" Despertar la Conciencia - CAMINO A LA GRACIA DE DIOS

lunes, 26 de enero de 2015

Despertar la Conciencia



El Despertar de la Conciencia implica trascender a la influencia del ego y del dolor.
El Despertar de la Conciencia implica trascender a la influencia del ego y del dolor.

El ego está identificado con las formas de pensamientos negativos y enfermos.

Quienes tratan de deshacerse de él, lo hacen en el intento de acceder a la fuente de conocimiento que les impulsará sus mentes con un cambio de percepción.

Un ego sano en el hombre, le sirve para crecer con madurez y autonomía, fuera de las limitaciones.

Mientras que un súper ego hace que el Ser se deslice e identifique con él, en una búsqueda distorsionada y permanente de reconocimiento, control, dominio y poder.

Otra identificación distorsionada es un ego pequeño que incluye a una autoestima baja, falta de confianza y reconocimiento, insatisfacción, dependencia, insuficiencia y varias Energías negativas de bajas vibraciones.

Cuando encarnamos como un Ser humano está presente en nuestro ADN la Semilla de Dios, donde permanece intacta la Memoria Cósmica de nuestro verdadero Ser.

Todos nosotros disponemos de este Átomo Divino, además de varias cualidades latentes, que a medida que crecemos vamos sofocando o potenciando, según la influencia de nuestro entorno.

Las habilidades que se ocultan, son aquellas que en la niñez fueron tratadas negativamente en el exterior, por falta de atención, valoración, incentivo, aprecio y más.

Muchas son rechazadas por el Ser para evitar el castigo social y el consecuente dolor.

El ingreso de un niño a la escolaridad le significa la creación de un “vacío energético”, porque le abre un hueco que lo aísla de las Cualidades Divinas, para sumergirlo en los patrones de la Mátrix y el ego social.

Esto obliga al niño a sustituir las habilidades innatas del Ser Espiritual por las de supervivencia, para poder enfrentar y soportar el sufrimiento.

Comienza a construir la estructura del ego, con la identificación del No Amor, las limitaciones y negaciones, con el fin de encajar en un sistema social que discrimina a quienes difieren de sus normativas.

En el afán de esgrimir cualidades aceptables para los demás, el niño acumula patrones de respuestas y creencias que le permitirán sobrevivir en el mundo, pero bloquearán su Conciencia.

El ego se cimenta en la niñez, como un escudo que protege a nuestra verdadera Esencia.

Sin embargo las distorsiones y constricciones de la Conciencia del Ego que nos acompañan fielmente en la adultez, para no quedar expuestos al rechazo, nos sumerge más en la tragedia.

Las alteraciones del ego nos mantienen en las limitaciones, victimización, sensaciones de fracaso y de amenaza de la supervivencia, que trasciende al resto de la humanidad y el planeta.

Este trastorno nos enferma, agota las reservas energéticas, haciendo de nuestra vida y la de la Tierra, algo insostenible.

Por eso es que en este momento se nos está pidiendo que Despertemos a un cambio de Conciencia, para que dejemos de replicar el crecimiento compulsivo del ego individual y social, a fin de detener la destrucción unilateral que nos envuelve.



Despertar la Conciencia



En cada uno de nosotros vive un Dios que irradia su Amor en nuestras Esencia, pero del que solo tenemos pantallazos, debido al miedo que el ego nos dispara como instrumento de defensa.

Cuando sepultamos nuestra Naturaleza Divina, también lo hacemos con el Amor y nuestra Presencia Yo Soy.

Enterramos a nuestro verdadero yo bajo innumerables capas de falsas creencias, que nos desconectan de nuestra profunda Esencia interior.

La Energía de la Fuente siempre está presente en todos nosotros y está esperando resurgir en su totalidad.

Por ello debemos trabajar conscientemente con la exploración de las capas que ocultan a nuestra naturaleza del Ser original.

Significa reestructurar el ego con una Conciencia cristalina y brillante, que se soporta en tiempo presente, en el aquí y ahora, sin apegos al pasado o el futuro.

La programación habitual de nuestros pensamientos nos hacen ignorar a las sensaciones y sentimientos de la Conciencia del aquí y ahora.

Estar en el aquí y ahora implica vivir desde el corazón, sin tiempo, linealidad y expectativas que nos impulsen a movernos de un pensamiento y sueño, uno tras otro.

Significa experimentar la vida desde la Conexión Divina del Ser, es la muerte del cuerpo del dolor y la resurrección del Alma de Dios.

Nuestro cuerpo es un instrumento valioso y sensible, que lo podemos usar para la conexión con Dios, el planeta, la humanidad, el Universo y los Seres Cósmicos de otras Dimensiones.

Despertar a un cambio de Conciencia significa la integración del ego con la mente, para aprender el manejo de nuestro cuerpo a través del idioma del Espíritu.

Significa salir de los sustitutos del Ser para ingresar en la Multidimensionalidad y la Unidad con el Uno.

Significa eliminar los patrones negativos y limitantes de nuestros pensamientos y limpiar el cuerpo del dolor colectivo, por haber purificado los códigos de nuestro ADN.

El objetivo individual de nuestra encarnación es crecer y ayudar al resto de la humanidad a salir de la oscuridad y la sobrevivencia que se identifica con el ego y la Mátrix.

Esta forma de interpretar la misión de nuestra encarnación en este presente, implica salir de la dualidad para ir al encuentro del Dios que está dentro de nosotros, la Tierra y el Universo.

A esto es lo que se llama el “Despertar de una Nueva Conciencia”, para ver a la Verdad del Amor en la Unidad que reside en todos y en el Todo.

Una Conciencia Despierta incluye moverse sin causa por el simple placer de acompasarse con la Energía de la Eternidad e Infinito.

Significa la renuncia a la pertenencia, posesiones, necesidades, juicios y deseos, por haber conectado la mente con el Amor Incondicional del UNO.

Significa moverse en la verticalidad de la Energía y Conciencia Crística, sin la forma, tiempo y espacio de la ilusión.

Significa salir del esfuerzo de la paradoja tridimensional para integrar la Luz que nos identifica con la realidad del verdadero Amor.

Significa la integración interior de las Energías masculinas y femeninas que se fusionan en una Nueva Dimensión Sagrada del Ser.

Despertar la Conciencia es encontrar el Camino interior a la Plenitud del Ser y el regreso a la Unidad con el Uno.


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