más difícil enfriarse, se cocinarán en el fuego de su propio enojo.

Entonces no agraves la situación con enfrentamientos innecesarios.

Yo no digo que seas cola de ratón, tampoco que te transformes en una fiera furiosa, sino que actúes con prudencia.

Después de un episodio de enojo, limpiar los residuos que te deja, te ocupa mucho tiempo y energía.

Hijos Míos, la ira no es una emoción para tomarse a la ligera, no necesitan saltar al ojo de la tormenta con ambos pies, no necesitan regalar su Energía a otros.




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