Heavenletter # 5168 Publicada el 18 de enero 2015
Dios dijo:
Querido Hijo, toda la vida en la Tierra puede ser vista como una metáfora.
La vida es simbólica y en esto radica la fábula.
La vida en el mundo es como una superposición, algo así como una cobertura
sedosa, tejida con vivos colores y un entramado que va más allá de las
creencias y que, según la persona, puede verse de diversas formas.
Esta cobertura es de una seda muy fina,
adornada con gemas y piedras diversas de la Tierra, incluyendo aquellas que puedas
patear mientras caminas.
Entre los hilos aparecen toda clases de cosas, paja, varios espacios verdes
y floreados de la Tierra, imágenes luminosas y soleadas, lluvia, colinas y
valles, trenes y aviones, Luz brillante, oscuridad silenciosa, elementos nunca
antes vistos y repeticiones interminables en gran parte del tiempo.
Sin embargo, aunque esta cobertura parezca intrincada y abrumadora, sólo es un revestimiento.
Sin importar el material que hayas utilizado para tejerla, siempre puede ser levantada.
Amados Hijos, debajo de la cobertura
de la presente metáfora, se encuentran durmiendo Uds., con la mente puesta más
allá de los sueños.
Más Allá de la Fuente de Todo
Querido, más allá de tus sueños más salvajes encontrarás a las mayores
riquezas.
Podríamos llamar a esto “Más Allá de
la Fuente de Todo”.
Esta cobertura sedosa es hermosa,
sin embargo, hay algo más grande que esto.
Tú tienes una idea de algo Superior que hay más
allá y, a veces, tienes atisbos de tu verdadera realidad Yo Soy.
Sin embargo siempre, por la naturaleza misma de la vida 3D en la Tierra, regresas
de nuevo a hacer cabriolas sobre tu cobertura
sedosa.
Podríamos considerar a la Tierra al trampolín sobre el que saltas.
Este es un trampolín que te amortigua el salto cuando rebotas, para que no
retrocedas o te rechace mientras saltas.
Aunque no haya mucho para ver frente a ti, esta cama elástica te soporta
mientras saltas sobre ella.
Se te está agudizando la sospecha que eres Superior a lo que te permites
reconocer de ti mismo o del crédito que te otorga el mundo.
Ciertamente, en el exterior has sido subestimado y tú lo hiciste contigo mismo.
La Verdad sobre ti está más allá de las percepciones de los sentidos
físicos.
Digamos que eres un magnífico y hermoso roble que aún no notaste.
Sin embargo, emergiste de una Semilla del Infinito y la Eternidad, que
creció y crece en el Amor, más allá del horizonte de la llamada
vida práctica.
Pero, tú y los demás no lo pueden ver a simple vista y si lo hacen es de
forma vaga y efímera.
Hijos Míos, de lo que les hablo ninguna mano puede tocarlo, ninguna mente
puede comprenderlo, sólo el corazón puede conectarse con estos misterios de la
vida, que están más allá de los
sentidos externos e, incluso, les presentan un desafío.
Cobertura Sedosa
Querido, tú Ser está en un recipiente o vehículo en la Tierra.
Ni siquiera estás cerca de saber que eres un Portador Multidimensional.
Tú estás aquí para recuperar al mundo y ayudarlo a eliminar todas las cargas
e inclinaciones imaginadas.
Tú eres un Heraldo de Dios en lo que se llama la Nueva Tierra, aunque en realidad no sea un Nuevo Mundo, porque es el mismo planeta que siempre ha sido.
Podríamos decir que, en este momento, se están cayendo los velos de tus
ojos y estás viendo el brillo, los verdaderos colores del mundo, más allá de todo lo que has visto en tu
vida.
Son colores que desafían la gravedad, que perforan la cobertura sedosa en la que te envuelves, para que puedas ser
testigo de una belleza mayor y profunda.
Cariño, hay todo tipo de milagros y uno de ellos es que aún no has visto
toda tu Verdad.
Todavía no viste la Verdad que tu cobertura
no alcanza a cubrir.
La Belleza de la Tierra es un maravilloso milagro, tu cobertura es alucinante y el mundo cambiante, por eso te desconcierta cuando una pequeña brecha en tu realidad te deja ver lo que llamas “desconocido”.
Los milagros que te esperan son en tiempo presente, sin antes, ni después.
Muchos tesoros de la Elevación ya son tuyos, no están al alcance de tu mano
o mente, pero si dentro del perímetro de tu corazón.
El sentido interno de la Clarividencia
será el que te revelará dónde te encontrarás a ti mismo.
Hijos Míos, sáquense la cobertura
sedosa de los ojos de la mente, para que descubran a su verdadero Ser interior
y puedan gritar junto Conmigo ¡Aleluya!
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